Johan Cruyff, para toda la vida
El nuevo presidente de honor del FC Barcelona es aclamado en un acto solemne y emotivo
La sala rompi¨® en aplausos y v¨ªtores, con los 200 invitados de pie, embargados por la emoci¨®n. Johan Cruyff (?msterdam; 1947), tan acalorado como sonrojado ?"gallina de piel", como dir¨ªa ¨¦l?, asent¨ªa con la cabeza y perd¨ªa la mirada al frente. Era su nombramiento como presidente de honor del FC Barcelona.
El estadio era un b¨²nker, triplicada la seguridad de un d¨ªa normal, y con los bares y aparcamientos inactivos. La gente se apelotonaba al otro lado del recinto, curiosa y con el paso cerrado. Al presidente honor¨ªfico del Benfica, Eusebio, le acredit¨® un ac¨®lito al entrar en la sala Par¨ªs del Camp Nou, donde se celebraba la investidura. Le sigui¨® Bobby Charlton, su hom¨®logo del Manchester United, que repart¨ªa bofetadas cari?osas como saludo, y lleg¨® Joan Laporta, presidente del Bar?a. "Cruyff nos lo ha dado todo y quiero agradec¨¦rselo con este reconocimiento", indic¨® Laporta.
No faltaron los capitanes (Puyol, Xavi, Vald¨¦s e Iniesta), ni los t¨¦cnicos Guardiola y Vilanova, adem¨¢s del delegado Carles Naval, que ya lo fue en tiempos de Cruyff. Las diferentes generaciones del Bar?a se saludaron con afectuosidad: un apret¨®n de manos entre Xavi y Paco Mart¨ªnez; un gui?o entre Vald¨¦s y Mart¨ª Filos¨ªa; un abrazo entre Puyol y Asensi; un saludo de Guardiola a los ex jugadores de la ¨¦poca de Cruyff, como Marcial, Costas, Mora, Sadurn¨ª, Rif¨¦... Los hab¨ªa m¨¢s recientes, como Christiansen, Julio Alberto y Archibald. El ¨²ltimo en llegar fue Stoichkov, cuando Cruyff ya hab¨ªa levantado el trofeo de la Champions en el v¨ªdeo inicial, que entremezclaba im¨¢genes de Johan futbolista, del dream team y de Guardiola, s¨ªmbolos de la ideolog¨ªa y propuesta de juego azulgrana. "Cruyff es la inspiraci¨®n del modelo de juego que nos han valido los elogios del mundo", subray¨® Josep Cubells, secretario de la junta.
Recogi¨® la palabra Laporta, sonrisa perenne. "Cruyff transform¨® el f¨²tbol en arte; fue el quinto Beatle", se arranc¨®; "y con su llegada ganamos la Liga, 0-5 al Madrid y comenz¨® la ¨¦poca moderna del Bar?a". Tir¨® entonces Laporta de su vena pol¨ªtica: "Para que un pa¨ªs tenga autoestima, debemos tener referencias. Parece que moleste que los catalanes las tengamos. Y el Bar?a, como la instituci¨®n deportiva m¨¢s importante de Catalu?a, tiene a Johan". Y Johan sudaba. "Estoy acostumbrado a los elogios, pero esto...".
Melanc¨®lico porque el reloj no se para, repas¨® su etapa como futbolista. "La m¨¢s bonita porque vives de f¨¢bula", aclar¨®. Y se centr¨® en su legado, en el innegociable estilo Bar?a. A decir de Cruyff, todo empez¨® tras perder la final del Mundial 74. "Entonces recib¨ª m¨¢s elogios que en toda mi vida. Me di cuenta de que hay algo m¨¢s que la victoria, el c¨®mo se hace", convino. Los 140 periodistas no hicieron preguntas porque era un acto unidireccional. "Es un honor tener este... ?C¨®mo se llama?", se?al¨® Cruyff a la insignia de presidente de honor. "Bueno, muchas gracias y hasta el s¨¢bado". La foto final lo resumi¨® todo. Begiristain, Laporta, Cruyff y Guardiola de la mano, el pasado, presente y futuro del cruyffismo.
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