El Madrid gana tanto como aburre
El equipo de Juande, otra vez un tost¨®n, mantiene su candidatura al t¨ªtulo con dos grandes apuntes de Higua¨ªn y Guti ante un inofensivo Valladolid
Muermo a muermo, el Madrid se mantiene como candidato al t¨ªtulo. Tedio a tedio, el equipo engorda sus estad¨ªsticas, muy por encima de lo que merece la obra, en la misma medida que Juande Ramos y muchos de sus futbolistas acotan su futuro en el club. En tiempos de emergencias, el Madrid se sostiene encadenando bodrios. Resulta impensable que en junio se pueda mantener semejante gui¨®n. Ni siquiera si se alcanza la cima del t¨ªtulo. Instituciones de la naturaleza del Madrid o el Bar?a no pueden agarrarse exclusivamente al consuelo del trono. Su her¨¢ldica demanda mucho m¨¢s. En estos imperios las exigencias son mayores: ganar es un deber, un f¨²tbol placentero, una obligaci¨®n. Hay todo un rastro de equipos tan victoriosos como aburridos. Este Madrid es uno de ellos. No seduce ni tras 15 encuentros consecutivos sin perder.
Real Madrid 2 - Valladolid 0
Real Madrid: Casillas; Miguel Torres, Pepe, Cannavaro (Gago, m.61), Heinze; Lass, Sneijder (Van der Vaart, m.74), Robben, Higua¨ªn; Ra¨²l y Huntelaar (Guti, m.61).
Valladolid: Asenjo; Pedro L¨®pez, Luis Prieto, I?aki Bea, Marcos; Borja (Aguirre, m.82), ?lvaro Rubio, Pedro Le¨®n (V¨ªctor, m.76), Escudero, Cannobio (Ogbeche, m.87) y Goitom.
Goles: 1-0, m.44: Ra¨²l. 2-0, m.82: Robben
?rbitro: Rafael Ram¨ªrez Dom¨ªnguez, del Comit¨¦ Andaluz. Mostr¨® tarjeta amarilla a Luis Prieto (m.17), a Cannavaro (m.59), Gago (m.65) y Guti (m.87)
Incidencias: encuentro correspondiente a la trig¨¦sima jornada de Liga disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 70.000 espectadores. Fabio Cannavaro luci¨® un brazalete negro en memoria de las v¨ªctimas del terremoto que sacudi¨® una zona de Italia esta semana.
Frente al Valladolid, el campe¨®n actual fue tan plano como contra el M¨¢laga o el Almer¨ªa, sus tibios adversarios anteriores. De nada sirvi¨® que Juande prescindiera de un tap¨®n, Gago, en favor de un jugador m¨¢s geom¨¦trico como Sneijder. El t¨¦cnico pudo juntar as¨ª a sus cuatro delanteros: Robben, Higua¨ªn, Huntelaar y Ra¨²l. No encontr¨® remedio contra el tost¨®n y el equipo, con un 4-1-4-1, se parti¨® en dos. Otra vez se hizo kilom¨¦trico entre Casillas y Huntelaar. Si las l¨ªneas no se acercan, las distancias se alargan, los delanteros desatienden la vuelta atr¨¢s y los laterales se encogen ?m¨¢s si se trata de Torres y Heinze, que a veces defienden y casi nunca suman en ataque?.
Con esta puesta en escena, confiado en su tr¨¢nsito triunfal, el Madrid fue un desgobierno, un equipo pelmazo. Lo mismo que su oponente, t¨ªmido al inicio e inofensivo cuando se anim¨® ante el pasteleo madridista. El Valladolid no fue el equipo divertido e inescrutable que hab¨ªa causado impacto en muchas jornadas. Le falta chicha ofensiva y sus atajos hacia el gol son las jugadas con la pelota detenida, para las que dispone de dos ejecutores reputados: Pedro Le¨®n y Canobbio. En Chamart¨ªn no hubo rastro de su repertorio, salvo un c¨®rner lanzado a la media hora por el primero que Pepe desvi¨® de cabeza sobre la raya de gol y el bal¨®n, por casualidad, acab¨® en las manos de Casillas.
El equipo pucelano se abanicaba con la pelota; el Madrid no ten¨ªa respuesta, con Huntelaar a la espera de la nada, Ra¨²l sin br¨²jula y Robben dislocado. No son pocas las jornadas en las que al extremo holand¨¦s le deja a oscuras su propia sombra. En medio del sopor, un dilema entre la hinchada de Chamart¨ªn: c¨®mo dar una silbatina a un equipo tan resultadista. Cuando un sector comenzaba a decantarse por la bronca, irrumpi¨® Higua¨ªn, el Houdini de la plantilla. El argentino, crecido tras su extraordinario sprint de La Rosaleda, hizo los dos ¨²nicos solos de la tarde hasta que Guti, el otro ilusionista del grupo, el penitente de Juande, cit¨® a Robben con el gol tras un magn¨ªfico pase de trazo muy largo y muy preciso. El sello Guti.
Visto el chasco de partido, Higua¨ªn se anim¨® por su cuenta. Tiene turbo, as¨ª que se arranc¨® en carrera frente a Pedro L¨®pez y su remate a toda pastilla fue atrapado por Asenjo ante la llegada de Ra¨²l. A la segunda, a una campanada del descanso, se infiltr¨® entre Escudero y Marcos, que le esposaban junto a la banda derecha, y su asistencia fue agradecida por Ra¨²l, otra vez atento. Los chicos de Mendilibar se quedaron aturdidos, incr¨¦dulos, como tantos otros equipos, ante el gran sudoku de la Liga: de nuevo el Madrid por encima sin haber pesta?eado. Cuesti¨®n de pegada.
El equipo blanco, pese a tantos alfileres, la tiene. En esta Liga de rebajas, a muy pocos les distingue. Hoy, la clase media ha perdido cartel. Nada extra?o. Al fin y al cabo, en la gran pasarela s¨®lo est¨¢ el Bar?a, por mucho que la constancia d¨¦ vuelo al Madrid, cuyo segundo acto fue un calco del primero. De la nader¨ªa sac¨® petr¨®leo Guti, de vuelta a la escena tras sus desencuentros con Juande o de Juande con ¨¦l, qui¨¦n sabe. En medio del hast¨ªo general, mientras Goitom se retorc¨ªa por el pasto por un presunto pisot¨®n de Pepe, el 14 enhebr¨® un rebote, levant¨® la vista y dej¨® a Robben enfilado ante Asenjo. El holand¨¦s celebr¨® el emboque como si fuera la d¨¦cima.
Hubo quien se acord¨® de felicitar al asistente. Ya se sabe que el planeta Guti no contenta a todos y suele agitar un debate que hoy, visto lo visto, deber¨ªa ser secundario. Al Madrid le hacen falta m¨¢s de un Guti y un t¨¦cnico que no considere secundarios los placeres de este juego. Ganar as¨ª no basta como coartada para justificar un ¨¦xito, para aspirar a la perpetuidad. Afortunadamente, no le sirvi¨® a Capello. Lamentablemente, hoy, Chamart¨ªn tambi¨¦n bosteza.
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