Vuelta a la tierra
Parec¨ªa que Espa?a no quer¨ªa irse de Sur¨¢frica o que intentaron alargar el partido al m¨¢ximo para acercarse al duelo so?ado, a ese duelo contra Brasil que deb¨ªa dirimir la supremac¨ªa en el f¨²tbol de selecciones. En un encuentro ante Sur¨¢frica dominado por el tedio a lo largo de dos tercios del mismo, la selecci¨®n despert¨® con los goles de G¨¹iza para irse a por el resultado y no dejar el torneo con un sabor amargo. Tercera plaza, el deber cumplido y unas merecidas vacaciones esperando en el autob¨²s que llevaba a la expedici¨®n rumbo al vuelo ch¨¢rter que le devolv¨ªa a Espa?a. Sobre si el resultado es mucho o poco, siempre estar¨¢ condicionado a la expectativa creada. Parec¨ªa que esta Copa Confederaciones era una competici¨®n hecha para acabar midiendo a Espa?a con Brasil o Italia, con los grandes, con un escal¨®n dif¨ªcil en las semifinales que acab¨® confirm¨¢ndose como la puerta decisiva y que nos dej¨® decepci¨®n, sorpresa y un recuerdo para no olvidar el car¨¢cter imprevisible de este juego llamado f¨²tbol.
Si hay que buscar el negro del torneo, dir¨ªamos que la incapacidad para resolver un partido contra Estados Unidos con oportunidades, pero sin una dosis aceptable de juego fluido. Es verdad que en un encuentro similar Espa?a vencer¨ªa en nueve de 10 veces, pero tambi¨¦n lo es que ¨¦sta ha sido la conclusi¨®n a la que hemos solido llegar aqu¨¦llos que nos quedamos en puertas de todo lo grande a nivel de selecciones. Es ese peque?o detalle el que separa a los que llegan a la final de los que suelen verla por la tele. De todas formas, comprobar que la selecci¨®n no es imbatible y que los nuestros son tambi¨¦n de carne y hueso y se equivocan en un cruce defensivo, en un remate claro, en un pase sencillo, es una experiencia interesante cuando hab¨ªamos llegado a unos niveles en los que pens¨¢bamos que ten¨ªamos por seleccionados a los clones de Superm¨¢n. Son humanos y por eso todo lo que han conseguido es tan fant¨¢stico por su perfecci¨®n, por el disfrute generado, por la admiraci¨®n suscitada. Pero siguen siendo hijos de la tierra. S¨ª hay que localizar lo positivo de la experiencia, la vivencia acumulada para el pr¨®ximo Mundial, el conocer de primera mano lo que significa el cambio de hemisferio y de clima que lleva consigo una fase final en el hemisferio sur; el aprendizaje adquirido referente a comidas, hoteles, campos de entrenamiento e incluso las redes de amistad tendidas en estos d¨ªas y que, qui¨¦n sabe, pueden ser decisivas dentro de 12 meses.
Tal vez les pueda parecer un tema menor, ya que da la sensaci¨®n de que el f¨²tbol es igual en todos los campos y que todas las sedes son similares cuando no id¨¦nticas. Mi experiencia me cuenta que no es as¨ª, que hay lugares de entrenamiento donde te encuentras mejor, que hay hoteles que se adaptan mejor al grupo, que el lugar que hace de campamento base puede generar tanta energ¨ªa positiva que ayude a cargar las pilas de unos jugadores que llegan a estos torneos con su carga de energ¨ªa muy baja. Y Espa?a se ha permitido recorrer Sur¨¢frica aprendiendo de cada paso. Una experiencia que ha permitido a los nuestros acercarse a los leones y a los elefantes, tocarlos y vivir una experiencia ¨²nica. Aunque para fieras temibles, las que ya hacen cola a la puerta de Mundial 2010. ?sa es la verdadera prueba, ¨¦sa es la Copa que queremos lograr.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.