Para empezar, sorpres¨®n
Un Caja Laboral con las pilas puestas derrota en el Palau Barcelona m¨¢s deslucido de los ¨²ltimos tiempos
Herido en su amor propio por las escasas posibilidades que se le otorgaban, el Caja Laboral dio un pu?etazo en la mesa y a la primera oportunidad reivindic¨® su derecho a so?ar. Lo hizo a trav¨¦s de un voluntarista ejercicio de todos sus hombres y aprovechando a la perfecci¨®n el mal partido del Barcelona. El par¨®n de nueve d¨ªas desde que elimin¨® al Unicaja le ha sentado fatal al mejor equipo de Europa, hasta el punto de completar la actuaci¨®n m¨¢s deslucida que se le recuerda desde hace mucho tiempo. Nada ni nadie estuvo reconocible ni tampoco hubo salvamento de urgencia en los ¨²ltimos minutos. Al rev¨¦s, el equipo experto, bragado y repleto de jugadores en el c¨¦nit de su carrera termin¨® convertido en un manojo de nervios.
REGAL BARCELONA 58 - CAJA LABORAL 63
Regal Barcelona: Rubio (3), Navarro (17), Mickeal (5), Lorbek (0) y N'Dong (12) ?quinteto inicial?; Lakovic (6), Sada (0) Basile (6), Grimau (4), V¨¢zquez (3) y Morris (2).
Caja Laboral: Huertas (11), Oleson (4), San Emeterio (10), Teletovic (11) y Splitter (16) ?quinteto inicial?; Palacio (0), Ribas (3), English (6), Herrmann (2) y Eliyahu (0).
?rbitros:Arteaga, Garc¨ªa y Redondo. Sin eliminados.
7.235 espectadores en el Palau Blaugrana.
El partido se carg¨® el gui¨®n previsto desde el primer minuto. El Caja Laboral sali¨® con las pilas puestas y, mientras terminaban de sentarse los ¨²ltimos en llegar al Palau, ya hab¨ªan dado el primer toque de atenci¨®n (0-12). Todo flu¨ªa en el bando vitoriano y Xavi Pascual se vio obligado a mover sus fichas antes de lo previsto. Siendo el Bar?a un equipo tan rico en alternativas, parec¨ªa que era cuesti¨®n de tiempo que encontrase el camino correcto. Basile y Lakovic mejoraron las prestaciones de Ricky y Navarro y durante el segundo cuarto Sada y Grimau subieron la presi¨®n defensiva. Aun as¨ª, el Caja Laboral segu¨ªa firme, encomend¨¢ndose a Marcelinho y San Emeterio para el control del bal¨®n y a Splitter para la finalizaci¨®n. Pero no es f¨¢cil controlar al Bar?a durante todo el tiempo. Los 18 buenos minutos vitorianos (25-34) se fueron al traste en los tres siguientes, los que tardaron los azulgrana en ponerse por primera vez por delante en el marcador con un triple de Navarro (37-36).
Ante las dudas y los desaciertos de casi todos sus compa?eros, Navarro decidi¨® tomar el mando y durante el comienzo del tercer cuarto amenaz¨® con romper la resistencia del Baskonia. Ivanovic acert¨® cuando, observando los problemas que ten¨ªa Oleson en su marcaje, se lo encomend¨® a Ribas. La estrella se fue apagando y ni siquiera cuando lleg¨® el terreno que mejor domina, el de la definici¨®n, pudo hacer nada. El partido consum¨ªa sus minutos sin que el Caja Laboral doblase la rodilla. Todo lo contrario, era el Bar?a el que m¨¢s acusaba un desarrollo fuera de lo previsto. Con Marcelinho de capit¨¢n general haciendo y deshaciendo, la sorpresa pas¨® de lo imaginario a lo real (56-56 a falta de cuatro minutos). Un triple de Marcelinho puso la l¨®gica patas arriba y la puntilla para los azulgranas sali¨® de sus propias manos. Un malentendido sacando del medio del campo entre Lakovic y Morris fue la forma m¨¢s coherente de terminar despu¨¦s de un partido tan deficiente.
La final cobra vida. No cambia su condici¨®n de favoro, pero el Bar?a tendr¨¢ que espabilar. Ya lo ha hecho anteriormente, pero, al menos por un d¨ªa, se le ha visto humano. El Caja Laboral ya lo sabe mejor que nadie.
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