Messi rompe al Villarreal
El argentino, excelso, y un gol en fuera de juego de Henry, desmontan al equipo castellonense y rubrican el pase del Barcelona a las semifinales
Era la noche de Ronaldinho. Los flashes, todas las miradas, estaban puestas en la figura del brasile?o, que estrenaba suplencia en el Camp Nou. Pero no. El ansiado regreso del '10' fue eclipsado por un fen¨®meno de apenas 1'70, de caminar cansino, parco en palabras pero inmenso sobre los terrenos de juego. "El d¨ªa de ma?ana podr¨¦ decir a mis hijos que jugu¨¦ con Messi", afirmaba Thierry Henry durante la pretemporada. No se equivoca Tit¨ª. El argentino, colosal, con la pelota cosida al pie, hizo trizas a un Villarreal que soprendi¨® por su escaso bagaje y su conservador planteamiento inicial. La majestuosa actuaci¨®n de la La Pulga permiti¨® a su equipo, el Barcelona, alcanzar las semifinales de la Copa del Rey y vislumbrar un atisbo de luz al final del t¨²nel.
El Bar?a sali¨® decidido a por el partido. Desde el pitido inicial, los hombres de Frank Rijkaard hicieron suyo el esf¨¦rico y apenas concedieron opciones al Villarreal, que a diferencia del domingo pasado en el Bernab¨¦u, donde domin¨® el choque ante el Real Madrid, renunci¨® a dictar el tempo. Sin crear excesivas ocasiones de gol, pero con Iniesta y Messi muy inspirados, el equipo azulgrana recurri¨® a dos de sus jugadores franquicia para romper el encuentro. El primero, en perfecta alianza con Deco, gan¨® el pulso a la medular rival, destemplada y lejos de su nivel habitual. El segundo, plet¨®rico, excelso, tritur¨® la defensa castellonesa con sus fintas, su desborde y su endiablada velocidad.
El choque comenz¨® con susto para el Villarreal. La zancada y la visi¨®n perif¨¦rica de Henry dejaron completamente solo a Iniesta ante la porter¨ªa de Diego L¨®pez, pero el manchego dispar¨® alto. Aletargado, esperando las acometidas del Barcelona, el equipo de Pellegrini tan s¨®lo inquiet¨® la pl¨¢cida noche de Vald¨¦s en jugadas espor¨¢dicas. Ante el estatismo de Tommasson y el bloqueo de Nihat, fue Rossi el argumento ofensivo m¨¢s poderoso. El italiano desarbol¨® a la zaga azulgrana al filo del cuarto de hora con un excelente recorte y su tiro, envenenado, bes¨® el lateral de la red para alivio de la parroquia local. Contagiada por el renqueante juego del Bar?a, las gradas del Camp Nou empezaron a cobrar vida con Messi. Qui¨¦n sino.
Messi impone la chispa
Superada su lesi¨®n en el pie y con m¨¢s ritmo, el argentino estuvo espl¨¦ndido. Aunque en ocasiones abus¨® de la conducci¨®n, La Pulga desmont¨® progresivamente al Villarreal con un f¨²tbol descarnado, sin complejos, cargado de descaro. La osad¨ªa propia de un genio. Prob¨® la combinaci¨®n con Bojan, ensay¨® el disparo con insistencia para tumbar el muro de Diego L¨®pez y deleit¨® con su pr¨¢ctica preferida, el 'eslalom'. Acarici¨® el gol en varias ocasiones, pero la figura del arquero rival se interpuso en su camino. Tambi¨¦n lo hizo Cygan, desesperado, permanente fuera de sitio y desnudo ante el inmenso talento de Messi. Contundente, en toda su extensi¨®n, el central franc¨¦s se aferr¨® a t¨¦cnicas m¨¢s propias del rugby -como el placaje- para frenar el vendaval.
Encerrado en su ¨¢rea, el Villarreal perdi¨® definitivamente la cara al encuentro cuando a falta de cinco minutos para el final de la primera mitad, Deco golpe¨® el bal¨®n con rosca para que Henry, en fuera de juego, cabecease a la red y desequilibrase la balanza. El franc¨¦s, letal, no desaprovech¨® el obsequio de su oponente. Tampoco lo hizo Messi, que convirti¨® los minutos finales en un verdadero calvario para el Villarreal. Forz¨® la incuestionable expulsi¨®n de Cygan -a pesar de las reticencias iniciales de Mejuto Gonz¨¢lez-, e instantes despu¨¦s, lanz¨® una falta a la que Diego L¨®pez respondi¨® con una est¨¦tica estirada.
Vuelve Ronaldinho
Con el tropiezo de San Mam¨¦s todav¨ªa presente, el Barcelona salt¨® al c¨¦sped en la segunda mitad con la intenci¨®n de liquidar la contienda lo m¨¢s r¨¢pido posible. El empuje azulgrana tan s¨®lo cedi¨® protagonismo por unos segundos, cuando Ronaldinho emprendi¨® su primer calentamiento en la banda del Camp Nou. Los aplausos al brasile?o se trasladaron r¨¢pidamente al terreno de juego, donde Henry pudo ampliar la renta con un manso remate a las manos del arquero rival. S¨ª marc¨® en el 55', pero Mejuto apreci¨® la posici¨®n irreglamentaria del delantero galo y anul¨® el gol.
Con las espadas en todo lo alto, pero el Villarreal lastrado por su inferioridad num¨¦rica, el colegiado pit¨® un inexistente penalti sobre Bojan, al que apenas roz¨® Diego L¨®pez. En su noche de gloria, Messi asumi¨® galones y ejecut¨® la pena m¨¢xima, pero el guardameta gallego adivin¨® la intenci¨®n y puso un ligero borr¨®n en la hoja de servicios del astro argentino. De ah¨ª al final, apenas un par de apariciones intrascendentales de Ronaldinho y algo de suspense. El que imprimi¨® el conjunto castellonense con dos balones al ¨¢rea en el tiempo a?adido que ataj¨® con autoridad un concentrado Vald¨¦s. La intervenci¨®n del portero azulgrana pon¨ªa el ep¨ªlogo. El Barcelona, a costa de un desconocido Villarreal y en un peligroso escarceo con el todo o la nada, toma aire. Conserva el pen¨²ltimo cartucho.
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