Una goleada exagerada
El conjunto astigitano super¨® en el primer tiempo al Madrid, que termin¨® arrollando a este digno equipo de Segunda B.
El Real Madrid estar¨¢ en octavos de final despu¨¦s de golear a un ?cija que no mereci¨® tan duro castigo y dej¨® una muy buena imagen en su visita al Santiago Bernab¨¦u.
El Real Madrid juega igual de mal en la Liga que en la Copa, con los titulares que con los suplentes, puestos en evidencia por un ?cija que sali¨® al Santiago Bernab¨¦u a disfrutar y a jugar al f¨²tbol. Lo que hizo el conjunto sevillano en el primer tiempo no debe caer en el olvido. Conjuntos de categor¨ªas superiores no se atreven a hacer lo que hizo el ?cija, a plantar cara al Madrid y superarle por f¨²tbol. Construyeron jugadas de m¨¦rito, Pedro D¨ªaz no se cans¨® de dejar en evidencia a Ra¨²l Bravo y Mej¨ªa y llegaron con facilidad a la porter¨ªa de Diego L¨®pez, que a los 20 minutos fren¨® en un mano a Jos¨¦ Vega. Antes, el incansable Pepe D¨ªaz hab¨ªa reclamado un penalti que no existi¨® de Pav¨®n.
M¨¢s all¨¢ de los jugadores que formaban la alineaci¨®n y de la filosof¨ªa impuesta por Fabio Capello, no es admisible que contra un conjunto de Segunda B s¨®lo Diego L¨®pez y Sergio Ramos fueran capaces de ofrecer un nivel digno en la primera parte. Los dos actuaron con la misma concentraci¨®n e intensidad con la que se emplean en un encuentro de Liga o Champions. Es lo menos que se debe exigir a alguien que se gana la vida jugando al f¨²tbol. Ramos se movi¨® a un nivel superior al resto del equipo y adem¨¢s de proteger su banda tuvo tiempo de protagonizar la ocasi¨®n m¨¢s clara de gol. Un tiro que despej¨® como pudo Zigor.
El ?cija, con los conceptos de ataque muy claros, supo leer que la banda derecha del Madrid era la m¨¢s fuerte y volc¨® todo su juego ofensivo por la izquierda, defendida con desatino por Ra¨²l Bravo, que apenas recibi¨® ayudas de Reyes y las que le ofreci¨® Mej¨ªa no solucionaron nada. Roberto Carlos puede estar tranquilo. Hasta que llegue Marcelo no peligra su titularidad. Pero el origen del sufrimiento defensivo del Madrid estuvo en el centro del campo, incapaz de frenar a los jugadores del ?cija, que llegaron hasta el ¨¢rea madridista con una facilidad inesperada. Diarra y Javi Garc¨ªa, sustituto de Emerson, ni crearon, porque no es lo suyo, ni fueron esa barrera infranqueable con la que sue?a Capello.
Reyes recuper¨® la titularidad en la banda izquierda, pero se empe?¨® en utilizar su regate en el centro del campo. Ah¨ª su habilidad y la suficiencia con la que juega pueden ser m¨¢s un problema que una virtud. Debi¨® haberse dado cuenta despu¨¦s de cometer el error que permiti¨® al Celta ganar en el Bernab¨¦u.
Tambi¨¦n se puso la camiseta de titular David Beckham, que volvi¨® a justificar su suplencia. Es cierto que marc¨® un gol, pero eso no debe ser m¨¢s que una an¨¦cdota que no justifica su presencia sobre el c¨¦sped. Y no la justifica porque en la posici¨®n en la que juega debe aportar profundidad y desborde, pero como esto nunca lo ha tenido, al menos debe ofrecer esos precisos pases desde la banda que s¨ª est¨¢ en condiciones de realizar.
Doble 9
Los goles de Ronaldo y Van Nistelrooy tampoco despejan las dudas que dej¨® el experimento del doble 9. La falta de movilidad del holand¨¦s facilita la labor a sus marcadores y provoca que se deje comer el terreno por el brasile?o, m¨¢s activo y con la necesidad y las ganas de demostrar muchas cosas. Y el caso es que siempre que se buscaron se encontraron, pero fueron muy pocas veces. De un buen pase de Ronaldo a Van Nistelrooy naci¨® el primer gol del Madrid. El holand¨¦s fue incapaz de superar a Zigor en el mano a mano y el rechace lo aprovech¨® Beckham para marcar.
La situaci¨®n se invirti¨® en el segundo gol, cuando Van Nistelrooy, que estaba en fuera de juego cuando recibi¨® el pase de Reyes, cedi¨® el bal¨®n a Ronaldo, que ajust¨® su disparo abajo y lejos del alcance del portero del ?cija. Un tanto que define a un verdadero delantero centro.
Con este gol y el cambio de De la Red por Javi Garc¨ªa el Madrid ya s¨ª pas¨® a dominar con autoridad y a superar con claridad al ?cija, que recuper¨® la ilusi¨®n despu¨¦s del tanto logrado de cabeza por Mario a la salida de una falta lanzada por el h¨¢bil Nolito. Sin embargo, apenas tuvieron tiempo para celebrarlo, ya que despu¨¦s de un pase de Ronaldo, Van Nistelrooy firm¨® su segundo de la noche. Antes, un inocente penalti cometido por Reyes fue aprovechado por el holand¨¦s para inaugurar su cuenta.
La noche se cerr¨® con un golazo de De la Red, el mejor mediocentro que tiene el Madrid. Si entendemos que Guti no es mediocentro. Pero la manita con la que abandon¨® el ?cija el Santiago Bernab¨¦u fue un castigo excesivo, ni la merecieron ellos ni la mereci¨® el Real Madrid por lo poco que ofreci¨®. Sobre todo en un primer tiempo para olvidar.
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