El adi¨®s de un 'gentleman'

Nada parece capaz de perturbar a Alberto Mart¨ªn. A sus 32 a?os, esta tarde se sent¨® frente a una sala repleta de amigos para recibir el homenaje que le brind¨® la Federaci¨®n Catalana de Tenis y parec¨ªa impasible. Sin embargo, no pudo evitar emocionarse a medida que fue descubriendo que el mundo del que se est¨¢ alejando le permanecer¨¢ fiel el resto de su vida. El pasado 28 de julio anunci¨® su retirada del tenis profesional como consecuencia de una hernia discal que precisa de intervenci¨®n quir¨²rgica. Desde entonces, las muestras de apoyo han sido constantes.

Beto Mart¨ªn nunca fue una estrella. En los 15 a?os que ha sido profesional, ha logrado tres t¨ªtulos del circuito -Casablanca, Bucarest y Mallorca- y alcanz¨® la 34? posici¨®n en la clasificaci¨®n mundial en junio de 2001. Entonces, ?por qu¨¦ obtiene ahora una respuesta tan global y tan sincera? S¨®lo hay un motivo. A lo largo de su carrera, siempre se ha distinguido por ser un gentleman de las pistas y un jugador que ha cuidado especialmente sus relaciones personales. Ni un mal gesto, ni un desplante, ni un reproche. Albert Costa, ex campe¨®n de Roland Garros y ahora capit¨¢n del equipo espa?ol de Copa Davis, lo defini¨® con precisi¨®n: "Perd¨ª con ¨¦l varias veces y alguna muy dolorosa como la del Open de EEUU. Lo daba todo en la pista. Fue un ejemplo de fair play". Y dirigi¨¦ndose directamente a ¨¦l, prosigui¨®: "No tienes ning¨²n enemigo en el tenis, y eso no es nada f¨¢cil".

Campe¨®n junior de Roland Garros y de la Orange Bowl en 1996, la carrera de Mart¨ªn apuntaba muy alto. Pero le cost¨® m¨¢s de lo esperado dar el salto al circuito profesional. Sin embargo, habr¨ªa podido alcanzar cotas m¨¢s destacadas si las lesiones no se hubiesen cebado en ¨¦l. "Uno de los momentos m¨¢s duros para m¨ª se produjo en el Roland Garros de 2006 cuando tuve que abandonar en octavos de final ante el franc¨¦s Beneteau", recuerda. "Hab¨ªa pasado algunos altibajos, pero hab¨ªa logrado recuperar la estabilidad y jugar mi mejor tenis. La lesi¨®n en la espalda y, m¨¢s adelante, en el codo rompieron una l¨ªnea ascendente que me hubiera permitido plantearme objetivos m¨¢s altos".

Mart¨ªn fue un producto completo de la Federaci¨®n Catalana de Tenis que, bajo la direcci¨®n t¨¦cnica de ?lvaro Margets, se hab¨ªa planteado el reto de formar tenistas desde la base hasta el profesionalismo. Lleg¨® all¨ª a los ocho a?os y se march¨® a los 18, metido ya entre los 100 primeros del mundo. "S¨ª, ?lvaro, Chufa [Munta?ola], Ferrer Peris, Arrese, Urp¨ª, Vilar¨®, Marc G¨®rriz, y ahora Francesc Orriols, todos han sido personas importantes en mi vida. Me ayudaron mucho". Sus mejores resultados los logr¨® entre 1999 y 2002. Alcanz¨® algunos hitos que dieron la vuelta al mundo, como sus victorias sobre Pete Sampras en la segunda ronda de Cincinnatti y sobre Carlos Moy¨¤ en Mallorca en 2001, o las que obtuvo ante Hewitt en el Open de Australia y Juan Carlos Ferrero en el God¨® en 2002. Aquel a?o disput¨® tambi¨¦n la Copa Davis.

Ahora, relegado al 233? lugar de la ATP, Beto Mart¨ªn cuelga la raqueta, reflexiona sobre el pasado y vislumbra el futuro. "He tenido que luchar mucho toda mi vida para abrirme paso", explica. "Espero haber sido un buen ejemplo para los ni?os que comienzan en el tenis. Si lo he logrado, me doy por satisfecho". Mart¨ªn nunca se alejar¨¢ por completo del tenis. Estudia un Master de gesti¨®n deportiva y espera encontrar su nueva ubicaci¨®n en este mundo que se lo ha dado todo. "Pero ahora, la prioridad es la familia". En febrero ser¨¢ padre.