Taconazo de Diego Castro

Una mezcla explosiva de garra y talento baj¨® del cielo al Sevilla de Gregorio Manzano. Un f¨²tbol el¨¦ctrico del Sporting que ahog¨® al conjunto andaluz en cada bal¨®n dividido, en cada anticipaci¨®n, y que tuvo su colof¨®n en la obra de arte de Diego Castro en el segundo gol asturiano. El hijo del t¨¦cnico Castro Santos fulmin¨® al cuadro andaluz con un taconazo en el ¨¢rea peque?a de enorme calidad, al alcance de muy pocos. Partido redondo del Sporting, que desarbol¨® a un Sevilla de buenas maneras, aunque incapacitado para la salvaje partida que le propuso un rival desatado.

Al ritmo que imprimen Eguren y Rivera y con las gotas de clase del propio Castro y De las Cuevas, pocos ser¨¢n los equipos que sobrevivan a la tormenta que supone jugar en El Molin¨®n si el Sporting se comporta con la intensidad de citas como la de ayer. Todo eso, adem¨¢s, ante un Sevilla que, si bien naufrag¨® en la defensa, nunca perdi¨® la cara al partido y mostr¨® aceptables maneras en el ataque.

Fue un tormento para el Sevilla refrendar el cambio de aire inspirado por Manzano en un territorio tan hostil. A los cinco minutos, Palop claudic¨® ante el espectacular remate de Sangoy. El centro del campo hac¨ªa agua para sentir en sus carnes el punzante e incansable f¨²tbol del Sporting.

Ante la avalancha local, el Sevilla no se descompuso. Intent¨® siempre tener el bal¨®n, doctrina principal de Manzano. Pudo empatar Alfaro en un partido de alto ritmo, que crec¨ªa por momentos ante el cruce de estilos propuesto por dos equipos bien dirigidos desde el banquillo. Todo concluy¨® con la obra de arte de Diego Castro. Su golpeo con el tac¨®n mare¨® a un portero de la talla de Palop.