"No hay que pedir tanto a Ra¨²l"

Habl¨® Ronaldo. Habl¨® despu¨¦s de la Copa del Mundo, despu¨¦s de su operaci¨®n de rodilla y despu¨¦s de los rumores que lo situaron en Italia este verano. No se march¨®. Sigue habitando en el vestuario del Madrid y ayer se asom¨® a la luz p¨²blica para comentar los temas m¨¢s candentes de la actualidad. El primero, Ra¨²l, centro de una pol¨¦mica nacional desde que Luis Aragon¨¦s le dejara fuera de la selecci¨®n. "Hay que dejarle tranquilo", dijo Ronaldo; "hay que dejar que haga su f¨²tbol. No hay que exigirle tanto. No se puede agradar a todos. No pasa nada".

Ronaldo, con 30 a?os reci¨¦n cumplidos, goza de buen humor. Le suele ocurrir en v¨ªsperas de enfrentarse al Atl¨¦tico, un equipo al que ha marcado nueve goles. Hoy podr¨¢ ampliar la cuenta, puesto que su entrenador, Fabio Capello, le ha incluido en la lista. Precisamente del t¨¦cnico quiso hablar, tras la tormentosa convivencia que se presum¨ªa que tendr¨ªan. "Nuestra relaci¨®n es perfecta, maravillosa", dijo Ronaldo. "Lo que pasa es que hay gente que piensa siempre lo peor y la prensa desea lo peor (...). Lo que m¨¢s me gusta de ¨¦l es su exigencia. Te exige mucho. Todos los d¨ªas. Tanto que te hace sentir importante".

La capacidad de persuasi¨®n de Capello ha calado hondo en Ronaldo, que est¨¢ convencido de que quienes quisieron venderle al Milan, o al Inter no tienen nada que ver con la parte deportiva del Madrid. "La parte deportiva del club no quer¨ªa venderme", dijo, "y eso es lo ¨²nico que cuenta para m¨ª porque yo soy un deportista. Soy un jugador de f¨²tbol". El brasile?o dej¨® claro -"yo estaba seguro"- que piensa que la directiva quer¨ªa venderle. "Pero", zanj¨®; "Capello me dijo que contaba conmigo un par de veces".

Ronaldo habla con voz sedosa, pausadamente, ladeando la boca con una sonrisa medio ir¨®nica, medio placentera. En ese tono lanz¨® su ¨®rdago de todos los septiembres: "Estoy convencido de que llegar¨¦ a los 30 goles. El que quiera apostar que muestre el dinero".

Como esos depredadores que necesitan un equilibrio medioambiental perfecto, se puede decir que Ronaldo, para rendir a su mejor nivel, precisa determinadas condiciones. No le preocupa tanto el esquema de juego, ni las vocaciones estil¨ªsticas de su entrenador. "Me adapto a cualquier sistema", dice. Lo que de verdad es imprescindible para el carioca son los sentimientos. Los suyos y los que le transmite el entorno. Aseguran quienes trabajan con ¨¦l que se trata de un jugador sensual. Que al igual que muchos atletas, "necesita cari?o", y que cuando lo pide al p¨²blico del Bernab¨¦u lo hace porque realmente no puede jugar bien sin su apoyo.

Hasta eso, el apoyo afectivo, es algo que ahora Ronaldo tiene por partida doble. Por un lado, Capello, y por otro, el p¨²blico. "Me qued¨¦ supercontento con la bienvenida que me dio la gente [el mi¨¦rcoles pasado, contra el Dinamo de Kiev]. Pero lo que el p¨²blico quiere de m¨ª no son agradecimientos, sino goles".