Del squash al "?trata de arrancarlo!" y la gloria
La victoria del piloto madrile?o escribe una nueva p¨¢gina en la historia del automovilismo espa?ol al convertirse en el primer piloto en conquistar el Dakar, en su cuarta participaci¨®n en la carrera m¨¢s dura del mundo. Otra guinda a una carrera que comenz¨® a los 16 a?os de una manera muy distinta: ganando el campeonato de Espa?a de squash. Sainz, el ¨²nico espa?ol que ha ganado el Campeonato Mundial de Rallys -1990 y 1992-, es adem¨¢s el tercer piloto con m¨¢s victorias en pruebas de ese campeonato, con 26 triunfos, s¨®lo por detr¨¢s del franc¨¦s S¨¦bastien Loeb y el finland¨¦s Marcus Gr?nholm.
Inicios
En 1985 y 1986 fue subcampe¨®n de Espa?a de rally al volante de un Renault, certamen que se adjudicar¨ªa los dos a?os siguientes.
Primeros pasos
En 1987 hizo su primera incursi¨®n en el Mundial de Rallies, corriendo en Portugal, C¨®rcega y el RAC de Inglaterra en el equipo oficial de Ford.
Toyota entra en juego
En 1988 sigui¨® curti¨¦ndose en la m¨¢xima competici¨®n de rallies, y particip¨® en las pruebas de Portugal, C¨®rcega, 1000 Lagos (Finlandia), San Remo (Italia) y el RAC de nuevo, y consigui¨® la quinta plaza en dos de las carreras. Sus buenas actuaciones con la marca estadounidense hicieron que Ove Anderson, director deportivo de Toyota, confiara en ¨¦l para conducir uno de los Celica durante el mundial completo en 1989, donde fue octavo.
Primera alegr¨ªa
Dos a?os m¨¢s tarde, en 1990, lleg¨® su primera victoria en una prueba del mundial, y a la postre conquist¨® el campeonato mundial, siendo el primer espa?ol en conseguirlo, junto a su fiel copiloto Luis Moya.
Subcampeonato
En 1991 consigui¨® fue subcampe¨®n y al a?o siguiente subir¨ªa de nuevo en lo m¨¢s alto del podio, tras hacerse con la victoria en tres de las carreras.
"La cagamos, Luis"
En 1994 y 1995 corri¨® para Subaru, consiguiendo llegar a la ¨²ltima carrera, el RAC de Inglaterra, con opciones de ganar el campeonato. La primera vez se sali¨® de la carretera en la ¨²ltima etapa, en una escena recordada por todos por la c¨¦lebre frase que Sainz le espet¨® a su copiloto: "La cagamos, Luis". Antes del incidente que le cost¨® el t¨ªtulo, Sainz se encontr¨® dos troncos en una curva que tuvo que esquivar. El primero estaba a la entrada de la curva y el otro a la salida. "El que los puso sab¨ªa lo que hac¨ªa, pero tuvimos bastante buena suerte al poder evitarlos", coment¨® entonces.
"Trata de arrancarlo"
En 1996 y 1997 corri¨® con Ford, pero regres¨® a Toyota en 1998, a?o en que estuvo de nuevo estuvo a las puertas de la victoria. Entonces lleg¨® el suceso m¨¢s cruel de los vividos por Carlos Sainz. El madrile?o se qued¨® tirado a medio kil¨®metro del final del ¨²ltimo tramo y cuando parec¨ªa que el t¨ªtulo era imposible que se le escapara. La frase de Moya "trata de arrancarlo, Carlos, por Dios" es la que recuerda permanentemente este episodio.
Cambios y retirada
Entre 2000 y 2002 regres¨® a Ford, esta vez con un Focus, para recalar luego en Citr?en, firma en la que estuvo hasta 2004, cuando decidi¨® retirarse del mundial de rallys.
Proyecto Dakar
A mediados de 2005 anunci¨® su fichaje con Volkswagen para participar en el Dakar del a?o siguiente, donde fue und¨¦cimo y logr¨® cuatro triunfos de etapa.
La tentaci¨®n del Real Madrid
Tambi¨¦n sigui¨® en activo en 2006, aunque dej¨® los coches por el bal¨®n. Junto a Juan Miguel Villar Mir intent¨® una incursi¨®n en el f¨²tbol, al presentarse con la candidatura de Villar Mir a la presidencia del Real Madrid, que perdi¨® frente a Ram¨®n Calder¨®n.
Problemas
En 2007, de nuevo sobre cuatro ruedas, finaliz¨® en novena posici¨®n con cinco victorias de etapa, aunque problemas mec¨¢nicos le impidieron aspirar a m¨¢s.
L¨ªder desafortunado
Dos a?os m¨¢s tarde, en 2009, la mala suerte se ensa?¨® de nuevo con el madrile?o. Esta vez sufri¨® un accidente a falta de tres etapas para el final cuando lideraba la prueba con casi media hora de ventaja sobre sus perseguidores.
La coronaci¨®n
Despu¨¦s de 25 a?os, en su cuarta participaci¨®n, Carlos S¨¢inz lo logra por fin. No ha sido f¨¢cil. El duelo que ha mantenido con el qatar¨ª Nasser Al Attiyah ha puesto la carrera en vilo. El recuerdo del mal fario y la cercan¨ªa del piloto ¨¢rabe obligaban a ser cautos. Al final, la prudencia le ha llevado al ¨¦xito. El piloto madrile?o se coloca as¨ª la corona que m¨¢s se le resist¨ªa, un broche de oro a una carrera de m¨¢s de veinte a?os dedicados al volante, que lo han convertido en uno de los iconos del deporte espa?ol.
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