La agon¨ªa de los luchadores
Navarro pierde 12-10 tras m¨¢s de cuatro horas de partido y Mayer arrolla a Hern¨¢ndez
Victor Hanescu se calla cuando de su boca sale un nombre: Iv¨¢n Navarro. El s¨¢bado 20 apenas ha comenzado y el tenista rumano, n¨²mero 28, cede un sitio en su coche oficial para un periodista perdido. El hombre, 198 cent¨ªmetros, apenas cabe en el asiento y se muestra dispuesto a la charla hasta que le preguntan qui¨¦n es su rival de primera ronda: "Iv¨¢n Navarro, que est¨¢ jugando muy bien", dice como quien pronuncia un maleficio. Inmediatamente se coloca los cascos del Ipod y ya no vuelve a hablar en todo el trayecto. Ha reconocido el peligro de enfrentarse a lo que ¨¦l fue hasta hace poco tiempo: tenista de la generaci¨®n del 81; Navarro, el n¨²mero 68, lleva una vida peligrosa y sacrificada, siempre dirigi¨¦ndose hacia la red como una bala; siempre poniendo los ahorros en viajar a Australia para no haber pasado nunca una ronda en el primer grande del a?o; siempre jugando por poder decir, por ejemplo, que ha competido en Wimbledon. Un tipo duro que se ha llevado a Hanescu hasta el quinto set, cuatro puntos de partido a favor incluidos, jugando de frente contra el fuego enemigo: siempre en la red, siempre para adelante, saque-volea como los de antes. Ha perdido (3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 10-12), pero dejando 4h 12m de encuentro irrepetible.
Navarro, semifinalista sobre la hierba de 's-Hertogenbosch la semana pasada, s¨®lo ha pasado la primera ronda de uno de los cuatro grandes: Roland Garros. ?Qu¨¦ le hace seguir viajando hasta ellos? "Que luch¨¦ toda mi vida por jugarlos; que los principios en el tenis son duros, dif¨ªciles, sobre todo cuando no est¨¢s sobrado de dinero; que ah¨ª, luchando contra los mejores, disfrutas...que el otro d¨ªa me dec¨ªa mi padre, '?qui¨¦n me iba a decir a mi que iba a estar en Wimbledon?", cuenta el tenista tras su partido, agotado y sudoroso, roto. "Estoy doblado", explica. "He salido del partido bastante jorobado, pero estoy tan cansado que a¨²n no lo he asumido", prosigue. "Yo siempre intento mejorar y esto no se acaba aqu¨ª. Me queda el dobles. Aqu¨ª, te malacostumbras: antes iba a hoteles de 40 euros, com¨ªa de men¨²...en torneos satelites y futures, si viajas con entrenador, para no perder dinero tienes que salir campe¨®n, porque tienes que pagarte el avi¨®n, el hotel y se ganan 800 euros".
Antes de que Navarro firme su triste oda al tenis ofensivo, ?scar Hern¨¢ndez, 'el guindi', se duele de la espalda y pierde contra el argentino Mayer: 6-0, 6-0 y 6-3. "Me mueve que es obligatorio jugar", explica Hern¨¢ndez, un tenista honrado que viaja a todos los grandes pese a una estad¨ªstica directamente contraria a su amor por el juego: s¨®lo super¨® la primera ronda de Australia en una ocasi¨®n; jam¨¢s la de Wimbledon ni la del Abierto de Estados Unidos. "Hace a?os, lo pas¨¦ mal en lo econ¨®mico", reconoce con su pelo pincho de marca bien de punta. "Tienes que jugar muchos torneos en Espa?a por dinero, para poder salir del pa¨ªs y jugar torneos m¨¢s grandes, si no te ayudan. Cuando entras entre los cien mejores del mundo, la cosa mejora", contin¨²a. "Yo ya me he acostumbrado a alternar los grandes torneos con los del circuito Challenger. No me digo, 'vaya mierda'. Ah¨ª estoy m¨¢s c¨®modo. Esto, Wimbledon, me gusta menos que nada. Pero nada, nada, nada". Hern¨¢ndez puede pagarse ahora el Tara Compthorne hotel, en pleno centro de Londres, donde los lujosos coches de la organizaci¨®n se acercan a buscarle, como a Hanescu. Hubo un tiempo, sin embargo, en el que no le pareci¨® extra?o lo contrario. Albert Monta?es, por ejemplo, ahorraba el dinero que le proporcionaba Roland Garros para alojamiento qued¨¢ndose en el apartamento de unos amigos. Hoy, como n¨²mero 33, es dudoso que lo siga haciendo. Ma?ana juega contra el argentino Ca?as para seguir creciendo.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.