Reyes sostiene a un Madrid de mil caras

Se esmera Messina cada vez que tiene ocasi¨®n en hacer pedagog¨ªa de la paciencia. La confianza como pilar fundamental para que tome vuelo un equipo tan joven y prometedor como inexperto y quebradizo. Y con ese esp¨ªritu de borr¨®n y cuenta nueva se presentaba el Madrid tras su varapalo europeo ante el Olympiacos en su segunda comparecencia en la Caja M¨¢gica. Enfrente, otro damnificado de los equipos griegos. El Power Electronics Valencia que cay¨® en su estreno en la Euroliga ante el Panatinaikos.

El Real Madrid arranc¨® intenso y aplicado, martilleando la zona valenciana de la mano de un Tomic m¨¢s desinhibido que de costumbre -10 puntos en el primer cuarto-. En los valencianos, Claver compensaba las carencias en la pintura de los de Hussein y manten¨ªa la igualdad en el marcador. Pero cuando el Power Electronics logr¨® descifrar y contener a Tomic, el francotirador Tucker despert¨® de su letargo y se sum¨® a la fiesta desde el per¨ªmetro. Factores inescrutables transmutan al escolta estadounidense ante el Valencia. Hace dos a?os, Tucker firm¨® la salvaci¨®n del Cajasol, con actuaciones estelares como la que protagoniz¨® en la Fuente de San Luis con 37 puntos y 39 de valoraci¨®n. El a?o pasado, ya en el DKV Joventut, Tucker logr¨® 35 puntos para una valoraci¨®n de 44. En esta ocasi¨®n fueron 18 puntos.

Las v¨ªas de agua se volv¨ªan incontenibles para el equipo naranja. Un 37-25 a falta de dos minutos para el descanso marc¨® el despegue de los blancos. Savanovic, anulado por Reyes, y Velickovic en su particular traves¨ªa del desierto, lejos de reeditar sus n¨²meros mundialistas con Serbia, dimitieron del encuentro. Tampoco Lishchuk ni Javtokas manten¨ªan el pulso interior.

A la vuelta de los vestuarios, el Madrid se decidi¨® a romper definitivamente el partido con un parcial de 9-1 hasta alcanzar una m¨¢xima diferencia de 17 puntos (48-31). Un colosal Reyes tom¨® el relevo de Tomic en el rebote y la anotaci¨®n.

El capit¨¢n blanco lider¨®, en las buenas, y sostuvo, en las malas, a su equipo con un partido superlativo y una contundente hoja de servicios: 17 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias. Pero un parcial de 2-14 con Tucker en el banquillo y los valencianos defendiendo en zona dio un vuelco al marcador. Rafa Mart¨ªnez tom¨® el pulso anotador y el tercer cuarto finaliz¨® con un ajustado y sorprendente 50-47.

Un triple de Cook firm¨® el empate a 52 en pleno desconcierto madridista a falta de 8 minutos para el final. En el siguiente ataque, el equipo valenciano culminaba la remontada (52-54) cerrando un demoledor parcial de 4-23. Tomic volvi¨® a la cancha con sus 4 faltas personales pero apenas se sostuvo un minuto en pista. Era el abismo para los madridistas, aturdidos en la pista, exigidos cuando se cre¨ªan ya vencedores. Eran los minutos del miedo. Era una prueba de car¨¢cter. 60-60 a falta de cuatro minutos y medio. Entonces volvi¨® Tucker, y Su¨¢rez y el hasta entonces ofuscado Llull para sellar un nuevo parcial esta vez 17-5 a favor. Esta vez el definitivo. 75-63 fue el marcador final para un partido con mil caras, las mismas que tiene un Madrid en construcci¨®n.