La haza?a que no pudo ser

Malas decisiones e indecisi¨®n a ¨²ltima hora echaron a perder en el ¨²ltimo suspiro el sue?o vitoriano de conseguir un billete a la Final Four de Par¨ªs. El Caja Laboral afrontaba el reto de igualar una serie tras encajar un 2-0 y a punto estuvo de conseguirlo, pero su tes¨®n y entrega no fueron suficientes para forzar un quinto partido en un encuentro extra?o que se pon¨ªa de uno u otro lado sin motivo aparente. El partido fue una guerra que ganaron los rusos, cuyo futuro pasa ahora por el Barcelona, pese a la s¨®lida actuaci¨®n vitoriana.

Al Caja Laboral le cost¨® todo el primer cuarto darse cuenta de que deb¨ªa endurecer su defensa y dejar de tomar decisiones individuales. Los ataques largos y un juego cercano a la canasta provoc¨® un aplastante dominio ruso. Salvo un honroso triple de English y la acertada actuaci¨®n de Splitter, el CSKA iba acumulando puntos ante la impotencia de los vitorianos, que llegaron a contemplar c¨®mo Kriapa, que desbordaba adrenalina, y Landon encajaban tiros seguidos desde la l¨ªnea de 6,25. El primer cuarto se endurec¨ªa por momentos y la estrategia medida y reposada de los rusos, que obligaban al Caja Laboral a defender sin descanso, desemboc¨® en un 11-22.

Pero ese panorama cambi¨® pronto. El segundo cuarto hizo resucitar el sue?o vitoriano de alcanzar el billete a Par¨ªs. Tres triples consecutivos de Olesson dieron casi la vuelta al marcador. Esa 'chispa' lo cambi¨® todo y los de Ivanovic volvieron al partido por la puerta grande. El m¨¦rito estuvo en saber desestabilizar la tranquilidad y las jugadas estrat¨¦gicas que hab¨ªa exhibido el CSKA hasta ese momento.

Un triple de San Emeterio y una canasta de Herrman lograron poner por delante al Caja Laboral por primera vez (29-28). Subido ya con aplomo en la cresta de la ola, los vitorianos comprendieron que los rusos no sab¨ªan moverse cuando el rival desplega una defensa de contacto. Endurecido ese flanco, los minutos anteriores al descanso mostraron a un CSKA sobrepasado sin acierto en el tiro. As¨ª las cosas, los de Ivanovic se fueron al vestuario con un esperanzador 38-30.

Un nuevo cambio de ritmo presidi¨® el tercer cuarto. Ambos equipos echaron el freno. Unos para replantearse su juego y otros para no perder la cabeza. M¨¢s confiados, los vitorianos no se dejaron doblegar por los de Pashutin, que empezaban a hallar el camino para hacer da?o al Caja Laboral. As¨ª las cosas, el intercambio de canastas que deriv¨® en un partido inc¨®modo para ambos equipos, que no sab¨ªan c¨®mo salir de la espiral para despegarse del rival. Poco a poco, m¨¢s a base de tiros libres que de buenas canastas, los vitorianos regresaron a los ocho puntos de ventaja de antes del descanso (53-45). Buena parte del m¨¦rito fue de un San Emeterio inspirad¨ªsimo y eficaz que convert¨ªa en oro todo lo que tocaba.

El ¨²ltimo cuarto fue de J. R. Holden. Tres triples y el gran acompa?amiento de sus compa?eros demostraron que el CSKA no se hab¨ªa ido del partido. Los vitorianos tambi¨¦n ense?aron los dientes de la mano de Olesson y San Emeterio, consolidado ya como figura indiscutible del partido. De lado ruso, Holden hizo alcanzar a un empate a su equipo (64-64) que rompi¨® Sigletary hasta que Langdon volvi¨® a escena. Un nuevo empate (66-66) enmarcado en un encuentro a esas alturas fren¨¦tico y emocionante, se desvaneci¨®, no sin esfuerzo, de la mano de San Emeterio. Con el p¨²blico al borde de un ataque por lo ajustado y tenso del final del choque, el Caja Laboral logr¨® ponerse tres puntos por delante. Sin embargo, Holden supo aprovechar sus oportunidades y la falta de decisi¨®n de los de Ivanovic dieron al traste con toda esperanza de alcanzar la Final Four. Eso s¨ª, la entrega y el esp¨ªritu luchador no desaparecieron en ning¨²n momento del lado vitoriano.