El Valencia nada para morir en la orilla

Un chispazo de Chicharito fundi¨® al Valencia en su mejor momento. Justo cuando, tras la entrada de Aduriz y Manuel Fernandes, m¨¢s acechaba la meta de Van der Sar, y se aprestaba a recolectar los frutos de un partido que crey¨® merecer a los puntos. Se los llev¨® todos el Manchester despu¨¦s de que Ferguson acertara en los cambios, y con el aire juvenil de Macheda y Chicharito aprovechara el cansancio valencianista, especialmente el de Albelda, extenuado tras un esfuerzo bestial. La duda es si el Valencia regal¨® o no la primera parte, lastrada por un medio del campo sin la creatividad que debieran haberle dado Tino Costa y Chori Dom¨ªnguez, los dos sustituidos en el segundo acto.

Albelda termin¨® agigantado la primera parte, un coloso enfrent¨¢ndose a una torre de defensores ingleses que le estiraron de la camiseta para pararlo. ?nico superviviente valencianista del ¨²ltimo envite ante el United hace nueve a?os, Albelda se hab¨ªa convertido en Albelda y en Tino Costa a la vez, habida cuenta de la dejaci¨®n de funciones de su colega en el medio del campo. La potente competencia del turco Topal ha excitado la vena competitiva del valenciano, que volvi¨® a ser el de sus mejores tiempos: mediocentro de una energ¨ªa y una ambici¨®n contagiosa. L¨¢stima que, a su lado, Tino Costa fallara un par de pases f¨¢ciles y ya no quisiera la pelota en todo el primer acto, escondido entre una larga lista de labores defensivas. Con pocos espacios, como ya le ocurri¨® frente al Atl¨¦tico de Madrid, al medio argentino le cuesta darle vida al bal¨®n. Y el equipo pierde capacidad para sorprender. Lo hizo a trav¨¦s de acciones individuales, preferentemente de Pablo, un cat¨¢logo de regates en la banda derecha. Algunos de ellos se los trag¨® un defensa tan experimentado como Evra.

Al prescindir de un delantero (Aduriz), la participaci¨®n del media punta, Chori Dom¨ªnguez, debe ser fundamental. Y tampoco lo fue. Su aportaci¨®n no compensa la ausencia del once de un rematador tan reputado como Aduriz. De hecho, tanto Pablo como Mata enviaron media docena de centros a los que Soldado, demasiado solo, no pudo llegar.

En el primer tiempo, el Manchester fue una sombra de su pasado. Arriesg¨® lo justo, por no decir nada. Si acaso algunos detalles de excelente delantero en el cuerpo encorvado de Berbatov y algunas cabalgadas siempre amenazantes de Nani, neutralizado por Mathieu hasta el momento fat¨ªdico. Y no era f¨¢cil. Despu¨¦s de dos desafortunadas actuaciones consecutivas, ante el H¨¦rcules y el Atl¨¦tico, el lateral izquierdo franc¨¦s hubo de afrontar todas las dudas abiertas sobre ¨¦l. Las disip¨® con concentraci¨®n y viveza en el marcaje.

El Manchester asom¨® la patita cuando Fletcher envi¨® largo a Berbatov y el delantero b¨²lgaro dio una lecci¨®n de c¨®mo pinchar el bal¨®n en carrera, meter el cuerpo y largarse a por el portero mirando a David Navarro por el retrovisor. Le respondi¨® C¨¦sar estirando la pierna derecha para interceptar el bal¨®n.

El Valencia necesitaba un revulsivo y Emery ya no esper¨® m¨¢s: Aduriz, claro, recibido con el mismo entusiasmo con el que se despidi¨® al cuestionado Dom¨ªnguez. La presencia esponj¨® el ataque valencianista, con muchas m¨¢s opciones y un punto m¨¢s de desequilibrio. Mejor a¨²n con la presencia de Manuel Fernandes por Costa. El Valencia empez¨® a disfrutar por primera vez y el United lo acus¨®: cuatro jugadores acudieron a la banda en busca de agua.

Ferguson reaccion¨® con la entrada de Chicharito Hern¨¢ndez por un apagad¨ªsimo Anderson. Y s¨ª, el ariete mexicano afil¨® el ataque del Manchester United. El partido anunci¨® un final precioso. Y a la que Nani aprovech¨® una subida de Mathieu, combin¨® con Macheda y el centro de este lo convirti¨® Chicharito desde la frontal. Control y disparo con la izquierda a la velocidad de la luz. Mestalla se qued¨® muy chafada porque entendi¨® que no merec¨ªa semejante castigo. Y el Valencia sinti¨® que hab¨ªa nadado mucho para morir en la orilla.