El regreso del 'Kaiser de Michoac¨¢n'
Tras una mediocre temporada con el Bar?a que parec¨ªa anunciar su declive, M¨¢rquez lidera a la selecci¨®n mexicana.
Bora Milutinovic es uno de los personajes m¨¢s carism¨¢ticos del planeta f¨²tbol. Su maleta errante le ha llevado a entrenar hasta en 12 pa¨ªses de cuatro continentes distintos. All¨¢ por 1997, el t¨¦cnico de origen serbio, con aspecto de genio atormentado que sobrevive entre cursos de idiomas y pizarras pol¨ªglotas, impart¨ªa su m¨¦todo en la selecci¨®n mexicana. Entonces, en una de las convocatorias algo se traspapel¨®. Milutinovic pretend¨ªa convocar al experimentado defensor del Atlas de Guadalajara C¨¦sar M¨¢rquez, pero por los campos de entrenamiento apareci¨® un joven imberbe de apenas 17 a?os, con buenas maneras y futuro prometedor. El error era evidente, pero Milutinovic observ¨® las maneras del chaval y con m¨¢s intuiciones que certezas le confirm¨® que se quedaba en el equipo. El chico era Rafa M¨¢rquez (Michoac¨¢n de Ocampo; 1979) y as¨ª arranc¨® su carrera en La Tri. Desde entonces, el central ha vestido la camiseta mexicana en 91 ocasiones y se ha convertido en el capit¨¢n y el l¨ªder de un equipo que a cada cita mundialista acumula tantos valores para la sorpresa como impericia para confirmarla.
No hay nadie m¨¢s comprometido para conseguir algo grande en Sud¨¢frica que M¨¢rquez. Su perfil patri¨®tico nunca ha estado en entredicho, pero sus coqueteos con el papel couch¨¦ y sus deslices con las tarjetas le han barnizado de recelo de cara a la afici¨®n azteca. Sus expulsiones han sido tan puntuales como emblem¨¢ticas. La primera fue en la eliminatoria rumbo al Mundial de Corea y Jap¨®n 2002, en un partido contra Trinidad y Tobago que M¨¦xico termin¨® empatado a uno. La m¨¢s recordada fue en los octavos de final del Mundial asi¨¢tico, cuando un codazo al estadounidense Cobi Jones, con el resultado decidido (2-0) y a pocos minutos del final, retrat¨® su impotencia por la eliminaci¨®n. La siguente ocurri¨® ante Argentina en la Copa Confederaciones de 2005, cuando tambi¨¦n en el tiempo extra, M¨¦xico empataba con los sudamericanos y al final fue eliminado.
A cambio, M¨¢rquez es un central de elegante jerarqu¨ªa que tambi¨¦n asume los galones en la faceta ofensiva aportando goles decisivos. El ¨²ltimo, hace 11 d¨ªas en Johanesburgo. El arranque mundialista se torc¨ªa para los de Aguirre cuando el Kaiser de Michoac¨¢n encontr¨® una rendija a la espalda del sudafricano Mokoena para culminar con comodidad el pase de Andr¨¦s Guardado. Era su segundo gol mundialista, el segundo consecutivo, despu¨¦s de haber cerrado la cuenta mexicana en Alemania 2006, en los octavos de final ante Argentina.
Se cort¨® la melena para rejuvenecer su perfil de curtido mohicano pero rindiendo pleites¨ªa al mito de Sas¨®n, perdi¨® la fuerza de la titularidad en el Bar?a. Ha sido su temporada m¨¢s discreta con los azulgrana. Apenas ha participado en 15 partidos de Liga y solo ha sido titular en 10 ocasiones entre la competici¨®n nacional y la Champions. El club parece ense?arle la puerta de salida y su futuro podr¨ªa estar en la MLS; Los ?ngeles Galaxy le tantearon el a?o anterior y parecen decididos a apostar por ¨¦l. Mientras tanto, para M¨¢rquez no hay m¨¢s futuro que el reto sudafricano, su ¨²ltima oportunidad mundialista. Est¨¢ sorprendiendo a quien le daba por muerto y lidera a la vistosa apuesta azteca. Ha vuelto el Kaiser. En el mejor momento.
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