La ¨²ltima muerte de Agust¨ªn Sagasti
Un accidente hace 15 a?os le apart¨® del ciclismo y le dej¨® profundas huellas psicol¨®gicas
En la vida de todo ciclista siempre hay un coche m¨¢s temible que un afilador en el pelot¨®n, que un descenso bajo la lluvia, que un sprint a codazos, que una rotonda. En la vida de los ciclistas siempre hay una mala pesadilla con un coche que surge en direcci¨®n contraria de forma inesperada. En la vida de Agust¨ªn Sagasti (Mungia, 1970), ese coche se cruz¨® en 1994 en la Vuelta a los Valles Mineros, en Asturias, cuando realizaba un vertiginoso descenso y el coche surgi¨® de la niebla, de qui¨¦n sabe donde. A Agust¨ªn Sagasti ese d¨ªa se le rompieron muchos huesos, muchos nervios, se dej¨® mucha piel en la carretera, pero se dej¨® algo m¨¢s que 15 a?os despu¨¦s le ha pasado la ¨²ltima factura. Se dej¨® una vida de ciclista, la que siempre hab¨ªa so?ado, basada en su portentosa fortaleza f¨ªsica, ya despuntada en la ¨¦poca de aficionados. Nunca se sabr¨¢ si pudo haber sido una figura, lo que estaba claro es que hubiera sido siempre un buen ciclista. Por eso le fich¨® Euskaltel-Euskadi cuando la Fundaci¨®n d¨ªa a luz su proyecto definitivo y los chicos de naranja salieron a competir profesionalmente a la carretera. El, agradecido, le correspondi¨® con la primera victoria de la historia del nuevo equipo al ganar el primer sector de la ¨²ltima etapa de la Vuelta al Pa¨ªs Vasco.
Sagasti era feliz, all¨ª sobre la bicicleta, y en un equipo que ten¨ªa una fuerte raigambre popular (la Fundaci¨®n se hab¨ªa constituido en base a aportaciones populares de los que vendr¨ªan a ser socios de la misma, es decir., desde la base, desde la afici¨®n) y seguir¨ªa algo as¨ª como la filosof¨ªa del Athletic al contratar s¨®lo ciclistas vascos en un pa¨ªs donde el ciclismo tiene su mayor calado.
Ten¨ªa 24 a?os cuando aquel coche se cruz¨® en su vida y quince a?os despu¨¦s apareci¨® como un fantasma en su tr¨¢gica muerte. Aquel Ford Fiesta le baj¨® de la bici y le baj¨® de la vida. El accidente, tras pleiteo judicial, conden¨® a Unipublic a una fuerte indemnizaci¨®n como responsable de la organizaci¨®n de la prueba y absolvi¨® al conductor-.
La vida ya nunca fue igual para Agust¨ªn Sagasti. Tuvo que recuperarse al mismo tiempo de las heridas f¨ªsicas y las psicol¨®gicas y sigui¨® relacionado con el ciclismo a trav¨¦s de la federaci¨®n vizca¨ªna. Laboralmente, trabaj¨® en la Diputaci¨®n Foral de Vizcaya y comenz¨® a estudiar Ciencias Empresariales. Parec¨ªa que su vida se rehac¨ªa, poco a poco, que recuperaba la voz, que resucitaba del silencio. No pudo ser. El lunes fue encontrado muerto en su casa de Mungia como si aquel coche le hubiera atropellado quince a?os despu¨¦s definitivamente poniendo fin a su pesadilla interior .
![Agust¨ªn Sagasti, en una tienda de bicicletas en Bilbao.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CCUXLPQJHRMETKEOU57C7P2LDI.jpg?auth=862f8b6df719a50d5c85b0d4fd220c860832a8ed224a0a4588a3f9c14437e6b8&width=414)
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