Espa?a conquista el Europeo de f¨²tbol sala

Espa?a ha confirmado su supremac¨ªa en el continente al lograr su quinto Europeo, el tercero que consigue de manera consecutiva. Los hombres de Venancio L¨®pez derrotaron a Portugal (4-2) en un partido c¨®modo que s¨®lo se le complic¨® al final.

Espa?a llegaba con la vitola de favorita al ¨²ltimo partido. No s¨®lo era la vigente campeona de Europa, sino que adem¨¢s se enfrentaba a Portugal, un rival que llegaba por primera vez a una final. Los lusos, a los que Espa?a ya hab¨ªa goleado en la primera fase (6-1), fueron la gran sorpresa del torneo y se plantaron en la final despu¨¦s de eliminar a Serbia y Azerbaiy¨¢n.

La selecci¨®n portuguesa acus¨® la presi¨®n de los focos de una gran final y Espa?a se mostr¨® fr¨ªa ante la gran cita e hizo gala del bloque s¨®lido que mostr¨® durante todo el Europeo. Acostumbrados a los partidos de alto post¨ªn (esta era su d¨¦cima final en los ¨²ltimos quince a?os), la selecci¨®n despleg¨® un juego f¨ªsico que no dejaba respirar a los portugueses, a los que apenas les duraba el bal¨®n en los pies. Aguantaron el envite nueve minutos, los mismos que tard¨® Ortiz en conectar un zurdazo por la escuadra despu¨¦s de aprovechar un error de Pedro Costa.

Con el gol a favor, Espa?a tom¨® el mando del partido por completo; Portugal desapareci¨® y las pocas veces que se asomaba al ¨¢rea espa?ola, se estrellaba contra Luis Amado. La presi¨®n quebr¨® de nuevo la defensa portuguesa. Esta vez fue Javi Rodr¨ªguez. Control¨® de espaldas, aguant¨® el bal¨®n y solt¨® un taconazo. El bal¨®n se col¨® entre las piernas del defensor y super¨® al portero luso. Quinto gol en la competici¨®n y el cierre perfecto para su trayectoria internacional.

La segunda parte fue un calco de la primera. Espa?a dominaba y se resguardaba en Luis Amado ante las acometidas de Portugal. Lin hac¨ªa el tercer gol y parec¨ªa que pon¨ªa el cierre al partido, pero Portugal reaccion¨® en los ¨²ltimos dos minutos. Con Israel de portero-jugador, se lanz¨® al ataque y Gon?alo y Joel mantuvieron vivas las esperanzas lusas con dos tantos. Pero Daniel, que tambi¨¦n se retiraba de la selecci¨®n, pon¨ªa el cuarto gol que certificaba que Espa?a era, de nuevo, campeona de Europa.