Los ¨¢rbitros enfangan el Mundial
Dos clamorosos errores arbitrales marcan el Alemania-Inglaterra y el Argentina-M¨¦xico
Los jugadores mexicanos se echaron las manos a la cabeza, rodearon al ¨¢rbitro, al juez de l¨ªnea, gritaron su indignaci¨®n, desesperados, desquiciados. T¨¦vez acababa de conseguir el primer gol de Argentina al rematar de cabeza un disparo de Messi. Cuando lo hizo, entre ¨¦l y la porter¨ªa no hab¨ªa nadie, ni siquiera una sombra. Era fuera de juego. S¨ª o s¨ª. No lo era, dijo el italiano Roberto Rosetti, ¨¢rbitro del encuentro.
Unas horas antes, los jugadores de Inglaterra no pod¨ªan creerse que ni el ¨¢rbitro del partido que les enfrent¨® a Alemania ni sus auxiliares dieran por v¨¢lido un golazo de Lampard, que solt¨® un derechazo desde fuera del ¨¢rea rumbo a la porter¨ªa donde super¨® al portero Neuer antes de golpear el larguero, para caer, m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de porter¨ªa, medio metro, quiz¨¢, m¨¢s incluso, el 2-2 a punto de asomarse al marcador. Porque era gol. S¨ª o s¨ª. No lo era, dijo el uruguayo Jorge Larrionda, ¨¢rbitro del encuentro.
Ambas decisiones marcaron el devenir de los dos partidos, resueltos a partir de entonces con enorme solvencia por Alemania (4-1 gan¨® a Inglaterra) y por Argentina (3-1 ante M¨¦xico). Ninguno de los equipos perjudicados logr¨® levantar el marcador. Y las declaraciones tras los partidos apuntaron en la misma direcci¨®n, en la gravedad de los errores.
Durante toda la tarde, en la red se multiplic¨® el debate sobre el uso de la tecnolog¨ªa en el f¨²tbol, como ya ocurre en el f¨²tbol americano, el baloncesto o el tenis. Sobre todo en Inglaterra. Una voz autorizada, como la del ex internacional Alan Shearer, son¨® tajante. "El bal¨®n entr¨® un metro. Todos los ex jugadores profesionales, todas las estrellas piden que se recurra a la tecnolog¨ªa, con la excepci¨®n de una sola persona", declar¨® a la BBC en alusi¨®n a Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
Lo cierto es que, hist¨®ricamente, los Mundiales han dejado im¨¢genes de jueces que maljuzgan, de ¨¢rbitros cuyos errores se han convertido en leyenda. Las televisiones ya fueron testigos del gol de la final de 1966, favorable a Inglaterra y marcado por Hurst a Alemania merced a un disparo que jam¨¢s super¨® la l¨ªnea de gol. Y a la propia Inglaterra le toc¨® sufrir, 20 a?os despu¨¦s, el impecable remate a gol de Maradona... con la mano. Precisamente en M¨¦xico 86 supo Espa?a de injusticias, con M¨ªchel marcando el gol de su vida, a lo Lampard, ante Brasil y el ¨¢rbitro decidiendo que tan bonito disparo no merec¨ªa ser gol por mucho que lo diga el reglamento. Y qu¨¦ decir del fest¨ªn que se dio Corea en su Mundial a costa de Espa?a, de Italia...
Llora Inglaterra, llora M¨¦xico, pero el futuro es el que es. Y el pr¨®ximo s¨¢bado, a las cuatro de la tarde, Argentina y Alemania medir¨¢n sus fuerzas en Ciudad del Cabo, justamente, eso s¨ª, por mucho que dos inexplicables decisiones arbitrales les allanara el camino y, de paso, enfangaran un deporte en el que, m¨¢s veces de lo debido, la justicia se toma un descanso.
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