Armisticio en Nervi¨®n

No se lo crey¨® el Athletic ni el Sevilla pudo m¨¢s que ofrecer toneladas de oficio cuando se qued¨® con uno menos por la justa expulsi¨®n de Romaric. Con la reserva justa despu¨¦s de los compromisos europeos, el Sevilla y el Athletic firmaron una tregua en Nervi¨®n que en el fondo les viene bien a ambos. Al Sevilla, porque tiene claro que su pelea en la Liga se reduce a la lucha con el Valencia por la tercera plaza ante la falta de potencial del Mallorca y el Deportivo. Un punto es un punto teniendo en cuenta c¨®mo se le puso el encuentro, en el que acab¨®, por cierto, presionando al Athletic. Una muestra de lo inocua que es la aportaci¨®n de Romaric, que resta m¨¢s que suma al Sevilla.

Caparr¨®s apel¨® a los dobles marcajes para frenar el potencial de Jes¨²s Navas

Tambi¨¦n le vino bien el punto al Athletic, pues se lami¨® un poco las heridas despu¨¦s del desastre europeo y le permiti¨® escapar vivo de un escenario en el que sale derrotado, y goleado, una y otra vez. Adem¨¢s, cuando apret¨®, se encontr¨® con Palop, en un impresionante momento de forma.

El primer partido que se jug¨® antes de la expulsi¨®n de Romaric mostr¨® 20 minutos de buen f¨²tbol del Sevilla, en los que Iraizoz fue capaz de mantener su puerta a cero despu¨¦s de dos lanzamientos de falta de Perotti y Stankevicius. Claro que todo habr¨ªa cambiado si en vez de Acosta hubiera sido Navas el encargado de enfilar la meta del Athletic a los cuatro minutos de juego. La aparici¨®n del menudo futbolista argentino fue una de las novedades en el once del Sevilla, un cambio que mostr¨® a las claras la evidente distinci¨®n entre los titulares y los suplentes que se manifiesta en todos los equipos.

Una cosa s¨ª hizo bien la escuadra vasca. Los conocimientos de Joaqu¨ªn Caparr¨®s sobre el potencial de Jes¨²s Navas, al que hizo debutar en el Sevilla, se plasmaron en dobles marcajes al internacional, lo que provoc¨® que el extremo se atascara m¨¢s de costumbre. Finalizado el arre¨®n inicial de los locales, pr¨¢cticamente nada pas¨® en un partido dominado por el tedio hasta que dos hombres, en el Sevilla, cobraron un papel esencial. El primero fue Palop, y el segundo, Romaric. El portero, en un espectacular momento de forma, salv¨® de forma milagrosa ante Iturraspe, mientras que el centrocampista africano cometi¨® una estupidez que le cost¨® la expulsi¨®n. No contento con su nula aportaci¨®n, control¨® un bal¨®n de espaldas al borde de su propia ¨¢rea. Iturraspe le rob¨® la pelota y Romaric no tuvo m¨¢s remedio que derribarlo. Otra vez irrumpi¨® Palop ante el disparo de Gabilondo.

Entonces, cuando todo pintaba a favor del Athletic, este misterioso deporte ampli¨® su gama de inc¨®gnitas. La expulsi¨®n hizo reaccionar al Sevilla, al que pareci¨® sobrarle Romaric. Espoleado con uno menos, recobr¨® vigor y ritmo, traducidos incluso en acercamientos a la porter¨ªa de Iraizoz. Contentos ambos con el empate, acabaron firmando tablas.