El Atl¨¦tico no sabe ganar al Madrid

El Atl¨¦tico desperdici¨® una gran ocasi¨®n para vencer al Real Madrid en el Santiago Bernab¨¦u y desprenderse de esa maldici¨®n que le impide ganar un derbi desde la temporada 1999/2000. Ser¨¢ dif¨ªcil que los rojiblancos se encuentren otro partido con tantas opciones de imponerse al Madrid.

El inicio del choque dej¨® claro que el Atl¨¦tico no acud¨ªa al Bernab¨¦u como v¨ªctima. Al menos ah¨ª se nota la mano de Javier Aguirre, que ha logrado cambiar la mentalidad de un grupo que acostumbraba a salir acomplejado contra el Real Madrid.

El Atl¨¦tico se lo hac¨ªa pasar mal a un Madrid descompuesto y que sufr¨ªa much¨ªsimo en defensa, ten¨ªa el partido controlado y mandaba en el marcador casi desde el inicio gracias a un tanto de Mista despu¨¦s de una buena combinaci¨®n con Torres y Maxi, que dejaron en evidencia a toda la zaga blanca. Con el resultado a favor el Atl¨¦tico se movi¨® a placer y tuvo ocasiones para sentenciar, la m¨¢s clara un mano a mano de Maniche con Casillas. El portugu¨¦s hizo lo que parec¨ªa m¨¢s dif¨ªcil y mand¨® el bal¨®n por encima del larguero.

Con el resultado en contra, el Madrid qued¨® en evidencia y comenz¨® a verse superado en todas las l¨ªneas. La realidad nos invita a pensar que el verdadero Madrid est¨¢ m¨¢s cerca de lo que se vio contra el Atl¨¦tico que de lo que algunos quisieron ver frente al Dinamo de Kiev. El t¨¦cnico del Atl¨¦tico, Javier Aguirre, le gan¨® el duelo t¨¢ctico a su colega del Madrid, Fabio Capello. El mexicano fue mucho m¨¢s h¨¢bil, movi¨® mejor sus piezas y aprovech¨® mejor sus recursos.

Maniche ocup¨® el puesto de Costinha en el centro del campo, con lo que el equipo mantuvo su nivel de entrega y gan¨® alguna idea, y Mista aport¨® velocidad a un ataque en el que volvi¨® a naufragar Torres. Las pobres actuaciones del Ni?o contra el Madrid sobrepasan lo futbol¨ªstico y si alguien se atreve a estudiar las causas debe ser un psicoanalista. Aguirre orden¨® una presi¨®n que ahog¨® al Madrid, donde Emerson volvi¨® a dejar claro que no tiene sitio en este equipo, y hasta que emergi¨® la figura de Guti el control del centro del campo y con ello del choque perteneci¨® al Atl¨¦tico.

Capello desperdici¨® la banda derecha, al volver a situar en el lateral derecho a Mej¨ªa, superado por sus rivales con relativa facilidad, y por delante a Ra¨²l, con lo que el peso de esa banda en ataque fue nulo. El italiano mand¨® a Reyes a la izquierda, a su zona natural, pero el sevillano no desbord¨® como se esperaba y no aport¨® el desborde y los centros que siempre se esperan de ¨¦l.

Sin embargo, todo cambi¨® poco despu¨¦s de la media hora. Un genial pase de Guti fue convertido en gol por Ra¨²l, que celebr¨® el tanto con rabia, se?alando su nombre y su n¨²mero en la espalda. Fue la mayor aportaci¨®n al encuentro del capit¨¢n madridista, que no marcaba en Liga desde octubre de 2005.

El Atl¨¦tico acus¨® en exceso el golpe y se vio arrinconado por el Madrid, que pas¨® a controlar el choque, m¨¢s por empuje que por juego, e incluso pudo irse con ventaja al descanso. Van Nistelrooy fue incapaz de batir a Leo Franco en un mano a mano.

En el segundo tiempo se abrieron los espacios, pero el m¨²sculo fue ganando espacio al f¨²tbol y las ocasiones se generaron m¨¢s por los errores defensivos que por los aciertos de los atacantes.

El empate parec¨ªa dejar m¨¢s satisfecho a Capello que a Aguirre, sobre todo desde la expulsi¨®n de Sergio Ramos, que no siempre mide bien y vio una segunda amarilla que debi¨® haber evitado. Las intenciones del t¨¦cnico italiano quedaron claras cuando despu¨¦s de la expulsi¨®n de Ramos retir¨® a Reyes para dar entrada a un defensa como Ra¨²l Bravo y poco despu¨¦s sustituy¨® a Guti, el mejor de los blancos, por Beckham. La salida posterior de Ronaldo por Van Nistelrooy s¨®lo sirvi¨® para hacer reaccionar al p¨²blico, pero para nada m¨¢s.

Aguirre jug¨® su ¨²ltima baza con Ag¨¹ero, que cre¨® m¨¢s de un quebradero de cabeza en la dubitativa defensa del Madrid y pudo dar la victoria al Atl¨¦tico con un disparo fuerte y colocado. Apareci¨® la mano de Casillas, como siempre, para dejar todo como estaba.