El valor de la urgencia

Una de las cuestiones capitales en una serie trata sobre la urgencia. Viajera infatigable, va de un lado a otro cambiando de equipo, alternando ¨¢nimos y dejando marcas. El Bar?a se present¨® en Vitoria con ella pegada al no poseer la ventaja de campo, y el tiro de Basile se la pas¨® al Tau, que afront¨® el segundo acto toda la presi¨®n del mundo. Por si no fuera suficiente, le tuvo que hacer frente con una mala noticia, el maltrecho estado f¨ªsico de Splitter, que adem¨¢s de su lesi¨®n en el hombro da la sensaci¨®n de tener el dep¨®sito de reservas limitado. Y todav¨ªa pas¨® un susto m¨¢s a mitad del segundo cuarto, cuando Teletovic pisaba a Grimau y se ten¨ªa que ir al vestuario con toda la pinta de no volver. Lo hizo en el meridiano del tercero, m¨¢s que nada por cuestiones an¨ªmicas y aunque no tuvo una especial incidencia, su sola presencia puso algo de paz en los inquietos corazones vitorianos. A todo ello tuvo que hacer frente el Tau y lo resolvi¨® bien, siempre dando la impresi¨®n de una mayor intensidad que sus rivales y llevado de la mano de Prigioni y Mickeal, a los que el primer partido de la final dej¨® dejado ansiosos. Prigioni y Mickael pincharon el pasado jueves, y no son gente, sobre todo Prigioni, al que le guste escurrir el bulto. En muchos momentos se carg¨® al equipo a la espalda como corresponde a su jerarqu¨ªa, lo que evit¨® males mayores.

El partido en su primer tiempo fue un calco a lo ocurrido en el encuentro inaugural. Sali¨® muy enchufado el Tau, al que Xabi Pascual, entrenador azulgrana, intent¨® buscar las cosquillas con un quinteto poco habitual, con Anderson, Ilyasova y Santiago queriendo repetir la autoridad debajo de los tableros que se vislumbr¨® hace dos d¨ªas. La jugada, a pesar de la ausencia de Splitter, no le sali¨® bien, y un poco a trancas y barrancas, y ayudado porque s¨®lo Navarro encontraba soluciones en el lado del Bar?a, los vitorianos pusieron algo de tierra por medio (23-14, minuto dos del segundo cuarto). Entre Sada, que meti¨® algo m¨¢s de revoluciones a su equipo, y el pasajero desconcierto que provoc¨® la lesi¨®n de Teletovic, el Barcelona pudo estabilizar el encuentro antes de irse al descanso (33-33).

El tiempo corr¨ªa a favor de los azulgranas, mucho menos presionados que sus rivales en la necesidad de la victoria, por lo que el Tau opt¨® por meter una marcha m¨¢s a su intensidad defensiva. Como pas¨® en el tercer partido contra el Madrid, la presencia de Vidal y San Emeterio, unido a que Splitter muy inteligentemente derrochaba el 90% de su energ¨ªa en intimidar a cualquiera que atacase su canasta, volvi¨® a coger el mando de las operaciones. Al Bar?a se le sec¨® su producci¨®n anotadora y fue siempre a remolque.

Lleg¨® el turno de la definici¨®n y el 10% de energ¨ªa que le quedaba a Splitter lo us¨® para dos movimientos del manual de juego de espaldas a canasta mientras que Rakocevic, siempre ansioso por tener el protagonismo cerraba el partido con dos triples (68-57, a tres minutos para el final). Lakovic clav¨® otros dos (71-67, a un minuto) pero dos milagros en 48 horas son demasiados. Al final, pudo m¨¢s la necesidad, y la urgencia, tan dispuesta a cambiar de aires, vuelve a girar su mirada sobre el Bar?a de cara al tercer partido del martes.