El D¨¦por se exprime y llega a la cima

Asumidas sus limitaciones, el Deportivo se manej a con la honestidad propia de los equipos que quedan en el recuerdo y se muestra como un conjunto maduro y trabajado, capaz de plantear problemas a rivales que atesoran m¨¢s talento en el uno por uno porque Lotina explota el talento colectivo para exprimir a sus jugadores y llevarles al m¨¢ximo nivel. Derrotaron al Sevilla, al mismo equipo que hace quince d¨ªas derrot¨® al Madrid y present¨® su candidatura a todos los t¨ªtulos que se le pongan por delante. Sigue cuarto el Deportivo, que alcanza en la tabla a su oponente y empieza a so?ar con cotas cercanas a las que lleg¨® cuando endeudarse no parec¨ªa un problema para Lendoiro.

Ahora las cosas son diferentes, pero la gesti¨®n del t¨¦cnico y el esfuerzo de sus jugadores han devuelto la ilusi¨®n a Riazor. Tambi¨¦n, porque no, el bagaje del presidente, que sostuvo al entrenador cuando hace dos a?os el equipo estaba en el pozo. La gente ha vuelto al estadio, sabe que no encontrar¨¢ ni los goles de Bebeto, ni la sabidur¨ªa de Mauro, ni el talento de Fran o Djalminha, pero ahora recibe otros valores. Hay tanto cuajo que Lotina ya se anima incluso a armar retoques puntuales para mejorar el rendimiento grupal. Ven¨ªa de ganar tres de tres en las ¨²ltimas jornadas, pero al t¨¦cnico no le gust¨® la comodidad con la que armaban el juego los rivales y busc¨® soluciones en la primera l¨ªnea de presi¨®n. Valer¨®n pen¨® por ello y sali¨® del once ya hace unas jornadas, tambi¨¦n Lassad, que adem¨¢s llegaba de un periplo con la selecci¨®n de T¨²nez. Juan Rodr¨ªguez tom¨® ese puesto, sin tanta clase, pero con el doble de esfuerzo. Y a d¨ªa de hoy el Deportivo s¨®lo le gana al Sevilla arrimando el hombro. Lo hizo el malague?o y el resto de l¨ªneas, siempre juntas, con la zaga a la distancia justa de Aranzub¨ªa como para apurar al talento sevillano.

Lotina plante¨® un partido pleno de emboscadas, de ayudas y solidaridad defensiva, una apuesta inc¨®moda para todos, que demandaba un gran desgaste y que apenas dej¨® resquicio a las llegadas al ¨¢rea. Juan Rodr¨ªguez marc¨® en el minuto 38 en el primer tiro entre los tres palos de cualquiera de los dos equipos y el Sevilla no encontr¨® a Aranzub¨ªa hasta cinco minutos despu¨¦s del descanso. Para entonces el D¨¦por ya hab¨ªa podido marcar dos goles m¨¢s porque Guardado mand¨® arriba un disparo desde la frontal y Javi Varas sac¨® de manera inveros¨ªmil un testarazo de Riki en la ¨²ltima acci¨®n de la primera parte.

Ante las dificultades para sacar la pelota con limpieza, el Sevilla se abandon¨® a Negredo, un tit¨¢n pleno de confianza, que ve el gol en cada pelota que le llega. Pero la desventaja en el marcador abri¨® otro escenario. Entr¨® Valer¨®n para encontrar el ¨²ltimo pase en una contra porque el Sevilla se hab¨ªa lanzado hacia delante de tal manera que, con media hora por delante, aquello parec¨ªa un todo o nada propio del descuento. Demasiado desgaste como para que el partido siguiera tan cerrado como deseaba el Deportivo. Algunos jugadores acabaron extenuados, por ejemplo Antonio Tom¨¢s, que corri¨® por varios y que no consigui¨® que sus m¨²sculos llegaran al final. Pero su posici¨®n por delante de la zaga la asumi¨® Juan Rodr¨ªguez, que es como una navaja suiza, empez¨® el partido en la mediapunta, pas¨® a la banda derecha cuando entr¨® en el campo Valer¨®n y acab¨® de referencia defensiva en la medular haciendo coberturas a medio equipo. Por el camino marc¨® el gol del triunfo.