Ha llegado 'D10s'
Maradona, al frente de Argentina, coincide con el Madrid en el hotel de concentraci¨®n
Hace falta un autob¨²s para trasladar al s¨¦quito de Diego Armando Maradona. El veh¨ªculo, de 50 plazas, recogi¨® la carga este lunes al mediod¨ªa en Barajas y la deposit¨® en un hotel de cinco estrellas en la localidad madrile?a de Mirasierra, en donde permanecer¨¢ hasta el amistoso que jugar¨¢n Espa?a y Argentina, el s¨¢bado en el Calder¨®n.
Cuando Maradona descendi¨® al frente de la comitiva, visiblemente malhumorado, lo esperaban cuatro camar¨®grafos y un hombre calvo, de mediana edad, que tuvo la mala idea de pasarle la mano sobre los hombros con intenci¨®n afectuosa. Dicen que Maradona tiene muchas man¨ªas, y una de ellas es evitar por todos los medios que le toquen el lomo. Permite que le toquen la cintura, pero nunca m¨¢s arriba.
El seleccionador argentino, que se encuentra en fase expansiva, voluminoso, no aminor¨® la marcha pero abri¨® la boca mientras encaraba la puerta del albergue. Fue un gesto de gran fuerza esc¨¦nica. Con los a?os, y va para 50, al Pelusa le han crecido ap¨¦ndices por todo el cuerpo. Este lunes exhibi¨® sus nuevos labios, como dos mejillones. Se separaron imperceptiblemente y el sonido que emiti¨® por el orificio record¨® al de una vieja bocina de trompa de goma: "?La mano en la espalda! ?La mano en la espalda!".
Macilento, de mirada fatigada y paso cadencioso, Maradona elev¨® la barbilla y espant¨® al sob¨®n con un sutil golpe de hombro, como si dominase un bal¨®n. Entonces, las c¨¢maras recogieron su otra frase del d¨ªa: "?Adentro del hotel no! ?Adentro no!". La puerta giratoria ahog¨® su grito ronco. Lo siguieron Alejandro Mancuso y El Negro H¨¦ctor Enrique. El tr¨ªo compone el cuerpo t¨¦cnico de Argentina.
A su alrededor giran 30 empleados de la AFA, entre fisioterapeutas, utileros, preparadores, m¨¦dicos, encargados de prensa, funcionarios y dirigentes de toda graduaci¨®n. La multitud supera a los jugadores. Es, sin duda, la delegaci¨®n oficial m¨¢s numerosa del f¨²tbol mundial.
Gabriel Heinze, caudillo de la selecci¨®n y consejero de Maradona fue el primer futbolista en llegar. Deambulaba hac¨ªa rato por el hotel cuando apareci¨® el comandante. Maradona comi¨® con sus ayudantes y se march¨® a dormir la siesta precedido de un puro cubano. El puro es uno de los fetiches de Maradona, una evocaci¨®n de su ¨ªdolo, el Che Guevara. Igual que el revolucionario, la ex estrella del f¨²tbol tiene un lugarteniente, su Camilo Cienfuegos particular. Es Mancuso. Antes de que Maradona fuese seleccionador, cuando buscaba trabajo, Mancuso le organiz¨® diversos actos promocionales. Incluso indag¨® sobre la visita a ciertos programas del coraz¨®n en Espa?a para obtener recursos. Ahora que los dos dirigen la selecci¨®n est¨¢n en una fase m¨¢s institucional. Parangonando la trayectoria del Che, se dir¨ªa que han bajado de la sierra y se encargan del Banco Nacional.
En Argentina, para referirse a Maradona por escrito la prensa emplea el c¨®digo alfanum¨¦rico D10s, composici¨®n que a¨²na la idea del dorsal diez con la consideraci¨®n sobrenatural que se atribuye al hombre. Maradona hace honor a la leyenda comport¨¢ndose como si estuviese en trance. Reparte besos a todos sus colaboradores pero rara vez los mira a los ojos. Los sobrevuela.
Como los designios divinos, las convocatorias de Maradona son impredecibles. Despu¨¦s de probar con Jon¨¢s, D¨¢tolo, Gago, Lucho, Ins¨²a, Ver¨®n o Bollati, por fin resolvi¨® llamar al ¨²nico media punta que juega bien desde hace cinco a?os: Cambiasso. El volante del Inter se mostr¨® optimista. "Hay que mirar para adelante", dijo; "nadie se acuerda de lo que hicieron las selecciones durante la clasificaci¨®n".
Cristian Ansaldi es una de las novedades de la lista. Este carrilero que juega en el Rubin estaba encantado con la llamada de D10s: "El partido contra Espa?a servir¨¢ para medir al equipo. Y servir¨¢ para que Maradona se quite las dudas".
Por la noche, al hotel de Mirasierra lleg¨® otro autob¨²s: el del Real Madrid. El equipo de Pellegrini se concentr¨® para la Copa en el mismo recinto que Argentina. Pocas veces en la historia del f¨²tbol m¨¢s y m¨¢s extra?as gentes resolvieron pasar la noche juntas.
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