Un jugador de los Knicks encesta en su propia canasta
Nate Robinson conecta un tiro hacia su aro durante el partido ante los Nets
El base de los Knicks reflej¨® la atm¨®sfera de surrealismo en la que vive sumida la franquicia de Nueva York al protagonizar, probablemente, la jugada absurda de la temporada regular. Faltaban cinco d¨¦cimas de segundo para que sonara la bocina del primer cuarto del partido ante los Nets de Nueva Jersey y el jugador, antes de regresar al banquillo para el descanso, lanz¨® el bal¨®n a su propia canasta en lugar de hacerlo a la del rival, con tan mala suerte que el tiro entr¨®. Afortunadamente, el tiempo estaba cerrado y la canasta no puntu¨®, cosa que no impidi¨® el asombro de la grada y el enfado de su entrenador, Mike D'Antoni. Nate Robinson no jug¨® m¨¢s en todo el partido, que acab¨® con victoria para los neoyorquinos. Su haza?a, que no reconoci¨® al haberlo hecho fuera de tiempo, le sali¨® cara.
El reserva Al Harrington y el alero italiano Danilo Gallinari aportaron 17 puntos cada uno para llevar a los Knicks de Nueva York (3-9) a una victoria por 91-98 sobre los Nets de Nueva Jersey (0-13), que siguen sin conocer el triunfo en lo que va de la temporada.
No es la primera vez que ocurre algo as¨ª. En 1995, la liga ACB vivi¨® un episodio similar con Darryl Middleton, entonces jugador del FC Barcelona. El partido se disputaba ante el Gran Canaria, y el pupilo de A¨ªto Garc¨ªa Reneses, a falta de 11 minutos y 53 segundos, recogi¨® un salto entre Due?as y Artiles junto a la canasta del equipo azulgrana. Sin saber por qu¨¦, el estadounidense enganch¨® un mate que dej¨® asombrado a todo el Centro de Deportes . La jugada subi¨® al marcador de los insulares, porque los ¨¢rbitros, tambi¨¦n sorprendidos, reconocieron que no hab¨ªa intenci¨®n por su parte. La grada core¨® su nombre, le abuche¨® y se ri¨® durante largos minutos, pero Middleton se repuso y recondujo a su equipo a la victoria.
Tres a?os antes, durante la temporada 1992-1993, Francisco Javier "Chinche" Lafuente, del Caja San Fernando, se desenvolvi¨® de dos rivales del Argal Huesca con tan mala fortuna, que su pase desesperado para salvar la posesi¨®n result¨® ser un lanzamiento perfecto, pero tan desventurado que tambi¨¦n se col¨® en su propio aro.
M¨¢s c¨®micos fueron los aciertos del lituano Darius Songalia , que anot¨® con el hombro, o la de Luke Walton , de los Lakers, durante la jornada inaugural de la temporada 2007-2008.
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