El Sevilla baja a la tierra

El M¨¢laga trunc¨® el momento dulce que atravesaba el Sevilla en la Liga, en la que a¨²n desconoc¨ªa lo amargo que sabe una derrota. Manolo Jim¨¦nez lo hab¨ªa advertido antes del partido de la Copa de la UEFA frente al Stuttgart. Tanto az¨²car pod¨ªa acabar empachando. El t¨¦cnico sevillista acert¨® en su predicci¨®n.Ayer, el cuadro de Antonio Tapia baj¨® al Sevilla de la nube de algod¨®n en la que se hab¨ªa instalado con la misma f¨®rmula que ven¨ªa aplicando el de Nervi¨®n: paciencia, eficacia y una impecable colocaci¨®n sobre el c¨¦sped.

El M¨¢laga situ¨® a sus jugadores como si fueran piezas de un futbol¨ªn. Todas sus l¨ªneas parec¨ªan atravesadas por un hilo invisible. Si Jes¨²s G¨¢mez daba un paso a la derecha, el movimiento se transmit¨ªa hasta Calleja, en el lateral opuesto, y la defensa se mov¨ªa en bloque. La coreograf¨ªa del conjunto malague?o acab¨® por ahogar la salida del bal¨®n de los centrocampista del Sevilla. Maresca, cerebro sevillista, tuvo un d¨ªa fat¨ªdico. Ni un s¨®lo de sus pases lleg¨® al destinatario. Y cuando los sevillistas abandonan el control del c¨ªrculo central, el equipo se resiente.

El Sevilla se qued¨® sin ideas, incapaz de encontrar una rendija por la que colarse en la s¨®lida defensa del M¨¢laga. Anulado el medio del campo y olvidadas las bandas, -s¨®lo Jes¨²s Navas, y en contadas ocasiones, trat¨® de adentrarse por la orilla derecha-, el cuadro local opt¨® por bombardear el centro de la zaga rival. Pero H¨¦lder Rosario y Weligton rechazaron una y otra vez sus ataques.

El M¨¢laga se fue adue?ando del encuentro. Apo?o repart¨ªa las cartas a uno y otro lado, estirando el campo como un chicle. Y Nacho aprovechaba los espacios que le dejaban en la izquierda para hacer la vida imposible a Crespo, que acab¨® descoyuntado en el lateral derecho. Por ah¨ª se col¨® Adri¨¢n para recibir un pase de Nacho y batir a Palop. Luis Fabiano, anulado durante 25 minutos, respondi¨® con una jugada individual y una vaselina a Arnau que se encontr¨® con el larguero. ?Reaccionaba el Sevilla? M¨¢s bien, buscaba una soluci¨®n de urgencia, incapaz de crear espacios para sus delanteros. Desquiciado como estaba el Sevilla, lo mejor que le pod¨ªa pasar era coger aire en el descanso. Jim¨¦nez movi¨® ficha y dio entrada a Romaric y Chevant¨®n en lugar de Maresca. El equipo de Nervi¨®n se lanz¨® a recuperar el bal¨®n que le hab¨ªa robado el M¨¢laga en la primera mitad.

Arnau empez¨® a intervenir m¨¢s veces de las que quisiera Tapia. Su equipo comenz¨® a perder la geometr¨ªa. El t¨¦cnico sevillista ech¨® m¨¢s le?a al fuego y sacrific¨® Crespo en beneficio de Chevant¨®n, dejando el flanco derecho de la defensa completamente libre. No tuvo el resultado esperado y los nervios se apoderaron del Sevilla. Adriano vio la tarjeta roja por un codazo en la cara a Jes¨²s G¨¢mez mientras el delantero uruguayo se encaraba con todo ser viviente.

Ante la alteraci¨®n nerviosa de los sevillistas, el M¨¢laga ofreci¨® serenidad. El cuadro de Tapia continu¨® en sus trece: tranquilidad y organizaci¨®n a partes iguales. Sin renunciar nunca al ataque. De hecho, Palop evit¨® en dos ocasiones el 0-2 (primero, en un cara a cara con Adri¨¢n; y despu¨¦s con Luque). Lo que no pudo evitar fue que Adri¨¢n rompiera su marca de imbatibilidad en el Sevilla, nique su equipo sumara la primera derrota de la temporada ante un M¨¢laga tan organizado como eficaz.

Jim¨¦nez: "El M¨¢laga ha hecho un partido muy t¨¢ctico, muy feo"