El Bernab¨¦u vuelve a sonre¨ªr
Ra¨²l, autor de dos goles, y Ronaldo, que reapareci¨® despu¨¦s de su lesi¨®n, se llevaron las ovaciones m¨¢s grandes de la noche
El Real Madrid solvent¨® con una autoridad inesperada un compromiso con trampa, que despu¨¦s del repaso que recibi¨® el equipo en Lyon implicaba m¨¢s carga de responsabilidad de lo que se pudiera pensar y cobraba una importancia m¨¢s que notable. En un a?o que se presume con demasiados encuentros asperos y pocas concesiones para la alegr¨ªa y el disfrute, el p¨²blico del Bernab¨¦u recuper¨® la sonrisa perdida y sabore¨® esta c¨®moda goleada.
Por si no hay m¨¢s. pPra los que se gu¨ªan s¨®lo por los resultados la satisfacci¨®n ser¨¢ plena, porque las goleadas tienen la virtud de disimular los defectos, pero las dudas en defensa y las lagunas en la creaci¨®n del juego siguen acompa?ando a este equipo, al que no hay que negarle que crece d¨ªa a d¨ªa.
La mejor noticia de la noche la dej¨® Ra¨²l, que como el Real Madrid tiene en la Liga de Campeones su competici¨®n favorita. No marcaba con su equipo desde el 26 de octubre y contra el Dinamo volvi¨® a ser el referente ofensivo de su equipo, el complemento perfecto de un delantero centro como Van Nistelrooy. Se movi¨® como lo hace habitualmente, pero particip¨® con m¨¢s sentido del juego y tuvo el acierto que se le negaba desde hace ya demasiados meses.
Inocentes
Ra¨²l y Van Nistelrooy se asociaron con Reyes, que abri¨® con inteligencia el campo por las dos bandas; con Guti, que dirigi¨® con criterio al equipo, y Roberto Carlos, que tuvo una presencia en ataque que no hab¨ªa tenido hasta ahora con Capello, y entre los cinco acabaron con el Dinamo de Kiev en la primera parte.
La inocencia y la simpleza del Dinamo, el rival m¨¢s d¨¦bil al que se ha medido esta temporada el Madrid, facilitaron de forma considerable el trabajo de los hombres de Fabio Capello, que en una buena primera parte dejaron sentenciado el choque. Aguant¨® el Dinamo hasta que recibi¨® el primer gol. Con el marcador en contra se hundi¨® y no reaccion¨® hasta que el exceso de relajaci¨®n y la falta de intensidad del Madrid le dieron vida al comienzo de la segunda parte. Incluso se atrevieron a marcar los ucranianos, al aprovechar un error de Casillas, pero el encuentro ya estaba decidido y las pocas dudas que pudiera haber las disip¨® Ra¨²l, que pele¨® un bal¨®n dividido, se deshizo del portero con un elegante regate y marc¨® a puerta vac¨ªa.
Entre medias se jugaron varios partidos en uno. De inicio el Dinamo disfrut¨® de varias ocasiones, la m¨¢s clara un mano a mano con Casillas. Los repetidos errores defensivos, en especial de Cannavaro, que queda en evidencia con demasiada frecuencia, obligaron a Iker a emplearse a fondo. Con Capello, que aline¨® a Mej¨ªa como lateral derecho y volvi¨® a dejar a Beckham en el banquillo, se esperaba que Casillas viviera m¨¢s tranquilo, pero hasta el momento no es as¨ª.
Sentencia
Superados los agobios iniciales, el Madrid, dirigido por Guti, asumi¨® el control del choque y arroll¨® a los ucranianos en la ¨²ltima media hora de la primera parte. Van Nistelrooy aprovech¨® un tremendo error del floj¨ªsimo Shovkovskyi para conseguir el primero, Ra¨²l hizo de cabeza el segundo y Reyes acab¨® con las esperanzas del Dinamo antes del descanso.
En la segunda parte el exceso de relajaci¨®n le cre¨® m¨¢s de un problema al Madrid, algo que a buen seguro no gust¨® a Capello. Con toda su inocencia, el Dinamo lleg¨® con demasiada facilidad a las inmediaciones de Casillas y casi siempre por el centro. Contra uno de los aspirantes a ganar la Liga de Campeones, esos errores te matan.
Pero el que acab¨® de matar el partido fue Ra¨²l, con su segundo tanto, y Van Nistelrooy, que cerr¨® la cuenta al transformar un penalti cometido sobre ¨¦l mismo por Shovkovskyi, que vio la roja. Su puesto en la porter¨ªa lo ocup¨® Rybka, que termin¨® el partido mareado despu¨¦s de recibir un fort¨ªsimo golpe de Sergio Ramos.
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