Osasuna pierde la cabeza

La perseverancia tiene recompensa. No est¨¢ exenta de sufrimiento eso s¨ª. Si no que se lo pregunten a los aficionados vallisoletanos. Ni con un tres a cero a favor, pierde el Valladolid de Mendilibar sus se?as de identidad. Todo lo contrario le sucede a Osasuna. La inexperiencia de quien aborda un partido con una ventaja desmesurada, tiene en la otra parte el aliciente de la remontada. Y eso que la situaci¨®n no auguraba una reacci¨®n semejante. Cuando apenas hab¨ªa transcurrido un cuarto de hora, un renacido Dady desempolvaba las redes de la porter¨ªa visitante. Delante de ellas, no estaba Asenjo, detalle importante. El autor de la asistencia no era otra que Pu?al. Director del empuje osasunista, destru¨ªa una y otra vez la barrera violeta. Primero se asoci¨® con Dady, que aprovech¨® el despiste de Garcia Calvo para rematar ajustado al palo, y m¨¢s tarde con Nekounam. El iran¨ª, socio inamovible del capit¨¢n rojillo, empalmaba un preciso centro de Pu?al y relajaba las pulsaciones del Reyno de Navarra. Se cre¨ªa con los tres puntos Osasuna, y lo pag¨® a largo plazo.

El Valladolid por su parte, no se desesper¨®. Concienciado de las posibilidades de su juego, se rearm¨® y pis¨® con peligro el ¨¢rea navarra. El problema de las acometidas del equipo de Mendilibar era su desenlace. Mientras que Osasuna ten¨ªa en Dady una referencia fruct¨ªfera, Victor no era capaz de superar a los centrales osasunistas. Merced a esa frustraci¨®n, el Valladolid se desinflaba por momentos. Y ese aire perdido empujaba directamente a los de Camacho hacia la meta de Villar. El bal¨®n sin embargo no ten¨ªa un due?o que lo reclamase. Pu?al y Nekounam se intercambiaban la pelota con Vivar Dorado y Mendunjarin ajenos a lo que suceder¨ªa despu¨¦s.

A pesar del 2-0, el tiempo de descanso no enfri¨® los ¨¢nimos de los rojillos. Dady acumulaba en sus botas toda la p¨®lvora de un Ezquerro peleado con el gol, pero que trastocaba una y otra vez los movimientos de los centrales visitantes. En una de esas interferencias encontr¨® Dady el pasillo deseado. Solo frente a Villar, perforaba de disparo cruzado por segunda vez en su cuenta particular, las redes del Valladolid. En ese preciso instante, algo cambi¨®. El Valladolid se enrabiet¨® y Osasuna cometi¨® el error de consent¨ªrselo. Empezando por Roberto. El meta rojillo que hasta el momento s¨®lo hab¨ªa intervenido en un potente disparo de falta de Pedro Le¨®n, se confi¨® ante Ogbeche y permiti¨® que el delantero sueco introdujera a la red no s¨®lo el bal¨®n, tambi¨¦n la rabia de un Valladolid que comenzaba a carburar.

El partido se volvi¨® loco. Osasuna segu¨ªa sin pensar que los tres puntos podr¨ªan escaparse y el Valladolid cada vez los sent¨ªa m¨¢s cerca. Hizo m¨¦ritos el conjunto de Mendilibar y la fortuna lo tuvo en cuenta. Goitom fue pararrayos. De nuevo por alto Osasuna demostr¨® que a pesar del fichaje del imponente Sergio, le queda mucho por mejorar en este apartado. Miguel Fla?o, en su ¨ªmpetu por despejar el bal¨®n fuera de su ¨¢rea, se equivocaba de trayectoria y pon¨ªa el 3-2 en un marcador al que le faltaba aun un movimiento. Algo que Osasuna segu¨ªa sin contemplar. Y eso que en sus filas Plasil y Dady eran una pesadilla constante para Prieto y Garc¨ªa Calvo. Las defensas no eran capaces de imponerse y cuando eso sucede, ning¨²n entrenador es capaz de controlar sus pulsaciones. El que parec¨ªa dispuesto a disparar las de Camacho era Ogbeche. Y as¨ª lo hizo. Por tercera vez, un centro al ¨¢rea pamplonica terminaba con la pelota en el fondo de la porter¨ªa de Roberto. Los tres puntos hab¨ªan menguado y de alargarse el partido incluso hubieran desaparecido.