El Villarreal se despide con grandeza
El cuadro de Pellegrini recupera su personalidad pero falla un penalti en el ¨²ltimo minuto y no supera el cerrojo del Arsenal
El Villarreal se despidi¨® con grandeza de su maravillosa aventura. Ni un solo reproche a este equipo que fue fiel a s¨ª mismo hasta el ¨²ltimo momento. A su f¨²tbol de toque, a su generosidad, a su exaltaci¨®n de la t¨¦cnica por encima de todo. En un ambiente verdaderamente m¨¢gico en El Madrigal, lleno de emociones hasta la bandera, el Villarreal fue mejor que el Arsenal en todas las l¨ªneas, minimiz¨® a su gigante Henry y convirti¨® a Lehmann en el protagonista. Le falt¨® finura en el remate. Como en el penalti que fall¨® Riquelme en el ¨²ltimo suspiro. O que le detuvo el portero alem¨¢n. La inspiraci¨®n que no ha tenido Forl¨¢n en los ¨²ltimos encuentros, justo cuando m¨¢s la necesitaba. S¨ª respondi¨® Guille Franco, una amenaza constante para el rival, y tambi¨¦n Riquelme, que careci¨®, sin embargo, de resuello en el ¨²ltimo tramo. Como se evidenci¨® en el penalti, cuando el Arsenal hab¨ªa comenzado por fin a desplegarse despu¨¦s de una propuesta muy defensiva. La que le he ha hecho sumar diez partidos sin recibir un gol en esta competici¨®n. Un cerrojo que disimul¨® la mala noche de Henry, Hloeb y casi todas las estrellas del cuadro ingl¨¦s, menos una, Cesc, que siempre estuvo donde deb¨ªa, jugando casi siempre al primer toque, con una naturalidad extraordinaria. Una gran noticia para Luis Aragon¨¦s.
Cuando los ojos del planeta f¨²tbol se posaron sobre ¨¦l, el Villarreal recuper¨® la personalidad, que no es poco en momentos de tanta tensi¨®n. Posesiones largas, ritmo pausado, toneladas de t¨¦cnica y un atacante inesperado por el ala derecha: el lateral Javi Venta, que frecuent¨® la l¨ªnea de fondo con determinaci¨®n aprovechando la debilidad de Clichy, sustituto en los primeros minutos del lesionado Flamini. Lehmann hubo de emplearse a fondo e incluso le dio por perder tiempo. Mucho m¨¢s suelto que en Highbury, el maestro Riquelme ejerci¨® como tal. Teji¨® y desteji¨® el paciente ataque amarillo a la espera de cualquier desperfecto en la tupida tela de ara?a que hab¨ªa dispuesto Wenger. Porque, en efecto, tal y como anunci¨® Riquelme, el Arsenal actu¨® con nueve atr¨¢s y Henry. Completamente aislado, el franc¨¦s s¨®lo tuvo una opci¨®n de lucir su majestuoso porte en la primera parte, cuando lanz¨® una espectacular carrera hacia atr¨¢s que cort¨® un avance del Villarreal.
El Arsenal result¨® un equipo muy contenido que se fio de sus l¨ªneas de acorde¨®n y de su seguridad defensiva, que tanto r¨¦dito le ha dado en esta Champions. Los contragolpes tampoco le funcionaron, cortados a la perfecci¨®n por la sincronizada retaguardia amarilla. En este sentido, fracas¨® Reyes, que dispar¨® con balas de fogueo, sometido por el vigoroso Javi Venta. S¨®lo Cesc se manej¨® con clase y personalidad. La que se le supondr¨ªa a un jugador con diez a?os m¨¢s. En cuanto a Gilberto Silva, volvi¨® a contar con la complacencia arbitral, pues dio una patada desde el suelo a Guille Franco ante los mismos morros del ¨¢rbitro, que se lav¨® las manos.
Precisamente Franco fue una de las novedades de Pellegrini respecto a su once tipo. Con ¨¦l en vez de Jos¨¦ Mari, el entrenador chileno quer¨ªa m¨¢s calidad y m¨¢s remate, tal como result¨®. Su cabezazo en el comienzo del segundo tiempo fue una exhibici¨®n de potencia en el salto, por encima nada menos que de Tour¨¦ y Sol Campbell. Cinco dedos m¨¢s bajo que sus adversarios, el internacional mexicano volvi¨® a batirles por arriba poco despu¨¦s, con el cuero otra vez fuera por cent¨ªmetros. El joven Barbosa, por su parte, descabalg¨® para la gran cita al internacional uruguayo Viera, tocado por su fallo ante la Real Sociedad. El t¨¦cnico chileno apost¨® por los reflejos felinos del argentino, que estuvo in¨¦dito y que recibi¨® el apoyo de muchos compatriotas cualquiera que fuera la porter¨ªa que defendiera. Argentinos. El Madrigal estaba lleno de ellos. Hab¨ªan llegado de todas partes para apoyar al equipo m¨¢s popular en su pa¨ªs tras el Boca Juniors y el River Plate.
Exaltado por el 99 que llevaba a su espalda, Guille Franco se agigant¨® en la segunda parte como referencia atacante del Villarreal. El cuadro de Pellegrini se fue definitivamente arriba y encajon¨® en su ¨¢rea a su rival. Por si quedaba alguna duda de su esp¨ªritu, el t¨¦cnico chileno dio el triple salto mortal al introducir un delantero, Jos¨¦ Mari, por un mediocentro defensivo, Josico. Forl¨¢n perdon¨® la vida a Lehmann tras una dejada de Guille Franco. Dispar¨® alto. El Villarreal mand¨®, cre¨® ocasiones, pero err¨® en el remate una y otra vez. Hleb, Henry y Ljumgberg fueron una sombra de s¨ª mismos. S¨®lo Cesc mantuvo el tipo y dio siempre cierto aire al conjunto ingl¨¦s. El Villarreal se desinfl¨® al final, pero se encontr¨® con un regalo inesperado: un penalti por un empujoncito de Clichy a Jos¨¦ Mari. Lo err¨® Riquelme. O lo par¨® Lehmann, que se estir¨® a su izquierda y llev¨® as¨ª al Arsenal a la final de Par¨ªs. Un finalista notable. Y un semifinalista, el Villarreal, intachable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.