Cavendish tambi¨¦n gana la und¨¦cima etapa
Nocentini sigue l¨ªder
El brit¨¢nico Mark Cavendish (Columbia) confirm¨® su monopolio del sprint al igualar con su cuarto triunfo de etapa su marca de la edici¨®n anterior, en esta ocasi¨®n en la und¨¦cima, disputada entre Vatan y Saint Fargeau, de 192 kil¨®metros, jornada de transici¨®n que mantuvo al italiano Rinaldo Nocentini con el maillot amarillo. Cavendish, que recuper¨® el maillot verde, se mostr¨® imperial al sprint, una vez m¨¢s sin rival, implacable a la hora de aplicar su punta de velocidad al perfecto trabajo de su equipo en la preparaci¨®n de la llegada. El chico de la Isla de Man, ha quemado la moral de la lista de esprinters en el presente Tour de Francia.
La recta de llegada "picaba" en alto. No fue un obst¨¢culo para "Cav", aunque le cost¨® un golpe m¨¢s de ri?¨®n que en las tres victorias anteriores. Super¨® al estadounidense Tyler Farrar (Garmin) y al bielorruso Yahudeni Hutarovich (Francaise), con un tiempo de 4h.17.55. Oscar Freire, cuarto, se volvi¨® otra tarde al hotel con la miel en los labios, como Thor Hushovd, quinto. Los favoritos, bien gracias. Tambi¨¦n est¨¢n viviendo de una semana fant¨¢stica. El lunes descanso, el martes huelga y el mi¨¦rcoles paseo. Lo mismo llegan nuevos a los Alpes. La general, entonces, no sufri¨® alteraci¨®n. Nocentini sigue luciendo el maillot amarillo, le sigue Alberto Contador a 6 segundos y el m¨ªtico Lance Armstrong a 8. Los ilustres piensan en la etapa del viernes. Y en no caerse en este tipo de etapas.
"Ya s¨¦ que estas etapas son aburridas por televisi¨®n, pero en carrera hay nervios. Lo importante es evitar percances", asegur¨® Contador. La carrera se lanz¨® en la peque?a localidad de Vatan, cuya pronunciaci¨®n sirve para mandar "por ah¨ª" a cualquiera. De ah¨ª, precisamente, que los habitantes de este id¨ªlico lugar est¨¦n licenciados en sentido del humor. Tienen el primer Museo del circo de toda Francia. Y all¨ª llegaron por primera vez en la historia 170 artistas del Tour, esta vez con auriculares, justo el d¨ªa despu¨¦s de una excelsa representaci¨®n circense en la fiesta nacional.
En el men¨² un perfil llano y dos cotas de cuarta para una etapa de las llamadas de transici¨®n, como todas en la presente edici¨®n exceptuando la cronometrada por equipos de la cuarta etapa. El recorrido, bueno para un esprint; el paisaje, muy agradable, salpicado de lagos, castillos, campos de cereal seco y bosques. Nada mejor para una fant¨¢stica excursi¨®n. Despu¨¦s de un comienzo nervioso, trufado de ca¨ªdas, una pasarela que cruza la carretera se vino abajo en el kil¨®metro 14. Susto enorme que oblig¨® a dar una segunda salida. Superado el incidente saltaron del grupo dos voluntarios para marcar el ritmo y evitar la siesta en el pelot¨®n: un p¨ªvot belga, techo del pelot¨®n de nombre Johan Van Summerem (Silence), de 1,97 metros, y el veterano, y sin embargo debutante polaco de 33 a?os, Marcin Sapa (Lampre).
Una ventaja de 4 minutos en el kil¨®metro 73 proporcion¨® solidez a la fuga y alivio para Contador, Armstrong y el resto de sus muchachos del Astana. Los de Bruyneel se aprovecharon un d¨ªa m¨¢s del trabajo de sus equipos gregarios, l¨¦ase el Ag2r del l¨ªder Nocentini, empe?ado en lucir el amarillo al menos un par de d¨ªas m¨¢s y el Columbia del insaciable Cavendish, quien anda peleado con la afici¨®n local. El d¨ªa del traslado a Limoges no le gust¨® el retraso del avi¨®n y en la sala de embarque "raj¨®" de la eficacia de los franceses. Alguien le oy¨® y a partir de ahora es improbable que haga amigos en este pa¨ªs.
A un marat¨®n de la in¨¦dita meta de Saint Fargeau, 42,195 kil¨®metros, el se?or motorizado de la pizarra marc¨® a tiza una renta de 1.50 minutos. Misi¨®n imposible para el belga y el polaco, rebasados sin piedad por la marabunta a 5.000 metros del sue?o dorado. La guardia pretoriana del Columbia es tan implacable como su brazo ejecutor cuando impone su tren. La llegada fue un calco de las anteriores. Si acaso, por mor de una ligera elevaci¨®n de la carretera en los metros finales, un poco m¨¢s emocionante. El americano Farrar salt¨® desde atr¨¢s como un cohete, en apuesta ganadora. Lleg¨® a superar por unos cent¨ªmetros a Cavendish, pero el brit¨¢nico tir¨® de su amplio repertorio para demostrar que es el rey indiscutible del esprint en los tiempos actuales. El sucesor de Cipollini En Saint Fargeau nada nuevo bajo el sol. Una localidad de 1.800 habitantes dotada de un impresionante castillo y un Museo del sonido, donde se exhibe una sala en memoria de la c¨¦lebre cantante francesa Edith Piaf, la de "Rien de rien", tema que puede aplicarse perfectamente a las ¨²ltimas jornadas. Nada de nada. Y pocos ven "La vida en rosa". Ni Contador.
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