Espa?a no se duerme
Torres, con dos goles, Villa y Silva golean a Liechtenstein camino de la Eurocopa 2012
El campe¨®n de Europa ha empezado este viernes a defender el t¨ªtulo que gan¨® en Austria hace dos a?os y Del Bosque, que no quiso problemas, no se guard¨® nada para enfrentarse a la d¨¦bil selecci¨®n de Liechtenstein, seguramente el equipo m¨¢s flojo del grupo, que completan Escocia, Lituania y la Rep¨²blica Checa. De la alineaci¨®n titular que jug¨® la final del Mundial en Johannesburgo solo dos cambios: Marchena por Puyol, lesionado, y Pedro, que dej¨® el puesto a Torres. Gole¨® Espa?a, que de su empe?o sac¨® tres puntos, y demostr¨® que no se le han subido los humos a la cabeza ni se duerme en los laureles. De paso, recuper¨® Torres viejas sensaciones, al reencontrase con el gol.
El campe¨®n hizo f¨¢cil el partido, porque puso la directa y le meti¨® ritmo al duelo desde el principio. Jug¨® y toc¨® para destrozar el plan de Bidu Zaugg, el seleccionador local, tan simple como el mecanismo de un botijo: todos atr¨¢s menos David Hasler, desterrado a vivir entre los dos centrales espa?oles, en esta ocasi¨®n Piqu¨¦ y Marchena. No tuvo rival ante un grupo de esforzados deportistas amateurs, cuyo nivel es tan bajo que obliga a preguntarse porque la UEFA no se replantea el dise?o de las fases de clasificaci¨®n. 51 equipos peleando por 14 plazas se adivina un desprop¨®sito.
Contra equipos de tan poco calado como el de Liechtenstein, Espa?a solo puede encontrar rival en s¨ª mismo, en su propia actitud. De su implicaci¨®n depende que el encuentro sea un bodrio o algo entretenido m¨¢s all¨¢ de la duda de qui¨¦n sumar¨¢ los puntos. Result¨® que lejos de pensar en el lujo que supone pasear la estrella de campe¨®n del mundo por el Monumental de Buenos Aires, lo que suceder¨¢ el martes, los futbolistas espa?oles se arremangaron para sumar la primera victoria por la tangente contra un equipo que jam¨¢s ha ganado a Espa?a.
Da gusto ver jugar a La Roja aunque, como este viernes, no tenga rival, porque no especula. Xavi, que solo jug¨® los primeros 45 minutos, lider¨® otra vez la idea de un equipo que se volc¨® sobre el balc¨®n del area con la pelota por referente. All¨ª, en el terreno del media punta, conect¨® con Iniesta, determinante desde el momento que pisa el campo. El centrocampista de Fuentealbilla, listo como pocos, jug¨® muy c¨®modo, c¨®mo y por d¨®nde le vino en gana, y se hart¨® de repartir caramelos. Iniesta empez¨® su generoso fest¨ªn en el minuto 16, en la jugada que abri¨® la lata. Era su partido 50 con la selecci¨®n espa?ola, y tras robarle la cartera a Burgmeier en su campo,condujo hasta que descubri¨® el metro que necesitaba para habilitar a Torres y se la puso en carrera. El madrile?o, con algo de suerte, no perdon¨® y mando el esf¨¦rico a la red. Iniesta barri¨® el frente de ataque y activ¨® tanto al delantero del Liverpool como a Villa. Fue finalmente su compa?ero en el Barcelona quien de un zapatazo desde la frontal marc¨® el segundo gol de Espa?a. Si no llegaron m¨¢s en el primer tiempo fue porque los dos puntas no atinaron y desaprovecharon hasta tres oportunidad por cabeza.
Doblegado por la voluntad de los espa?oles de mantener la guardia alta, los goles desperdiciados en el primer tiempo llegaron muy pronto tras la reanudaci¨®n. Se bast¨® Torres ¨¦l solo para lograr el tercero, el segundo de su cuenta particular, antes de dejarle su sitio a David Silva, que marc¨® el cuarto en el minuto 62. Fiable juegue quien juegue, la entrada del canario, la de F¨¢bregas y finalmente, la de Pedrito, que sali¨® por Iniesta, no desluci¨® el tono del combinado espa?ol, fiel a su idea, y que pase a pase, volvi¨® a jugar con el campo inclinado sobre la porter¨ªa de Jehle. El portero de Liechtenstein salv¨® a sus amigos de encajar alg¨²n gol m¨¢s con un par de buenas intervenciones.
Resuelto el partido, quedaba por ver si Villa lograr¨ªa un segundo gol, que no lleg¨®. El guaje se qued¨® a un gol del record goleador de Ra¨²l con la selecci¨®n, porque su ultimo remate lo rechaz¨® el larguero. El martes, contra Argentina, tendr¨¢ otra oportunidad.
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