Edurne Pasaban, tentaciones de himalayista

No parece que Edurne Pasaban (Tolosa, Pa¨ªs Vasco; 1973) acabe de regresar de una doble expedici¨®n al Himalaya junto al equipo de 'Al filo de lo imposible', en su carrera por convertirse en la primera mujer que consigue coronar las catorce monta?as m¨¢s altas del planeta. Se muestra animada y habladora, a pesar del rev¨¦s sufrido hace unos d¨ªas en el Shisha Pangma (China, 8.043 m).

Le ha dejado una sensaci¨®n agridulce, ya que unos d¨ªas antes, coronaba el Manaslu (Nepal, 8.163 m) el pasado 5 de octubre, su und¨¦cimo ochomil. La fuerza y motivaci¨®n con las que se baj¨® de ¨¦ste las barri¨® un fort¨ªsimo e incesante viento, que apenas le permiti¨® acercarse a su segundo objetivo de la expedici¨®n, patrocinada por Movistar y TVE.

Darse la vuelta fue dif¨ªcil. "Esto es una carrera, es verdad. Pero nuestro deporte es muy arriesgado y tenemos que ser conscientes de ello. Tomar la decisi¨®n de darnos la vuelta en el Shisha ha sido duro, pero un buen alpinista se caracteriza por tomar este tipo de decisiones".

Esta duod¨¦cima cumbre le habr¨ªa dado ventaja en la disputa por ser la primera mujer en culminar la llamada carrera de los 14 ochomiles. La alemana Gerlinde Kanterbrunner, buena amiga de Edurne, la iguala con once cimas, mientras la italiana Nives Meroi suma diez. Pero "no hay sensaci¨®n de pique", aclara Edurne, "aunque es obvio que las tres estamos detr¨¢s de los 14. Ojal¨¢ las tres podamos acabar esta carrera", concluye, consciente del riesgo, m¨¢s o menos controlado, que siempre se asume en cada expedici¨®n. Por ejemplo, sufrir nuevas congelaciones.

La p¨¦sima meteorolog¨ªa que tuvieron en el Shisha -temperaturas de -20 grados, vientos de hasta 60 km/h- le hizo resentirse de las lesiones que arrastra desde el K2, en 2004. Tambi¨¦n porque en el Manaslu tampoco acompa?¨® el tiempo. El equipo pas¨® dos semanas encerrado en las tiendas del campo base, para despu¨¦s esprintar hasta la cima cuando se abri¨® la ¨²nica ventana de bonanza meteorol¨®gica. Haber soportado dicha espera es un valor que tambi¨¦n se trae del Himalaya.

Pregunta. ?Qu¨¦ has aprendido en esta expedici¨®n?

Respuesta. Hay que tener mucha paciencia en la monta?a. Han sido 15 d¨ªas de no podernos mover del campo base y ha sido muy duro. ?ramos ocho personas en el grupo, y algunos se desesperaban y se pon¨ªan muy nerviosos, pensaban en tirar la toalla. Lo m¨¢s dif¨ªcil ha sido lidiar con esto, que una persona no afectase al equilibrio de todo el grupo.

P. ?C¨®mo se combate la espera?

R. Era desesperante. Mucha lectura, pasar mucho tiempo dentro de la tienda cada uno a lo suyo, alguna pel¨ªcula por la tarde en el ordenador...

P. ?Te sorprendi¨® el Manaslu?

R. T¨¦cnicamente era como lo esperaba. Me hab¨ªan dicho que era muy peligrosa por temas de avalanchas, y con nosotros se ha portado muy bien. La parte final s¨ª es muy delicada. Todo el mundo nos dec¨ªa que estaba inaccesible. Hac¨ªa mucho viento y estaba peligrosa, pero tuvimos una ventanita sin viento y aprovechamos para llegar a la cumbre. El resto de expediciones no estaban llegando hasta all¨ª, se quedaban en la antecima.

P. Qu¨¦ pas¨® despu¨¦s en el Shisha Pangma?

R. Mientras est¨¢bamos en el Manaslu, nuestra agencia consigui¨® los permisos para el 8 de octubre, as¨ª que cuando bajamos fuimos directamente al Shisha. No hab¨ªa nadie en la monta?a y la temporada estaba muy avanzada. La temperatura baj¨® much¨ªsimo a partir del d¨ªa 10. No nevaba, pero los vientos eran muy fuertes, entre 50 y 60 kil¨®metros por hora.

P. ?Tanto te cost¨® decir que no?

R. S¨ª, para m¨ª fue muy duro, porque me encontraba fuerte, muy motivada, es lo que me fastidi¨® de tomar la decisi¨®n. Pero el viento no bajaba, ten¨ªa los pies resentidos por el fr¨ªo y empec¨¦ a pensar que pod¨ªa sufrir congelaciones de verdad. Eso significaba no poder hacer nada en seis meses y que me jugaba intentar el Kangchenjunga el a?o que viene. As¨ª que me dije 'no peques por afici¨®n y vete para casa'.

P. 2009 puede ser decisivo ?Intentar¨¢s culminar los 14 ochomiles?

R. De momento no he planteado el a?o que viene, no est¨¢ estructurado, excepto que en primavera voy al Kangchenjunga seguro. Luego quedar¨ªan el Shisha y el Annapurna, que va a requerir bastante esfuerzo, porque no es una monta?a muy alta pero s¨ª muy peligrosa por la nieve. No s¨¦ bien si afrontarla en primavera o en oto?o. Tengo que consultarlo.

P. Imagina que consigues tu objetivo. ?Despu¨¦s qu¨¦?

R. No lo s¨¦, es una especie de miedo que tengo, porque ahora estoy disfrutando mucho con esto. Monta?a no voy a dejar de hacer, pero no s¨¦ qu¨¦ proyecto de vida llevar¨¦. Dejar de llevar este ritmo de entrenar, ir de aqu¨ª para all¨¢, me va a aparecer raro. Me preocupa este tema, no creas, porque no lo s¨¦ ni yo... (risas).