Boonen vence en el 'Infierno del Norte'

Tom Boonen, campe¨®n mundial en Madrid 2005, consigui¨® su segunda victoria en la cl¨¢sica Par¨ªs-Roubaix tras batir al esprint a sus compa?eros de fuga, el suizo Fabian Cancellara y el italiano Alessandro Ballan. Tres a?os despu¨¦s de alcanzar su primer triunfo en el "Infierno del Norte", Boonen estren¨® su historial del 2008 imponi¨¦ndose con autoridad a dos velocistas de excepci¨®n. El belga recorri¨® los 259,5 kil¨®metros, con los famosos 28 tramos de adoquinado, en 5h58:42.

A 70 kil¨®metros de la llegada se hab¨ªa formado en cabeza un grupo de 35 corredores en el que estaban Boonen, Cancellara, O'Grady, Hoste, Ballan, Devolder, Hincapie y Nuyens, al que se hab¨ªa incorporado, tras un largo esfuerzo de caza, Juan Antonio Flecha, segundo el a?o pasado. El belga Stijn Devolver, reciente vencedor de la Vuelta a Flandes, aprovech¨® el desorden originado por una ca¨ªda en un sector de pav¨¦s para intentar la fuga a 50 kil¨®metros de la llegada. Un grupo de siete, con el defensor del t¨ªtulo, Stuart O''Grady, Boonen, Cancellara y Ballan, sali¨® en su busca, mientras Flecha se quedaba en un segundo grupo de 22 corredores. O'Grady dio caza a Devolder y lleg¨® con el belga a un r¨¢pido acuerdo para darse relevos, pese a lo cual fueron reducidos minutos despu¨¦s. El primer pelot¨®n con Flecha, que se hab¨ªa visto involucrado en una ca¨ªda, estaba a 1:14 a 40 kil¨®metros del final.

El siguiente corte, a 30 km. de meta, fue el decisivo y lo protagonizaron Ballan (Lampre), Cancellara (CSC) y Boonen (Quick Step), tres grandes unidos en fuga, que cobraron r¨¢pidamente una ventaja de 45 segundos sobre el cuarteto perseguidor, que poco despu¨¦s se dio por vencido. El tr¨ªo delantero, integrado por excelentes rematadores, logr¨® un margen suficiente para asegurarse de que nadie m¨¢s pod¨ªa disputarles la victoria y se marcaron estrechamente por espacio de 20 kil¨®metros, aprestando las piernas para un esprint a muerte en el vel¨®dromo. Ballan desencaden¨® la ¨²ltima batalla pero Boonen, que se hab¨ªa reservado en los ¨²ltimos kil¨®metros, surgi¨® desde atr¨¢s como una exhalaci¨®n para adjudicarse su segunda victoria en la cl¨¢sica francesa.