Londres 2012 empieza ya

Espa?a se juega sus opciones ol¨ªmpicas en gimnasia a partir de ma?ana en Rotterdam. A dos a?os de los Juegos de Londres, los Mundiales que han empezado hoy en la ciudad holandesa ser¨¢n el primer corte para la gran cita, que solo superar¨¢n los 24 primeros equipos. La responsabilidad es, pues, enorme para un grupo de chicas jovenc¨ªsimas y con escasa experiencia internacional en el que solo sobresales una peque?a estrella: Ana Mar¨ªa Izurieta, cuarta en los Europeos de 2009.

Sobre los hombros de esta jovencita de 17 a?os con fama de dispersa y talento incuestionable, descansan buena parte de las opciones espa?olas. Tras una larga temporada azotada por las lesiones, la gimnasta de origen ecuatoriano moldeada por Jes¨²s Carballo en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid desde hace a?os ha renacido. Tiene nuevos ejercicios -incluido un segundo salto que puede darle opciones a la final si se decide a arriesgar-, m¨¢s dif¨ªciles, y un semblante m¨¢s seguro, como si por fin creyera en sus posibilidades. "Anita est¨¢ muy bien", reconoc¨ªa el seleccionador, Jes¨²s Carballo, unos d¨ªas antes de viajar a Holanda; "pero la gimnasia se ha puesto tan dif¨ªcil que solo tiene posibilidades si le salen los ejercicios perfectos". Esas posibilidades hablan de la final individual y, tal vez, la de barra y suelo, sus mejores ejercicos.

A Anita, como la llaman todos en el gimnasio, la rodean cinco ni?as casi desconocidas, "chicas de club que han trabajado como campeonas este verano", en palabras de Carballo. Solo Elena Zald¨ªvar, que estuvo en los ¨²ltimos Europeos con escasa fortuna, tiene experiencia en una gran competici¨®n, aunque debutar¨¢ la esperada Cristiana Marinescu, reci¨¦n nacionalizada tras a?os de espera. Marinescu, que explot¨® como junior pero se ha estancado algo como senior, ha visto retrasada su puesta a punto por una lesi¨®n de ¨²ltima hora. La rumana, entrenada por Javier G¨®mez en Barcelona, es una gimnasta distinta, alta, elegante y fuerte. Junto a ellas, Cintia Rodr¨ªguez, de piernas largu¨ªsimas, Ainhoa Carmona y Claudia Vil¨¢. Todas de entre 16 y 17 a?os.

Con estos mimbres y poco m¨¢s, Espa?a intentar¨¢ volver (domingo, 13.30) a una ¨¦lite en la que se asent¨® hace un par de d¨¦cadas, con varias medallas mundiales y ol¨ªmpicas, y de la que desapareci¨® casi sin dejar rastro tras los Juegos de Atenas. Algo cambi¨® ese a?o 2004 -el nuevo c¨®digo de puntuaci¨®n, la escasez de ni?as dispuestas al sacrificio y de instalaciones y t¨¦cnicos de nivel, la falta de una estrella que empujara con fuerza del equipo- y Carballo, con m¨¢s de un cuarto de siglo de experiencia en el banquillo de la gimnasia espa?ola, perdi¨® el pie. Recuperarlo, en un deporte subjetivo, es una tarea tit¨¢nica.

Por lo visto hasta ahora en el Ahoy Arena, el list¨®n est¨¢ muy alto. Rusas, chinas, estadounidenses, rumanas e incluso australianas y brit¨¢nicas parecen inalcanzables. Para meterse en la final de ocho que se disputar¨¢ el mi¨¦rcoles y que reparte las medallas hay que superar 218,895 puntos logrados por Jap¨®n. Espa?a en su mejor actuaci¨®n de preparaci¨®n de estos Mundiales se qued¨® en 216,100, y ya se sabe que en los amistosos las puntuaciones suelen ser m¨¢s altas que en competici¨®n oficial. Pero los 24 primeros pa¨ªses mantendr¨¢n vivo el sue?o ol¨ªmpico. Esa es la batalla de Espa?a.