Un Atl¨¦tico indecente
El Recre, de Segunda, golea y deja con un pie fuera del torneo a un rival que ejecut¨® una actuaci¨®n deplorable
Pues ya tiene el Atl¨¦tico su Alcorc¨®n particular: se llama Recreativo, un equipo que pasa apuros en la Segunda Divisi¨®n y que ayer le dio un repaso de esc¨¢ndalo. Temblando dej¨® a su rival el conjunto andaluz, que demoli¨® c¨®mo y cu¨¢ndo quiso a un Atl¨¦tico de medio pelo, al que se le acumularon las desgracias, lo que unido a los habituales disparates que es capaz de inventarse este equipo dio como resultado un 3-0 demoledor, terriblemente doloroso, sonrojante para un equipo y para un club cuyo escudo deber¨ªa huir despavorido antes de ensuciarse m¨¢s. El Atl¨¦tico ha entrado en barrena, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n triunfo puntual, y la imagen que ofreci¨® ayer le lleva directamente a las cloacas, ya no por una eliminatoria que sigue en el aire dada la diferencia de calidad entre los contendientes, sino porque el equipo dio verg¨¹enza ajena.
Recreativo 3 - Atl¨¦tico 0
Recreativo: Bernardo; C¨®rcoles, Troest, Bouz¨®n, Poli; P. S¨¢nchez (Alvaro m. 83), E.S¨¢nchez, J.V¨¢zquez, Aitor; Fornaroli (Candeias m. 66) y Barrales (Miguelito m. 88).
At. Madrid: De Gea, Varela, Ujfalusi, Juanito, Dom¨ªnguez; Cedric (Antonio L¨®pez m. 23), Camacho, Cleber Santana, Reyes (Simao m. 74); Jurado (Ra¨²l Garc¨ªa m. 60) y Forl¨¢n.
Goles: 1-0: m. 14, Fornaroli. 2-0: m. 24, Barrales, de penalti. 3-0: m, 88, Candeias
?rbitro: Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. (Comit¨¦ Castellano Leon¨¦s), ense?¨® tarjeta roja directa a Ujfalusi (m.20). Amarilla a Poli y Troest. Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Colombino ante 2.310 espectadores.
En diez minutos el Atl¨¦tico se suicid¨® con ese estr¨¦pito que suele acompa?arle. No se hab¨ªa cumplido el primer cuarto de hora, manejaba con cierta soltura el equipo el partido cuando el Recre inici¨® un ataque, nada del otro mundo. Pero resulta que siete jugadores del Atl¨¦tico vieron impasibles c¨®mo a Jes¨²s V¨¢zquez se le ocurr¨ªa mandar el bal¨®n hacia Aitor, que progresaba por la izquierda. Los mismos siete vieron impert¨¦rritos c¨®mo a aqu¨¦l le daba por mandar la pelota hacia al ¨¢rea, donde llegaba como un tiro Fornaroli. Y los siete vieron imperturbables c¨®mo ¨¦ste se esmeraba en fusilar al vendido De Gea desde el borde del ¨¢rea peque?a. Pero bueno, quedaba partido, mucho partido, por lo que tampoco era cuesti¨®n de dramatizar. Sigui¨® el Atl¨¦tico entero, comprobando que, a poco que le presionara, este Recre formado por un pu?ado de suplentes se aturullaba sin disimulo. As¨ª que dispar¨® flojo Forl¨¢n al mu?eco y lo hizo con m¨¢s criterio Jurado, que la mand¨® pegada al palo. Pero, al rato, recibi¨® Fornaroli en la zona de tres cuartos. Y all¨¢ se present¨® como un bisonte Ujfalusi, que lleg¨® tarde, un siglo tarde, y clav¨® el muslo en su rival, y le volte¨® como si de yudo se tratara, y le mand¨® a la lona, y no le remat¨® porque en escena se present¨® el ¨¢rbitro, tarjeta roja en ristre, para mandar al checo a que se diera una ducha fr¨ªa. Un gol en contra y una expulsi¨®n. No le pod¨ªan pasar al Atl¨¦tico m¨¢s desastres en menos tiempo. ?O s¨ª?
Pues s¨ª. Al instante, Aitor, que al lado de Valera parec¨ªa Gento, avanz¨® por su banda, se intern¨® en el ¨¢rea, hizo un nudo a su marcador hasta irse de ¨¦l y encontrarse, ya dentro del ¨¢rea, con Cedric, que le zancadille¨®. Era penalti y as¨ª lo consider¨® el ¨¢rbitro. Marc¨® Barrales y Quique recompuso l¨ªneas prescindiendo, precisamente, de Cedric, un congol¨¦s de 17 a?os, debutante ayer y que hasta marcharse lloroso al banquillo fue el futbolista que m¨¢s guerra dio. Con 2-0 se encontr¨® el Atl¨¦tico tras ejecutar 10 minutos delirantes. Y el Recre, que hab¨ªa arrancado con la timidez propia del que se siente inferior, se sinti¨® superior. Infinitamente superior. Y comenz¨® a tocar entre la algarab¨ªa del poco p¨²blico que hasta el Colombino se acerc¨®, prueba irrebatible de que el Atl¨¦tico ya resulta todo menos atractivo.
Comenz¨® el segundo acto y se supon¨ªa que los de Quique saldr¨ªan a poner del rev¨¦s el partido y el marcador. Nada de eso. El equipo mostr¨® una indolencia sorprendente y el Recre se enchuf¨® del todo. Tuvo que esmerarse De Gea en un par de ocasiones, sin que sus compa?eros dieran la m¨¢s m¨ªnima noticia en ataque, donde permanec¨ªa encallado Forl¨¢n, que jam¨¢s tuvo menos participaci¨®n en este equipo que en el partido de ayer, un partido que liquid¨® el poco cr¨¦dito que le quedaba a este equipo, que durante muchos minutos pareci¨® defender ?el 2-0!
A lo suyo sigui¨® el Recre, gigantesco como se sent¨ªa. Y eso que su t¨¦cnico hizo jugar incluso a un juvenil, Miguelito. Y tan a lo suyo siguieron los onubenses que Ant¨®n adivin¨® el desmarque entre los centrales de Candeias y al hueco mand¨® el bal¨®n para que ¨¦ste sacara un zapatazo que De Gea no pudo ni ver. Era el fin, el colof¨®n a un partido maravilloso del Recre y terror¨ªfico del Atl¨¦tico, que se fue de Huelva hecho jirones tras una actuaci¨®n indecente. Indecente hasta la n¨¢usea.
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