El Sevilla gana el primer asalto

La Copa del Rey, un torneo que se iba depreciando en Espa?a, tiene en San Mam¨¦s su hornacina m¨¢s singular. Vac¨ªa durante muchos a?os, pero intacta. Tanto que ayer incluso decidi¨® aparcar la Liga, convertida de pronto en una competici¨®n molesta, para preparar el sue?o del mi¨¦rcoles. Joaqu¨ªn Caparr¨®s no se cort¨® un pelo: los titulares, al banquillo o a casa, y los suplentes y los olvidados, a jugar, incluidos dos chicos de los equipos B y C rojiblancos. Caretas fuera. Todo por el mi¨¦rcoles, cuando el Sevilla y el Athletic vuelvan a cruzarse en el partido de vuelta de la semifinal de la Copa. Caparr¨®s ten¨ªa una sola cosa en la cabeza. Manuel Jim¨¦nez ten¨ªa dos. De ninguna manera pod¨ªa entregar el partido de Liga cuando defiende un puesto en la Champions. As¨ª que cada cual defendi¨® sus ambiciones proponiendo un partido absolutamente desigual

M¨¢s que un enfrentamiento t¨¢ctico, era un debate psicol¨®gico t¨¢ctico en el que Caparr¨®s le traslada a Jim¨¦nez la responsabilidad moral de ganar. Con casi todo sobre el campo, el Sevilla asumi¨® el mensaje sin pesta?ear y sin demasiada dificultad someti¨® al Athletic a un asedio que, de salida, pareci¨® abusivo. La movilidad de Capel y Perotti, dos revoltosos en acci¨®n, y la sabidur¨ªa de Kanout¨¦ parecen suficientes argumentos para que el Sevilla impusiera su jerarqu¨ªa y se hiciese con el partido a las primeras de cambios.

Y, ?z¨¢s!, marc¨® el Athletic tras una sucesi¨®n de rechaces hasta que Gabilondo se anticip¨® a su compa?ero Gurpegui y bati¨® a Palop. Ninguna explicaci¨®n, ning¨²n argumento, pero el Athletic, presuntamente entregado, daba un sopapo espectacular a su rival, sentando al Sevilla en el m¨¢s confuso de sus divanes.

El mundo al rev¨¦s: el de casa jugaba como el de fuera y viceversa, y ganaba el de fuera, que, en realidad, era el de casa. Hasta que lleg¨® Kanout¨¦ y tom¨® el mando. Un centro de Romaric lo mat¨® el delantero mal¨ª con una elegancia supina antes de batir a Armando. Y, por si la defensa no lo hab¨ªa visto bien, lo repiti¨® al iniciarse la segunda mitad con otro gesto id¨¦ntico entre dos centrales para volver a batir a Armando.

Buscaba San Mam¨¦s a Llorente, pero el delantero rojiblanco estaba en la grada, reservado y preservado por Caparr¨®s, que no quer¨ªa riesgo alguno. Dos formas de responder al compromiso; dos esperanzas distintas. Jim¨¦nez apost¨® por Kanout¨¦ y el delantero le dio el partido, los tres puntos que le afianzan en el tercer puesto de la Liga. Caparr¨®s se lo guard¨® para el mi¨¦rcoles y perdi¨® el partido. 1-0 para el Sevilla en el doble duelo de San Mam¨¦s.

El debate psicol¨®gico le dur¨® al Athletic apenas media hora. Luego, abandon¨® la consulta. Capel le hab¨ªa roto las costillas con sus galopadas y gambeteos, Romaric le hab¨ªa quitado el bal¨®n, Perotti le hab¨ªa sorprendido con su juego zascandil y Kanout¨¦ hab¨ªa ense?ado los galones en cuanto fue necesario.

En cuanto el Sevilla enfil¨® el partido, Jim¨¦nez comenz¨® a refrescar el equipo. Se dir¨ªa que el t¨¦cnico sevillista s¨®lo pens¨® en la Copa cuando Kanout¨¦ hizo el segundo gol; Caparr¨®s, antes de que empezara. El debate est¨¢ abierto. Seg¨²n el resultado del mi¨¦rcoles, las decisiones de ayer recibir¨¢n una u otra sentencia.

El Athletic fue una peque?a caricatura de s¨ª mismo: mucha coraza f¨ªsica, poco f¨²tbol, casi ning¨²n remate y algunos caracoleos de Susaeta que llevarse al recuerdo. Nunca San Mam¨¦s se le hizo tan grande al Athletic y tan peque?o al rival. Nunca la porter¨ªa se le hizo tan peque?a a Toquero en el ¨²ltimo minuto. En ese posible gol comenzaba el partido del mi¨¦rcoles.