Armstrong y los 'yes men'
El ciclista tejano inicia su temporada en Australia, un continente en el que cuenta con gran peso pol¨ªtico
En declaraciones a la prensa holandesa, el tejano Armstrong afirm¨® hace poco que Contador est¨¢ rodeado de yes men (sise?ores). Le critic¨® por no ser capaz de retener a ninguno de sus coequipiers en el Tour de 2009: "incluso su compa?ero de habitaci¨®n" (Paulinho) le abandon¨® por el proyecto Radioshack. Tambi¨¦n insinu¨® abiertamente que el pinte?o era poco m¨¢s que un pueblerino. "Contador es totalmente diferente a m¨ª. Es muy dif¨ªcil", abund¨® el s¨¦ptuple ganador del Tour. "No sabe m¨¢s. Es un espa?ol que vive en el mismo pueblo de siempre. Tiene sus amigos, su familia, la calle donde se cri¨®, su pa¨ªs, su gente. Un gran deportista como ¨¦l debe emplear a personas que le apoyen y que tengan paciencia con ¨¦l. Pero solo est¨¢ rodeado de yes-men. A la vista de la biograf¨ªa del tejano y de sus tics autoritarios, Freud se hubiera preguntado si no estaba en realidad proyect¨¢ndose en su rival.
Hay algunas coincidencias entre el pinte?o y el tejano. Ambos proceden de entornos familiares modestos. Ambos han ganado el Tour de Francia m¨¢s de una vez. Tambi¨¦n corrieron en el mismo equipo. Pero hasta aqu¨ª llegan los parecidos. El tejano procede del entorno desarraigado del nomadismo, vida en caravanas, y ha hecho todo lo que ha cre¨ªdo necesario para realizar el gran sue?o americano del ¨¦xito sin l¨ªmites. Contador no tiene avi¨®n privado, ni un historial de relaciones sentimentales fracasadas. No pretende chulear a los que le critican. No se cree the boss, el salvador del ciclismo, capaz de reunir a miles de fans con un solo llamamiento v¨ªa 'twitter', tal y como hizo el tejano el s¨¢bado en Adelaida. No pretende ser el mes¨ªas, ni "el rey de Espa?a" (Armstrong dixit). No necesita peri¨®dicos ba?os de masas espont¨¢neos para sentirse vivo. Simplemente vive en Pinto, ayuda a su familia, anda en bicicleta e intenta trabajar en un entorno que no est¨¦ envenenado.
Por tercer a?o consecutivo el Tour Down Under, la prueba australiana que inaugura el calendario internacional, presume de su estatus de carrera Pro Tour como si su organizador, Mike Turtur, y el primer ministro del estado de Australia del Sur, Mike Rann, creyeran que es la panacea para ciclismo internacional. A caballo de esta hip¨¦rbole el intocable Turtur se ha encaramado al estatus de mandam¨¢s del nuevo ciclismo. Ciertamente Turtur y Rann est¨¢n contribuyendo a fomentar una nueva manera de hacer negocios en el ciclismo: rode¨¢ndose de yes men, intentando controlarlo todo de forma gratuitamente agresiva, y pretendiendo silenciar las voces cr¨ªticas.
Dentro de nueve semanas Rann, concurrir¨¢ a las elecciones para conseguir un tercer mandato. Nueve semanas que presenciar¨¢n un despliegue de "grandes eventos", de los que el Tour Down Under es el primero de la lista. A su llegada a Adelaida, el tejano manifest¨® claramente su apoyo a la candidatura de Rann y afirm¨® que si pudiera le votar¨ªa: "se puede decir que en los ¨²ltimos 12 meses nos hemos hecho amigos. Es un profesional veterano, sabe lo que hace". Mike Rann ha rechazado revelar cu¨¢nto le ha pagado a Armstrong por correr en Australia. Se dice que ha cobrado tres millones de d¨®lares australianos (unos dos millones de euros) por cada una de sus dos visitas a Australia. Casi lo que cuesta financiar el lanzamiento de un equipo australiano Pro Tour.
Algunos ministros prominentes del gabinete de Rann han afirmado ignorar este dato. Una ministra que s¨ª lo conoce es la titular de Turismo, Janet J-Lo Lomax-Smith, quien ha afirmado: "hay mucha gente deseando robar nuestros eventos importantes y nuestras iniciativas deportivas y creativas. No queremos ayudar a esa gente que anda husmeando, d¨¢ndoles ideas de c¨®mo los gestionamos". Este comentario se podr¨ªa leer en el contexto de los intentos de la carrera por etapas m¨¢s antigua de Australia, el Herald-Sun Tour del vecino estado de Victoria, de mover sus actuales fechas en octubre hacia las semanas siguientes al Tour Down Under. Lomax Smith tambi¨¦n est¨¢ preocupada por los intentos de los organizadores del pr¨®ximo mundial de ciclismo, que tendr¨¢ lugar tambi¨¦n en Victoria, de que el tejano participe en esta carrera en septiembre de 2010. Con el apoyo del tejano a la reelecci¨®n de Rann el ciclismo australiano se est¨¢ viendo implicado en la pol¨ªtica nacional de una nueva forma: es m¨¢s que pan y circo, m¨¢s que marcar territorio... Se trata de vender South Australia, y un estilo de hacer pol¨ªtica. No es extra?o que el tejano se sienta tan c¨®modo aqu¨ª: montones de yes men, montones de dinero, y libertad para desempe?ar el papel de coronador de reyes.
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