La versi¨®n eficaz del Madrid
Con dos goles al inicio, el equipo de Mourinho gestiona el marcador de forma m¨¢s contenida que de costumbre ante un Atl¨¦tico que solo tuvo respuestas durante un tramo del primer tiempo (2-0)
El Madrid es un peso pesado, estilista en ocasiones, pero siempre con el martillo a punto. A veces, sus adversarios caen demolidos ante su talento, vitalismo y derroche energ¨¦tico. Sin llegar a tanto, tambi¨¦n sus oponentes padecen su eficacia. Le ocurri¨® al Atl¨¦tico, que plant¨® m¨¢s cara que nadie en Chamart¨ªn, pero sucumbi¨® como todos, v¨ªctima de la puntualidad madridista ante el gol, las circunstancias y sus propias carencias. Compiti¨® con dignidad, pero no le alcanza para aventuras semejantes.
En poco m¨¢s de un cuarto de hora, el equipo rojiblanco ya estaba en desventaja. Dos goles, de sopet¨®n. Y, en ambos, con debate arbitral. Hay jugadas que admiten una sentencia y la contraria, de esas que por m¨¢s que se rebobinen dan pie a m¨²ltiples interpretaciones. En los dos goles, al Atl¨¦tico le sali¨® cruz. Mateu Lahoz, el ¨¢rbitro, no vio falta en una entrada de Xabi Alonso a Reyes. Arranc¨® Carvalho y puso el broche a la jugada. Apenas unos minutos despu¨¦s, Dom¨ªnguez dio una palmada al hombro de Cristiano, que se fue al suelo. De nuevo, cruz para el Atl¨¦tico. La mala colocaci¨®n de su defensa en la falta lanzada con astucia por ?zil deriv¨® en el segundo tanto, con De Gea pasmado. De repente, el Atl¨¦tico ya estaba ante una cruzada lun¨¢tica. Antes de arrancarse a jugar, el Madrid ya estaba en alza sin necesidad de tirar confetis, sin mayores esfuerzos.
REAL MADRID 2 - AT.MADRID 0
Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Carvalho (Ra¨²l Albiol, m.82), Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di Mar¨ªa (Mahamadou Diarra, m.82), ?zil, Cristiano Ronaldo; e Higua¨ªn (Benzema, m.74).
Atl¨¦tico de Madrid: De Gea; Valera, Dom¨ªnguez, Ujfalusi, Filipe Luis; Mario Su¨¢rez, Tiago (Ra¨²l Garc¨ªa, m.68), Simao (Diego Costa, m.75), Reyes; Kun Ag¨¹ero y Forl¨¢n.
Goles: 1-0, m.13: Carvalho. 2-0, m.18: ?zil.
?rbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonest¨® a Khedira (71) por el Real Madrid, y a Mario Su¨¢rez (60) y Tiago (66) por el Atl¨¦tico de Madrid.
Incidencias: encuentro correspondiente a la d¨¦cima jornada de Liga, disputado en el estadio Santiago Bernab¨¦u, lleno, con 79.500 espectadores en las gradas, tan solo un centenar de ellos del Atl¨¦tico de Madrid.
Al dictado del marcador, era el momento de medir la respuesta de ambos equipos. Si en estos tiempos de optimismo el Madrid ser¨ªa el vendaval que acostumbra y si el imprevisto Atl¨¦tico caer¨ªa en ese estado depresivo que le produce el Bernab¨¦u desde hace once a?os. Los dos tuvieron una reacci¨®n adecuada. El Madrid no fue el hurac¨¢n de otras jornadas, pero siempre estuvo amenazante. Fue un conjunto algo m¨¢s contenido que en las ¨²ltimas semanas, como si la enjundia del vecino le llevara, m¨¢s que de costumbre, a gestionar la victoria por encima de todo. El Atl¨¦tico, por su parte, no se venci¨® ante las calamidades iniciales. Al hilo de Reyes, Ag¨¹ero y Forl¨¢n, su mejor muestrario, equilibr¨® el partido ante Iker Casillas. Sin nuevas noticias de De Gea desde los goles, el capit¨¢n madridista sufri¨® ante un remate desviado de Forl¨¢n, debi¨® volar ante un disparo de Reyes y asisti¨® muy de cerca a una mano de Xabi Alonso dentro del ¨¢rea. Poco despu¨¦s reclamar¨ªa el Madrid una entrada de Sim?o a Di Mar¨ªa que tambi¨¦n pudo ser penalti. Mateu no vio nada. Al descanso, el equipo del Manzanares se fue con la convicci¨®n de que hab¨ªa mantenido el pulso y hab¨ªa logrado desactivar al batall¨®n ofensivo de su rival, en el que Higua¨ªn, Cristiano, ?zil y Di Mar¨ªa fueron m¨¢s fugaces de lo habitual. El sost¨¦n del Madrid estaba en la defensa, en la firmeza de sus centrales y el auxilio impagable de Xabi Alonso y Khedira. Nada nuevo en el caso del tolosarra; el alem¨¢n crece cada jornada, se ha sacudido esa condici¨®n de furtivo que le delataba. Entre tanta estrella, su llegada en verano no fue acompa?ada con los fuegos artificiales de otros. M¨¢s sospechas despert¨® Carvalho, con 32 a?os y su acento portugu¨¦s, y hoy es fundamental en el blindaje del equipo.
El segundo acto empeque?eci¨® a los dos conjuntos. El partido tuvo m¨¢s enredos, el Atl¨¦tico perdi¨® pujanza y el l¨ªder, recorrido. Con la orquesta justa, Reyes, el Kun y Forl¨¢n se buscan la vida por su cuenta y no siempre se encuentran entre ellos. Es un equipo rebajado de centrocampistas puros y los laterales no reman como debieran. Por ahora, no hay huellas del Filipe Luis que se encumbr¨® en Riazor antes de su grave lesi¨®n. Por todo, los rojiblancos son un grupo muy partido, con una may¨²scula dependencia de sus tres atacantes. Un remate de Forl¨¢n al poste fue su mejor remango en el ¨²ltimo periodo. Antes, lo mismo hizo Higua¨ªn con una soberbia volea con la izquierda. Dos acciones aisladas en un tramo muy cerrado, sin la chispa del primer tiempo. El Atl¨¦tico se qued¨® en la orilla, el Madrid se sinti¨® m¨¢s seguro. No es un equipo conservador. Es cierto que se siente a gusto a la contra, pero las busca en manada, sin frenos, lo que le obliga a esfuerzos considerables. En una semana exigido en Mil¨¢n y con un derbi de por medio, a algunos se les vio con menos dep¨®sito. A ?zil y Di Mar¨ªa, por ejemplo. De este modo, el Madrid no fue tan el¨¢stico como es habitual esta temporada y el Atl¨¦tico del final solo tuvo fogueo. No sac¨® provecho de su arre¨®n antes del intermedio y el equipo de Mourinho no tuvo mayores inquietudes. Se corrigi¨® a tiempo y sin grandes alharacas mantuvo a distancia a su adversario, que, en estos d¨ªas da lo que da. Anoche, solo un rato.
El Madrid tiene m¨¢s cuerda, por m¨¢s que hoy brindara por la victoria de forma no tan arrolladora. Pero este equipo transmite una confianza extraordinaria y se despliega, con mayor o menor acierto, con una autoridad indiscutible por ahora. Se la discuti¨® el Milan cuando menos lo esperaba, quiz¨¢ por un exceso de relajaci¨®n. Se enfad¨® Mourinho, que demand¨® mejor gobierno del resultado. Del duelo con el Atl¨¦tico, nada tendr¨¢ que decir el portugu¨¦s. Lecci¨®n aprendida.
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