Un problema de trompetas

En la portada del tr¨ªptico aparece un le¨®n con una cabellera propia de una serie manga, se reparte en las ciudades sede de este evento y menciona todo aquello que el espectador debe respetar al comprar su entrada y, al tiempo, de las recomendaciones y sugerencias de la organizaci¨®n. Habla de la conducta que hay que seguir en el estadio. Hoy, el de Mangaung se llenar¨¢ para presenciar el partido Sur¨¢frica-Espa?a. Dicen que la afici¨®n local, los seguidores de los Celtics de Bloemfontein, son los m¨¢s animosos de este pa¨ªs. "El campo ser¨¢ una caldera", avisa el central, Matthew Booth.

En el tr¨ªptico recuerdan a los aficionados que los responsables del campo est¨¢n para servir y recomiendan llegar dos horas antes al estadio, ense?ar la entrada cuando se exija, sentarse ¨²nicamente en el sitio fijado en su boleto, cooperar durante los cacheos, no entrar en ¨¢reas prohibidas, dejar las salidas de emergencia sin obst¨¢culos y los pasillos de las gradas libres. Tambi¨¦n advierte que no conviene fumar durante los partidos salvo en zonas autorizadas y recuerda la prohibici¨®n tajante de consumir bebidas alcoh¨®licas, que no se pueden grabar im¨¢genes del partido y difundirlas despu¨¦s sin permiso de la organizaci¨®n, que nos se tolerar¨¢ el consumo de drogas -la marihuana se fuma por todos los rincones del pa¨ªs- ni actitudes racistas en las gradas. Adem¨¢s, advierte que est¨¢ terminantemente prohibido saltar al campo as¨ª como orinar fuera de los lavabos, y el uso de fuegos artificiales, seguir el partido de pie sobre los asientos, entrar con animales, objetos contundes que pudieran generar riesgos para el resto de asistentes o tan voluminosos que no puedan ser guardados debajo del asiento .

?frica no est¨¢ tan lejos. De hecho, muchas de las prohibiciones y consejos del documento que reparte la organizaci¨®n deber¨ªan ser tenidos en cuenta en la mayor¨ªa de campeonatos europeos, incluida la Champions League, porque no se cumplen.

La vuvuzelas, en cualquier caso, le dan el toque singular. Est¨¢n autorizadas para martirio, principalmente, de los jugadores suplentes. "Es un infierno, me vuelven loco", ha dicho G¨¹iza. Son unas trompetas larguiruchas de muchos colores que los aficionados al f¨²tbol hacen sonar interrumpida e insoportablemente durante el 99% del partido. No son m¨¢s inaguantables que los c¨¢nticos de las barras argentinas -ese "oooooh, Argentina, yo te quiero", por ejemplo- que perforan el cerebro a los espectadores durante los partidos y, se supone, alcanza tanto efecto entre los jugadores como el sonido trompetero en los estadios africanos. No se proh¨ªbe cantar a los argentinos, as¨ª que no est¨¢ claro que la FIFA acabe con la peculiar forma de animar de los surafricanos en el pr¨®ximo Mundial. Cuentan que el sonido de estas trompetas recuerda a las que anunciaban la llegada del tren que llevaba a los negros de vuelta a sus guetos tras el toque de queda durante los duros y largos a?os del deleznable sistema de discriminaci¨®n racial surafricano.

Hoy se mide Espa?a con los bafana-bafana y sabe lo que le espera: Una caldera con sonido de trompeta. Una simple cuesti¨®n cultural: Si hay partido, hay trompetas. Y para la FIFA, eso parece mayor problema que un c¨¦sped seco.