Campanada en Madrid

Luchaba en los d¨ªas previos Katsikaris para evitar que sus muchachos se complacieran con la autoderrota. Habr¨¢ que convenir que el t¨¦cnico griego tiene poder de convicci¨®n porque el Bizkaia, de su mano, ha recuperado buena parte de la autoestima y la entrega que le hab¨ªa otorgado Vidorreta para llevarle arriba en estos a?os. Jugaba bien en Europa y ahora comenzaba a mejorar en la Liga, en espera de la Copa, pero le faltaba un salto de calidad, una campanada para volver a intimidar a sus rivales en la misma medida que agradec¨ªa haberse conocido. Y la campanada la dio en Madrid, ante un rival balcanizado con t¨¦cnico de lujo y presupuesto acorde al estilo florentinista.

No gan¨® por casualidad, por una acci¨®n aislada, por un momento de inspiraci¨®n, esas circunstancias que a veces deciden los partidos. Gan¨® jugando bien de principio a fin, sin permitir jam¨¢s que el Madrid se le fuera en el marcador y asestando su principal golpe en el tercer cuarto cuando le endos¨® un 13-26 que le pon¨ªa nueve puntos por delante a falta de 10 minutos. Hasta 15 puntos de ventaja llegaron a tener los hombres de negro, dirigidos por un Javi Salgado magistral, en pleno estado de gracia, que sac¨® de quicio a Prigioni, y que estuvo bien acompa?ado por el ex madridista Hervelle, hipermotivado y otorgando una confianza permanente a sus compa?eros.

Tampoco tuvo nunca el partido ganado el Bizkaia, lo que exigi¨® una prueba de concentraci¨®n hasta pr¨¢cticamente los ¨²ltimos segundos del encuentro. La constancia del Madrid fue limando la desventaja con una presi¨®n brutal sobre Salgado de la que casi siempre supo salir. Llull era el revulsivo madridista, pero la compa?¨ªa fue escasa. S¨®lo Garbajosa alcanz¨® dos d¨ªgitos en su estad¨ªstica anotadora. Defensivamente, el Madrid parec¨ªa asfixiante, pero bajo el aro la pelea de Banic, Hervelle y Moiso le confer¨ªa suficiente ventaja como para ir limando la autoestima del Madrid una vez que el Bizkaia se adelant¨® en el marcador. Sin duda es otro equipo aunque le quedan a¨²n muchos retos por delante tras el estruendoso sonido de la campanada.