'Baby face' Griezmann
El delantero franc¨¦s de la Real se ha convertido en un icono fruto de la casualidad
Tiene 18 a?os y cara de ni?o. A priori parece una obviedad, pero apunta a ser uno de esos tipos que siempre tendr¨¢n cara de ni?o. Como Roberto L¨®pez Ufarte u Ole Gunar Solskjaer, el ex del Manchester, al que apodaron baby face por su eterna cara de ni?o. A Antoine Griezmann, el nuevo ¨ªdolo de la Real, tambi¨¦n le comparan con Roberto L¨®pez Ufarte porque juega en su posici¨®n y por su cara angelito. Y con De Pedro, que nunca tuvo cara de ni?o, ni jam¨¢s jug¨® como un ni?o. Cuatro goles en un equipo que ha vivido varias depresiones, cuando se tienen 18 a?os, animan a tirar las campanas al vuelo.
Lo cierto es que Griezmann, hoy por hoy genera varios debates. ?Es un goleador o un gran jugador? Cuatro tantos le atestiguan como goleador, aunque como futbolista a¨²n reclame despejar muchas dudas. En cierto modo es un futbolista ocasional que se va haciendo un hueco en la Real a base, fundamentalmente, de dos condiciones nada despreciables: su descaro y su gran golpeo de bal¨®n.
?Goleador o jugador? El debate est¨¢ sin resolver a pesar de sus cuatro tantos
La lesiones de Estrada y Bingen y la no cesi¨®n de Jeffren le abrieron el camino
Griezmann (Ma?on, 1991) lleg¨® a la Real con 13 a?os, tras un torneo disputado en los aleda?os de Par¨ªs y su ilusi¨®n inicial era jugar en el Sanse, el segundo equipo realista, donde nunca lo hizo. Jug¨® en el Easo, el segundo equipo juvenil, y luego, tras renovar, en el primero. De ah¨ª a la Real tuvo algo que ver la casualidad. El colombiano Estrada se lesion¨® y el primer equipo necesitaba un zurdo. La primera opci¨®n era Bingen, pero estaba lesionado y entonces surgi¨® Antoine, en el que Loren confiaba ciegamente, pero no ten¨ªa la unanimidad de los t¨¦cnicos de las categor¨ªas inferiores. Algunos pensaban que hab¨ªa otros m¨¢s acreditados. Incluso la Real intent¨® la cesi¨®n del jugador del Barcelona Jeffren porque consideraba que lo que ten¨ªa no era suficiente en la banda izquierda.
En su contra jugaba su debilidad f¨ªsica que le hac¨ªa poco cre¨ªble para una competici¨®n tan exigente como la Segunda Divisi¨®n. Ni el t¨¦cnico Mart¨ªn Lasarte lo ten¨ªa muy claro, hasta el punto que lo dosific¨® con mucho cuidado en espera de resultados. Incluso en algunos sectores de la Real se dudaba de su compromiso con la entidad por sus habituales retrasos en los entrenamientos que contrastaban con su rapidez para concluirlos antes que nadie.
Hab¨ªa dudas razonables sobre su futuro, aunque todos reconoc¨ªan sus habilidades, especialmente basadas en el golpeo de la pelota y en su personalidad descarada en el terreno de juego. La Real, no sobrada de jugadores determinantes, tuvo que tirar de lo que hab¨ªa y Griezmann no ha fallado de momento, ni siquiera tras el caso de su mentor, Eric Olhats, con el que viv¨ªa, tras el caso de corrupci¨®n de menores con otro futbolista franc¨¦s. La Real le ha trasladado de Baiona a una residencia de San Sebasti¨¢n, junto a otros futbolistas, aunque el jugador espera independizarse en breve. "?l, hasta ahora, siempre ha vivido un ambiente muy franc¨¦s", indican en la Real, "y eso era algo que convenc¨ªa a sus padres para dejarle fichar por la Real cuando era tan joven. Tambi¨¦n ha ayudado que haya otros jugadores franceses en el club hasta el punto de que es muy habitual o¨ªr hablar franc¨¦s en Zubieta, aunque todos dominan el espa?ol".
A falta de banderas, el entorno de la Real se ha volcado con el muchacho que so?aba con jugar en el Sanse y que ha tenido en Loren su mejor valedor. Sin embargo, su evoluci¨®n a¨²n no est¨¢ definida. Su fama ha crecido a base de goles m¨¢s que de valor determinante en el juego. De hecho, sus intermitencias revelan que a¨²n Mart¨ªn Lasarte quiere preservar a un chico tan joven al que los entornos ya empiezan a comparar con ilustres de la Real Sociedad. La realidad es que si el Bar?a hubiera accedido a la cesi¨®n de Jeffren, Griezmann, probablemente, hubiera cumplido su sue?o de jugar en el Sanse haciendo el trayecto habitual, Easo-Real-Sanse. Pero el f¨²tbol es caprichoso y el tren pas¨® por su estaci¨®n con la deferencia de coger un viajero. El tipo con cara de ni?o, f¨ªsicamente poco poderoso y un tanto alejado del compromiso, se ha convertido en una de las banderas de la Real gracias a los goles que no se esperaban. As¨ª es la vida y as¨ª es el f¨²tbol.
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