El Villarreal, un equipo de andar por casa
El conjunto amarillo juega sin profundidad ni dinamismo en Zagreb
Equipo de andar por casa, al Villarreal le cuesta un mundo meterse en los partidos que disputa fuera de El Madrigal. Da igual que sea en San Sebasti¨¢n o en Zagreb. Un jugador de 23 a?os llamado Jorge Sammir, brasile?o nacionalizado croata, se bast¨® solo junto a un pu?ado de esforzados acompa?antes para derrotar al conjunto de Garrido, al que le falt¨® dinamismo y profundidad y que termin¨® con diez jugadores por la expulsi¨®n de Senna, la segunda de su carrera, la primera en Europa.
Rebajado en la alineaci¨®n con hasta seis cambios respecto al ¨²ltimo partido de Liga, el Villarreal se vio sorprendido al poco de rebasar el cuarto de hora de partido por una contra conducidaun dolor de cabeza constante para el Villarreal, bien culminada por en un contragolpe que culmin¨® Rukavina. La acci¨®n que daba ventaja al conjunto croata se convirti¨® en su argumento de vida: cerrar espacios ante el dominio tibio del Villarreal a la espera de que el bal¨®n lo cogiera Sammir.
D. Zagreb 2 - Villarreal 0
Dinamo de Zagreb: Kelava, Vrsaljo, Biscam, Tonel, Cufre, Ademi, Badelj, Tomecat, Morales (Chago, m.56), Sammir (Beciraj, m.86) y Rukavina (Luis Ib¨¢?ez, m.71)
Villarreal: Diego L¨®pez, Mario, Gonzalo, Musacchio, Capdevila, Bruno (Borja Valero, m.46), Senna, Cani (Cazorla, m.57), Montero, Altidore, Marcos Ruben (Rossi, m.46).
Goles: 1-0, m.17: Rukavina. 2-0, m.79: Sammir.
?rbitro: Pavel Kralovec (Rep¨²blica Checa). Amonest¨® a los locales Vrsaljo, Ademi y Kelava y al visitante Valero. Expuls¨® por acumulaci¨®n de amonestaciones al jugador del Villarreal Marcos Senna(m.74).
Incidencias: partido disputado en Maksimir Stadion de Zagreb ante 17.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones y unos veinte grados de temperatura.
Con Altidore y Marco Rub¨¦n perdidos en el ataque, Cani no daba abasto para cumplir con las labores defensivas e inventar el pase definitivo. S¨®lo Jefferson Montero, con sus continuos desbordes y fintas daba sensaci¨®n de poder alterar la din¨¢mica de una exposici¨®n plana. Garrido requiri¨® la presencia Borja Valero y Rossi, y finalmente a Cazorla. De nada sirvi¨®.
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