Mourinho se escap¨® de Stamford Bridge en un carro de lavander¨ªa

Ocurri¨® el 6 de abril del 2005 en un partido frente al Bayern Munich. El pol¨¦mico entrenador del Chelsea ten¨ªa proh¨ªbido por la UEFA acudir a los vestuarios durante dos encuentros seguidos por acusar al ¨¢rbitro sueco Anders Frisk y al entrenador del Barcelona de haber mantenido una conversaci¨®n en los vestuarios durante el descanso del partido que enfrentaba al club catal¨¢n y al londinense.

El asistente del portugu¨¦s, Baltemar Brito, asegur¨® que Mourinho no asistir¨ªa al partido de ida, sino que lo ver¨ªa por televisi¨®n. Sin embargo, el diario ingl¨¦s The Times asegura hoy que Mourinho acudi¨® al estadio y se escondi¨® en los vestuarios.

El t¨¦cnico fue sancionado con dos partidos despu¨¦s de que el 23 de febrero acusase al colegiado sueco Anders Frisk y al entrenador del Barcelona, el holand¨¦s Frank Rijkaard, de haber mantenido una conversaci¨®n en los vestuarios durante el descanso. Mourinho insinu¨® entonces que aquella conversaci¨®n tuvo una incidencia directa en decisiones posteriores del ¨¢rbitro, como la expulsi¨®n de Didier Drogba. Un funcionario de la UEFA calific¨® de "enemigo del f¨²tbol" al entrenador, que, convencido de haber sido injustamente sancionado, decidi¨® desafiar la sanci¨®n porque estaba convencido de que el contacto directo con los jugadores ayudar¨ªa al equipo a ganar al Bayern.

Seg¨²n The Times, Mourinho vio la primera parte de aquel encuentro de cuartos de final por televisi¨®n desde los vestuarios y se comunic¨® por radio o tel¨¦fono con los t¨¦cnicos de su equipo que estaban en el banquillo. Algunos comentaristas de televisi¨®n se fijaron entonces en que Rui Faria, el responsable del estado f¨ªsico de los jugadores, ten¨ªa un extra?o pliegue en la gorra que pod¨ªa deberse a que llevaba debajo un cable unido a un auricular.

Unos funcionarios de la UEFA sospecharon que algo extra?o estaba ocurriendo y decidieron bajar al t¨²nel, pero para entonces los jugadores ya hab¨ªan vuelto a los vestuarios. Conscientes de haber sido descubiertos, los del Chelsea recurrieron a un m¨¦todo de comunicaci¨®n m¨¢s rudimentario durante la segunda parte. As¨ª, se vio a Silvinho Louro, otro de los t¨¦cnicos del equipo de Mourinho, hacer varios viajes entre el banquillo y los vestuarios y regresar con papeles, que luego pasaba a sus compa?eros. Al final del encuentro, que el Chelsea gan¨® por 4 goles a 2, nadie vio a Mourinho, que se hab¨ªa metido supuestamente en un gran carro de lavander¨ªa para abandonar el estadio y regresar al hotel. Seg¨²n los ¨ªntimos, el t¨¦cnico estaba tan orgulloso de su estratagema que en los entrenamientos del d¨ªa siguiente brome¨® al respecto ante sus jugadores.

En una biograf¨ªa de reciente publicaci¨®n, Mourinho se ufana de haber burlado otra sanci¨®n durante su etapa en el FC Porto enviando mensajes a sus ayudantes "mediante un peque?o y sofisticado equipo de telecomunicaciones".