Barra libre para Brawn GP

La primera carrera del mundial dej¨® una cosa clara adem¨¢s de la evidente velocidad de los Brawn GP: que la destreza de los pilotos seguir¨¢ decidiendo carreras. Barrichello lo padeci¨® pese a un aler¨®n casi irrompible, aunque sali¨® airoso; Nakajima, tambi¨¦n, al estrellarse contra un muro. Por muy r¨¢pidos que puedan llegar a ser los b¨®lidos ingleses, cualquier error en pista les vuelve terrenales, vulnerables. Asequibles a cualquier escuder¨ªa que no porte el pol¨¦mico difusor. No obstante, si no hay pilotos por delante, la victoria es casi segura. Sin un solo contratiempo, Jenson Button hizo llorar a su padre al conseguir la segunda victoria de su carrera deportiva; su equipo, una exhibici¨®n de fuerza y regularidad con el segundo puesto de Barrichello. Dos avisos muy a tener en cuenta para Ferrari, McLaren, Renault y BMW si deciden pujar por un mundial que se prev¨¦ el m¨¢s apretado de la ¨²ltima d¨¦cada.

La batalla comenz¨® con tangana en la salida. Jenson Button, autor de la 'pole', sali¨® a defender su posici¨®n de l¨ªder a toda costa; no as¨ª su compa?ero. Rubens Barrichello engran¨® mal y fue literalmente devorado por Vettel, Kubica y Rosberg, que ya le esperaban con el acelerador pisado a fondo incluso antes del pistoletazo. Ferrari, consciente del potencial del BGP001, se lanz¨® tambi¨¦n sobre el brasile?o hasta alcanzarle en la primera curva. El KERS dio resultado, pero justo ah¨ª empez¨® el baile, con el acoso de Felipe Massa a Barrichello. El brasile?o de Brawn titube¨® y en apenas tres segundos provoc¨® el primer l¨ªo de la temporada. Webber, Heidfeld, Sutil y Kovalainen, que tuvo que seguir el resto de la carrera desde el box. De Alonso, ni rastro.

El piloto asturiano no consigui¨® sacar tajada del lapsus de Barrichello. Atac¨® con lo que pudo, pero termin¨® decimotercero tras un paseo por la grava de Albert Park. Y entre tanto estropicio, el reinado de Jenson Button. El piloto de Brawn GP aprovech¨® la ausencia de rivales para exprimir su revolucionario difusor y convirti¨® la carrera en un paseo militar sin m¨¢s incidente que el provocado por Nakajima en la vuelta 18. El piloto japon¨¦s de Williams se tir¨® a fondo en una curva, pis¨® el arc¨¦n y acab¨® estrellado contra el muro. Otra muestra m¨¢s de que el difusor es eficaz, pero no milagroso. El reguero de piezas azules y blancas oblig¨® a los comisarios a abrir el sem¨¢foro al safety. Button dec¨ªa adi¨®s a su diferencia con Vettel y Kubica.

La nueva normativa permit¨ªa que los equipos pasaran por el pit-lane pese a la presencia del coche de seguridad en pista, pero la exigencia de los neum¨¢ticos lisos hizo flaco favor a Renault. Nelsinho Piquet, con las gomas fr¨ªas, fue el damnificado: su coche se sali¨® de la trazada en la vuelta 24 tras rozarse con el Williams de Nico Rosberg y concluy¨® su periplo austral con una estela la escapatoria de la primera curva. Todo lo contrario que Alonso, que concluy¨® sexto, y Lewis Hamilton, que protagoniz¨® una de las grandes actuaciones del d¨ªa. Parti¨® con el compuesto superblando para asegurar el agarre y la buena temperatura y comenz¨® su escalada, favorecido por el estropicio de Barrichello al inicio y los problemas de sus rivales, y acab¨® con los duros cuando m¨¢s se necesitaban. Al final, cuarto. Toda una lecci¨®n

A¨²n m¨¢s sorprendente que la abrumadora victoria de Button fue el duelo a muerte de Kubica y Vettel. A falta de tres vueltas para el final, el desgaste de los neum¨¢ticos del Red Bull era tan evidente que el polaco inici¨® el ataque. La paciencia premiaba al piloto de BMW, pero el toro rojo del alem¨¢n no se dej¨® adelantar. En el primer acoso del centroeuropeo se rozaron los coches, se destroz¨® la aerodin¨¢mica y la carrera dijo adi¨®s para ambos. Tambi¨¦n para el resto. Volv¨ªa el coche de seguridad, pero en el tiempo en que los organizadores limpiaron la pista, la cita se hab¨ªa acabado, revelando a un discreto Rubens Barrichello como subcampe¨®n.

Al final, Brawn GP se adjudic¨® toda la gloria y dej¨® el infortunio en el garaje de Ferrari, que repiti¨® el fracaso de 2008. Button y Barrichello monopolizaron Melbourne con un doblete al que se le puede poner un dato relevante: el cara a cara que el ingl¨¦s tiene pendiente todav¨ªa con alguno de los grandes. Mientras tanto, disfrutar¨¢ de su triunfo, y Hamilton y Alonso, entre dos aguas, tendr¨¢n que afinar para poder contener el empuje del primer l¨ªder de la temporada.