Incapacidad y conformismo

Se med¨ªan en El Sardinero el equipo m¨¢s flojo en su casa y uno de los que menos aprietan cuando visitan al rival. Con esos precedentes, la l¨®gica indicaba que poco iba a ocurrir. Y as¨ª fue hoy en El Sardinero, donde Racing y Mallorca brindaron un empate a nada, sobre todo en la segunda parte. Fue el mejor resumen de la incapacidad de unos y la conformidad de otros.

Animado por los despistes previos de Sevilla y Deportivo, el Mallorca quiso buscarle las cosquillas al Racing desde el principio. No lo ten¨ªa muy dif¨ªcil, a pesar de que el equipo de Gregorio Manzano tampoco anda muy sobrado fuera de la isla. El equipo de Portugal s¨®lo ha vencido en dos ocasiones en El Sardinero, y fueron ante Tenerife y Xerez, los dos ¨²ltimos de la Liga.

Hoy, el Racing se fue con algo m¨¢s de alegr¨ªa al ataque, pero el que estuvo m¨¢s cerca del gol fue el Mallorca. Y se lo debe a Gonzalo Castro. El mediapunta se mueve con sentido y su equipo permanece atento a lo que salga de ¨¦l, por lo general algo bueno. As¨ª, gracias a sus maniobras, V¨ªctor tuvo el gol en su primer acercamiento, pero Coltorti, guardameta de movimientos extra?os pero eficaces, lo evit¨®.

El propio V¨ªctor y Ramis, los dos de cabeza, rondaron tambi¨¦n el tanto. Entre medias, la mejor aparici¨®n del Racing. Un pase pleno de intenci¨®n del senegal¨¦s Diop ?que ha desplazado del equipo a Lacen? lo recogi¨® Tchit¨¦. El delantero quebr¨® la salida de Aouate, pero su remate se encontr¨® con la cabeza de Ramis. El Racing, mientras, se desinflaba, con Canales diluido en la defensa del Mallorca.

De todas maneras, al equipo de Manzano le falta dar un paso adelante cuando act¨²a fuera de Son Moix, la orden contundente t¨ªpica de quien transita por las alturas de la Liga. El virtuosismo y la ambici¨®n de casa parecen dejar paso a una sobriedad con trazos de aburrimiento fuera de ella. Si a eso se le a?ade la tristeza ofensiva del Racing, el partido tom¨® un cariz de lo m¨¢s ins¨ªpido.

Portugal quiso alternar con Canales en el costado izquierdo, pero el Racing necesita mucho m¨¢s que eso. Para empezar, un delantero que culmine la laboriosidad de su centro del campo, porque Tchit¨¦ estuvo tan aplicado como improductivo. Tiene demasiadas asignaturas pendientes y una caracter¨ªstica que le lastra para ser un killer: la ingenuidad.

El Mallorca, por su parte, se dedic¨® a ver el partido casi como un espectador, dejando que pasaran los minutos y procurando a la vez que ocurriese lo menos posible. Lo consigui¨®, pero le queda la duda de qu¨¦ hubiese pasado con otra actitud. S¨®lo en el ¨²ltimo tramo de la segunda mitad, cuando boqueaba el Racing, se le advirti¨® alg¨²n inter¨¦s por un partido en el que casi nunca crey¨® y por el que pele¨® lo justo.

Aburrimiento en El Sardinero