El Valladolid acaricia la permanencia

El Valladolid se anot¨® tres puntos esenciales para sus aspiraciones de lograr la permanencia de forma matem¨¢tica e inaugur¨® un verdadero calvario para el Levante (0-3), un equipo hundido, sin moral, que deber¨¢ buscar motivaciones no se sabe bien d¨®nde para afrontar los ¨²ltimos siete encuentros de Liga. Los jugadores locales contemplaron c¨®mo el Valladolid acaricia la permanencia y ni tan siquiera pudieron ofrecer un buen partido a sus aficionados, uno de las pocos objetivos que le queda a la plantilla.

El Levante juega ya sin opciones, pero ello no le ha permitido quitarse la presi¨®n. Sus futbolistas estuvieron visiblemente atenazados, incapaces y, visto lo visto hoy en el Ciudad de Valencia, lo que queda de Liga se adivina un verdadero calvario para el conjunto de De Biasi. El escaso atractivo del encuentro se esfum¨® al cuarto de hora, que fue lo que dur¨® el empuje del Levante. Como en las ¨²ltimas jornadas, los errores en las pocas acciones de peligro acabaron por desmoralizar a los valencianos, que cedieron la iniciativa y pr¨¢cticamente regalaron el encuentro. En el minuto 4 de juego, Riga tuvo dos magn¨ªficas ocasiones de forma consecutiva. La primera un cabezazo que mand¨® directamente a las manos de Asenjo y la segunda un mano a mano con el meta del Valladolid que tambi¨¦n desperdici¨®.

Durante los primeros instantes de juego, el Levante tuvo m¨¢s profundidad en su juego, con un gran Juanma que cre¨® peligro siempre que entr¨® en contacto con el bal¨®n, aunque no tuvo apoyos. Por su parte, el conjunto castellano-leon¨¦s aguant¨® con entereza estas acometidas y sigui¨® presionando en pr¨¢cticamente todo el campo en busca de una buena ocasi¨®n de contraataque, una oportunidad que lleg¨® en el minuto 17 gracias a una jugada personal de Pedro L¨®pez, que recorri¨® la banda derecha, regate¨® a Castedo dentro del ¨¢rea y dispar¨® mal con la zurda a las manos de Reina.

Llorente prolonga su buena racha

El conjunto pucelano no dej¨® de merodear el ¨¢rea local y, en el veinticuatro, obtuvo el premio del gol. Fue obra de Llorente, aunque con la colaboraci¨®n del portero del Levante (hoy debutaba con el primer equipo) que no logr¨® atajar un disparo lejano de ?lvaro Rubio. Este tanto fue la puntilla que acab¨® con la maltrecha moral de la plantilla levantinista. Desde este momento hasta el final de la primera mitad, s¨®lo una volea de Juanma y un taconazo de Baraja despertaron al p¨²blico local de su letargo. Los jugadores de De Biasi se marcharon al vestuario cada uno por su lado, sin mirarse ni hablarse, con la cabeza gacha y gesto confuso, a medio camino entre la resignaci¨®n y la rabia.

En la segunda mitad, el Valladolid ni siquiera tuvo rival, apaliz¨® al Levante casi sin querer. Los valencianos salieron al campo descompuestos, sin iniciativa, y s¨®lo se acercaron a la porter¨ªa rival en un par de ocasiones gracias de nuevo a Juanma o el empuje de canteranos como Iborra. De este partido s¨®lo quedar¨¢n para el recuerdo los golazos que marcaron V¨ªctor en el minuto 59 (0-2) y Borja en el 88 (0-3). El primero fue un espectacular tanto de vaselina que se col¨® en la porter¨ªa de Reina tras impactar en el larguero y el segundo un misil por la escuadra. La parroquia local abuche¨® incluso al delantero ghan¨¦s Mustapha Riga cuando fue sustituido, el m¨¢ximo goleador del equipo y protagonista indiscutible de los ¨¦xitos del Levante en las dos ¨²ltimas temporadas.