Un r¨¦cord que retrata a Espa?a
La selecci¨®n, que lleva 35 partidos sin perder, logra su 15? victoria consecutiva, una marca que nadie hab¨ªa logrado
A falta de adversarios con hueso, a Espa?a le basta con cierta firmeza para batir r¨¦cords y multiplicar su predicamento futbol¨ªstico . De momento, para eso le ha servido la primera fase de la Copa Confederaciones, en la que ayer, ante Sur¨¢frica, encaden¨® su 15? victoria, un registro que jam¨¢s hab¨ªa logrado selecci¨®n alguna, y cerr¨® su 35? encuentro sin perder, una marca que iguala la conseguida por Brasil entre diciembre de 1993 y enero de 1996. Dos datos que certifican el extraordinario tr¨¢nsito de una selecci¨®n que ha alcanzado cotas impensables hace no muchos a?os, cuando su aspecto resultaba deprimente. Hoy no defrauda: gana con una asiduidad pasmosa y, lo que es m¨¢s relevante, sin renunciar a un estilo que despierta a¨²n m¨¢s admiraci¨®n que sus estad¨ªsticas. Frente a Sur¨¢frica le sirvi¨® un poco de rigor y el picante justo a la espera de que el torneo alcance su graduaci¨®n a partir del mi¨¦rcoles, cuando dirimir¨¢ la semifinal.
Espa?a 2 - Sur¨¢frica 0
Espa?a: Reina; Puyol, Piqu¨¦, Albiol, Arbeloa; Busquets, Xavi Hern¨¢ndez, Cesc, Riera (Cazorla, m.79); Fernando Torres (Llorente, m.60) y Villa (Pablo Hern¨¢ndez, m.60).
Sur¨¢frica: Khune; Gaxa, Mokoena, Booth, Masilela; Pienaar, Sibaya (Mashego, m.80), Mhlongo, Dikgacoi, Modise; y Parker (Tshabalala, m.90).
Goles: 1-0, m.51: Villa. 2-0, m.71: Llorente.
?rbitro: Howard Webb (ING). Mostr¨® cartulinas amarillas a Albiol (23) y Piqu¨¦ (56) por Espa?a, y a Sibaya (4), Modise (52) y Dikcagoi (53) por Sud¨¢frica.
Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo A de la Copa Confederaciones, disputado en el Free State Stadium de Bloemfontein ante la presencia de 38.000 espectadores.
Ante un rival de pierna fuerte, mucha lija y poco punto de mira, Espa?a se despleg¨® de forma algo funcionarial. Gobern¨® la pelota sin la velocidad necesaria para agrietar a Sur¨¢frica, cobijada siempre con nueve futbolistas por detr¨¢s de la pelota. Espa?a anestesi¨® demasiado el juego, sin ese punto de excitaci¨®n que suele poner la guinda al toque-toque. Desiertos los laterales, por donde no irrumpieron con peso Puyol y Arbeloa, el equipo de Del Bosque se hizo un embudo, para festejo de los defensas locales, un tanto paquid¨¦rmicos como para ser agitados en exceso. Es una tacha que ya se produjo ante Irak. Sin extremos puros en la n¨®mina, Del Bosque es m¨¢s partidario de utilizar volantes con vocaci¨®n de interiores que dejan aire para la incorporaci¨®n de los laterales o bien para los movimientos a las orillas de Villa y Torres. La p¨®cima no siempre resulta, sobre todo si los laterales no empujan, los medios de su costado no se asocian y los puntas no cogen vuelo. No supo explotar la veta de Riera, un futbolista con enorme gancho cuando pega a la pelota, y capaz tambi¨¦n para el regate. A falta de remo por fuera, la selecci¨®n se hizo un nudo por el centro, donde, de espaldas al gol, Villa y Torres se quedaron a menudo a la intemperie.
La falta de pegada de los surafricanos tampoco contribuy¨® a que Espa?a metiera una marcha superior. Al igual que ante Nueva Zelanda e Irak, el equipo, obligado por el cartel, se vio obligado a jugar un partido de ida, sin vuelta. Sur¨¢frica es un grupo tan abnegado como sus otros rivales de grupo, aunque con mayor forraje muscular. Atrincherados junto a su ¨¢gil guardameta, se sintieron en otro planeta cuando la distensi¨®n espa?ola les encarril¨® hacia Reina. En algunos tramos, m¨¢s de lo que cab¨ªa esperar por la diferencia entre ambas selecciones.
Sur¨¢frica s¨®lo despeg¨® tras recibir el azote de Villa, lo que pod¨ªa dejar al anfitri¨®n fuera del torneo en caso de victoria iraqu¨ª. El tanto espa?ol lleg¨® con la misma partitura del primer tramo. Fue precedido por el asalto m¨¢s eficaz de un volante espa?ol al ¨¢rea africana. Cesc lleg¨® a la carrera y un defensa local le zancadille¨®. Villa se estrell¨® ante Khune, el h¨¦roe local, cuya parada result¨® atronadora en un estadio con las trompetas a todo volumen, una ac¨²stica ensordecedora. La respuesta del siete espa?ol fue instant¨¢nea y magn¨ªfica. Segundos despu¨¦s de fallar el penalti, el ariete del Valencia recibi¨® de espaldas un pase templado y sutil de Riera. El asturiano acolch¨® la pelota con el pecho y, sin que ¨¦sta aterrizara, se gir¨® en el aire y remat¨® con la zurda al poste izquierdo de su anterior verdugo. Un gol estupendo que permiti¨® a Del Bosque continuar con su terapia de grupo. Dio salida a Llorente y Pablo Hern¨¢ndez, los ¨²nicos, junto al tercer portero, Diego L¨®pez, que a¨²n no hab¨ªan jugado. El vasco tuvo tiempo de sumar y, por primera vez en toda la tarde, de silenciar el Free State, lo que parec¨ªa una quimera, que recuper¨® el pulso tras conocer el patinazo de Irak, lo que sostiene al anfitri¨®n en el campeonato. Ning¨²n aspaviento m¨¢s necesit¨® Espa?a, inmaculada hacia las semifinales sin haber tenido que exponer su mejor versi¨®n. Despejados los teloneros del campeonato, en las dos pr¨®ximas citas Espa?a necesitar¨¢ a todos. En realidad, para el campe¨®n de Europa el torneo comienza el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, ya sea contra la imperial Brasil, el actual campe¨®n del mundo (Italia) o el vigente campe¨®n de ?frica (Egipto).
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