Apolo no puede con los Lee

Hasta Michel Phelps estaba en las gradas del Coliseo del Pac¨ªfico. Gorra marr¨®n ladeada, jersey morado y la cara de ni?o despistado habitual tras confesar que los Juegos de Londres 2012 ser¨¢n los ¨²ltimos para ¨¦l. Fue a ver a Apolo Ohno, uno de los deportistas estadounidenses m¨¢s medi¨¢ticos. Disputaba los 1.000 metros del patinaje de velocidad en pista corta y en sus terceros Juegos aspiraba a ser ya el atleta con m¨¢s medallas invernales de su pa¨ªs. Lo consigui¨®. Ya hab¨ªa igualado la plusmarca de seis con la plata en los 1.500 el primer d¨ªa de los Juegos y ayer sum¨® la s¨¦ptima con un bronce. Lo que le dejaron los impresionantes surcoreanos, encabezados por Lee Jung-Su, que logr¨® su segundo oro por delante de Lee Ho-Suk. ?ste, hab¨ªa sido descalificado en el kil¨®metro y medio a falta de dos curvas tras empujar a otro compatriota, Sung Si-Bak y caer ambos cuando estaban a punto de terminar de copar el podio. Eso regal¨® el segundo puesto a Ohno.

Pero ayer no perdonaron. Los dos primeros fueron Lee pese a la s¨¦ptima medalla de Apolo, cuyo r¨¦cord es un tanto particular, s¨®lo de n¨²mero. Lee II ganaron a Apolo VII. La calidad del metal de Ohno, dos oros, dos platas y tres bronces desde Salt Lake City 2002, es muy inferior al r¨¦cord que ten¨ªa la tambi¨¦n patinadora de pista larga Bonnie Blair, que sum¨® cinco oros y un bronce, o incluso discutible frente a la haza?a de Eric Heiden, que asombr¨® con otros cinco t¨ªtulos en unos solos Juegos, los de Lake Placid 80.

Estados Unidos se escapa en el medallero

Con su medalla, en todo caso, colabor¨® a la escapada total de Estados Unidos en el medallero. En Tur¨ªn sum¨® 25 tras las 29 de Alemania, con nueve oros, y en Vancouver, en la primera semana, ya lleva 23, con seis t¨ªtulos.

El mayor m¨¦rito de Ohno, de madre estadounidense con la que casi no tiene contacto, y padre japon¨¦s, con el que se cri¨® en Seattle, al lado de Vancouver, tras divorciarse, es haber sido el ¨²nico que se ha metido en la cumbre frente al dominio surcoreano de la modalidad. Sus nueve t¨ªtulos mundiales, siete platas y siete bronces desde 2001 tambi¨¦n lo acreditan.

Es muy bueno, muy medi¨¢tico, pero en la loter¨ªa de ca¨ªdas que se convierte demasiadas veces el patinaje en pista corta, siempre suele estar un escal¨®n inferior a uno o dos surcoreanos. La excepci¨®n es que gane y ha tenido m¨¢s suerte que desgracias en la gran competici¨®n porque es muy h¨¢bil y quiz¨¢ su parte oriental, como sus rivales, le da un sexto sentido para saber anticiparse, bien atacando, bien evitando colisiones.

En la final patin¨® las primeras vueltas emparedado entre los dos surcoreanos y los hermanos Hamelin canadienses, pues el pa¨ªs anfitri¨®n es otra potencia. A cuatro giros del final empezaron los ataques y aunque se coloc¨® segundo se fue al ¨²ltimo lugar a falta de dos. Cuando volv¨ªa a la cabeza tuvo un fallo de apoyo con el pat¨ªn y se le escaparon ya irremediablemente los dos Lee.

En las pruebas femeninas, la supremac¨ªa en los ¨²ltimos a?os ha pasado a ser de surcoreana a china. No import¨® que en los 1.500 fuera descalificada la gran estrella, Wang Meng, favorita para ganar todo y que se estren¨® ya el mi¨¦rcoles con el primer oro en los 500 metros. Ayer derrib¨® a dos rivales y cay¨® en semifinales. Tom¨® su relevo Sun Linlin ante dos surcoreanas.