El Madrid pega muy duro

Al vendaval del Bar?a en Almer¨ªa contest¨® el Madrid con otro ejercicio contundente . Golpe a golpe, el l¨ªder super¨® al Athletic, que se mantuvo en pie durante una hora, lo que tard¨® en sucumbir ante el mazo de un rival que esta vez no necesit¨® gobernar todo el encuentro para imponerse. De entrada, le sostuvo Casillas; luego fue el turno de la caballer¨ªa, de la que el Madrid anda sobrado. Por ahora, al menos hasta su pr¨®ximo asalto en el Camp Nou, sus rivales caen demolidos en Chamart¨ªn. Unos, porque se rinden en la previa, en el calentamiento; a otros, como el Athletic, no les basta con mantener el pulso y jugar con un tes¨®n encomiable. Al final, como todos, padecen un martirio.

Este Madrid es puro veneno. Lo mismo da que arranque algo gripado, con su portero de protagonista. As¨ª fue su puesta en escena en un encuentro en el que acab¨® por triturar al contrario. Antes del cicl¨®n de la media hora final, donde lleg¨® Casillas, no pudo hacerlo Iraizoz. Cuesti¨®n de punter¨ªa, de precisi¨®n, cualidad que distingue al Real Madrid incluso en sus jornadas m¨¢s opacas.

Tuvo algunas tinieblas frente al Athletic, que, al contrario que la mayor¨ªa de visitantes a Chamart¨ªn, no entreg¨® la cuchara hasta que al final se vio en la lona. Ni siquiera con un inmerecido 2-0, fruto de dos ganchos, uno de Higua¨ªn y otro de Cristiano. No hubo mayor repertorio local en el primer tiempo. Ni antes ni despu¨¦s abdic¨® el Athletic, que tambi¨¦n tuvo pegada. Casillas le neutraliz¨®. Sobre todo a Llorente, excelente en todo cuando el Athletic estuvo vivo. Tan capaz con la cabeza como con los pies. Lo demostr¨® en sus dos primeros remates, uno salvado bajo el larguero por Pepe y otro frenado por el mejor Casillas. Llorente es mucho m¨¢s que un pivot capaz de servir de front¨®n. Tiene pies, y sus movimientos al espacio siempre son con sentido. A la tercera, emboc¨® Llorente, frustrado Casillas por su fuera de juego, desapercibido para el gremio arbitral.

El tanto del mejor goleador espa?ol del campeonato reflej¨® el equilibrio entre ambos equipos. Frente al combativo Athletic, el Madrid tuvo menos cuerpo que en otras ocasiones. Su adversario le discuti¨® la jerarqu¨ªa en el juego. Amparado por Casillas, el Madrid se explic¨® a la contra. Es una de sus grandes virtudes, sus delanteros son velocistas puros. Y no solo eso, no son simples sprinters. Acelerar es solo un recurso al servicio de su talento, a 1.000 por hora son capaces de expresarse con una sutileza imposible para la mayor¨ªa. Lo hizo Higua¨ªn, que apareci¨® por primera vez en el encuentro para imponer su f¨ªsico ante un defensa forrado de m¨²sculo como Amorebieta y despachar a Iraizoz. La habilidad se impuso al f¨ªsico.

Al instante respondi¨® Susaeta, pero Casillas estaba en su salsa, m¨¢s exigido que de costumbre en esta temporada, se?al de los pocos complejos del Athletic, que esta vez s¨ª tuvo en Chamart¨ªn una respuesta inicial acorde a su alcurnia. Nada pudo hacer ante los directos a la mand¨ªbula de su adversario, que tuvo m¨¢s dinamita que juego.

Cu¨¢nta raz¨®n ten¨ªa Caparr¨®s: el Madrid no es tiqui-taca, es un tac-tac. Lo hizo Cristiano, punto final a una el¨¦ctrica transici¨®n de cuatro toques de ¨¢rea a ¨¢rea. Di Mar¨ªa-Higua¨ªn-?zil-Ronaldo. Tac-tac, tac-tac. Cualquier otro equipo hubiera dimitido en el Bernab¨¦u. El Athletic, no. Llorente le sostuvo en el partido hasta que el Madrid le mand¨® al garete con otro asalto fulgurante. Con el equipo vasco a la b¨²squeda del empate, Susaeta pic¨® ante Di Mar¨ªa, que hizo lo imposible por ser atropellado.

Ante la incredulidad general, incluida la contrariedad de Mourinho, Sergio Ramos marc¨® el penalti. Ni Cristiano ni Xabi Alonso, los dos primeros especialistas, le discutieron el lanzamiento y el andaluz marc¨® el primer gol espa?ol del Madrid en Liga. El portugu¨¦s, que pareci¨® dolorido al t¨¦rmino del primer tiempo, ya no fue tan c¨®mplice poco despu¨¦s. Se adue?¨® del bal¨®n en una falta frontal y su zapatazo hizo burla a Iraizoz, que hecho un nudo peg¨® un manotazo al viento. CR tampoco admiti¨® debates en el penalti final, el que cerr¨® la goleada y respondi¨® de id¨¦ntica manera a los tres goles de Messi en el Mediterr¨¢neo.

El Athletic, pese a sus m¨¦ritos, hab¨ªa recibido el mismo castigo que todos los visitantes al Bernab¨¦u. De Casillas a Higua¨ªn, no hay fogueo en este Madrid, que a veces juega y pega y otros d¨ªas pega sin tanto juego. No hay quien resista, ni siquiera un equipo como el vasco, capaz de mantener el equilibrio durante una hora. Definitivamente, el Madrid est¨¢ cuajado, pega duro. Mourinho lo ha conseguido en tres meses. En el Camp Nou tendr¨¢ su primer examen final. No hay list¨®n m¨¢s alto.

Real Madrid 5 - Athletic de Bilbao 1