?Un Mundial de tenis?
La Davis, en peligro por un campeonato bienal de selecciones
Por ahora es un globo sonda, pero la idea ha hecho temblar los cimientos del tenis: las federaciones estadounidense, inglesa y australiana, que organizan tres de los cuatro torneos grandes, ya han recibido un proyecto para organizar un Mundial bienal de 10 d¨ªas con 32 selecciones y exclusivamente masculino. La idea, sobre la que ya han sido consultados Roger Federer y Rafael Nadal, los dos mejores jugadores del planeta y miembros del Consejo de Jugadores, pone en peligro el futuro de la Copa Davis y refuerza los intereses de los agentes econ¨®micos presentes en el deporte de la raqueta. Al obligar a que no pasen m¨¢s de 25 segundos entre punto y punto, asegurar la presencia de los mejores tenistas (Andy Murray y Federer, por ejemplo, no jugar¨¢n la primera ronda de la Davis) y exigir que se usen dos jugadores por equipo en los partidos a cinco sets, se pretende asegurar la presencia de patrocinadores y televisiones, desesperados por la incontrolable duraci¨®n de los partidos y por la dificultad de mantener la atenci¨®n de los televidentes.
El Mundial, conocido como el Grand Slam de las Naciones, seg¨²n el diario brit¨¢nico The Times, es una idea de una agencia australiana que quiere aplicar al tenis el modelo Twenty20 del cricket, que rejuveneci¨® ese deporte en 2003 al reducir el tiempo de juego. Divididos en cuatro grupos, en el Mundial de tenis habr¨ªa 16 equipos en octavos, donde comenzar¨ªan las eliminatorias directas.
"El concepto es innovador", dijo Craig Tiley, director del Abierto de Australia, al diario brit¨¢nico. "Es refrescante y se ha montado con cuidado. Una iniciativa que suponga m¨¢s exposici¨®n para nuestro deporte y que aumente su participaci¨®n, particularmente en Australia pero tambi¨¦n en todo el planeta, debe ser genial para el tenis". No todo el mundo ha recibido la propuesta de esa forma. "La Copa Davis ha sido una competici¨®n l¨ªder durante 110 a?os. [El proyecto del Mundial] tiene que enfrentarse a muchos retos para tener ¨¦xito", dijeron en la Federaci¨®n Internacional de tenis, a la que tambi¨¦n le ha sido presentada la idea.
La propuesta est¨¢ todav¨ªa en pa?ales. Nadie sabe c¨®mo ni cu¨¢ndo se disputar¨ªa la necesaria fase de clasificaci¨®n. Nadie sabe qu¨¦ pasar¨ªa con la Davis, que ocupa cuatro semanas del calendario. Y nadie sabe si la sede ser¨ªa permanente o diferente en cada edici¨®n. El s¨¢bado, sin embargo, se aclarar¨¢n varios puntos en la reuni¨®n de asistencia obligatoria que mantendr¨¢n los tenistas con la ATP en Melbourne, y donde se volver¨¢ a debatir c¨®mo reducir los d¨ªas de competici¨®n.
Dos cosas son seguras: la idea es revolucionaria y contraria a las tradiciones m¨¢s arraigadas de un deporte que se populariz¨® en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, incluido Espa?a, a trav¨¦s de la Davis. Tambi¨¦n, que los posibles promotores ya se frotan las manos. El nombre del quinto Grand Slam no es casual. Es aplicable a la importancia del t¨ªtulo, pero tambi¨¦n a los ingresos por entradas y a los contratos de televisi¨®n y de patrocinio, a repartir entre organizadores y tenistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.