Piatti gu¨ªa al Almer¨ªa

No hay nada como una defensa con tres centrales para que te acaben marcando desde dentro del ¨¢rea peque?a. El gol de Juanma Ortiz, o m¨¢s bien en propia puerta de Rindaroy, fue el elemento diferencial de un duelo entre Almer¨ªa y Deportivo que se movi¨® a un ritmo de veteranos y en un escenario m¨¢s propio de la pretemporada que de unos cuartos de final de la Copa del Rey. Lejos de la espectacularidad de los choques vividos en Vila-real y Barcelona el mi¨¦rcoles, el encuentro de los Juegos del Mediterr¨¢neo, un estadio en el que se escuchaban los gritos de los futbolistas, se empap¨® de la frialdad reinante para que los bostezos afloraran sin remisi¨®n. Gan¨® el Almer¨ªa porque fue sostenido por un futbolista capaz de ofrecer algo distinto, Crusat, y porque, en l¨ªneas generales, mostr¨® algo m¨¢s que un Deportivo impotente, hu¨¦rfano de f¨²tbol, aburrido hasta la saciedad. Le tocar¨¢ remontar en Riazor, algo que tendr¨¢ complicado si no aumenta sus prestaciones de forma urgente.

El motivo principal del aburrimiento, sin duda, residi¨® en el ritmo en el que se desarroll¨® el partido, impropio de la elite. El Almer¨ªa, que sin embargo hac¨ªa historia al jugar unos cuartos de la Copa, fue la ant¨ªtesis de la ambici¨®n frente a un Deportivo gris, que salt¨® al campo con la intenci¨®n de asegurarse el dominio del bal¨®n y acab¨® crujiendo a pesar de formar con cinco hombres en defensa. Solo en el minuto seis, Lassad se encontr¨® con un bal¨®n en el ¨¢rea con posibilidad de ser gol. El delantero, de buenas maneras y p¨¦sima punter¨ªa, mand¨® el bal¨®n al limbo. La ocasi¨®n despert¨®, solo un poco, el ¨¢nimo del Almer¨ªa. El equipo de Jos¨¦ Luis Oltra tiene oficio, pero le faltan alma y personalidad. Juega al f¨²tbol con el mismo esp¨ªritu de un oficinista, sin pasi¨®n, y solo conmueve cuando Piatti decide saltarse un gui¨®n nada emocionante. El argentino, una joya ante tanta mediocridad, goz¨® de dos ocasiones claras, aunque el gol lleg¨® en una jugada tan fr¨ªa como inesperada.

En medio de una zaga poblada, Juanma Ortiz, con sorprendente facilidad, se hizo con un bal¨®n, recort¨® hacia la banda y su centro lo meti¨® en su propia porter¨ªa Rindaroy. Hasta la celebraci¨®n fue fr¨ªa.

Lotina, consciente de la debilidad mental y f¨ªsica de sus jugadores, ech¨® mano del eterno recurso de Valer¨®n. Una sensaci¨®n desagradable recorre el cuerpo cuando se observa al grancanario intentar practicar un f¨²tbol imposible para el Deportivo. El conjunto gallego solo dio se?ales de vida en un gran disparo de Lassad al palo. A la postre, el ¨²nico gesto que concili¨® al grupo de Lotina con el f¨²tbol.

Sin pasar excesivos apuros, el Almer¨ªa se permiti¨® incluso el lujo de perdonar en dos contragolpes muy bien llevados por Piatti, que segu¨ªa a lo suyo, reclamando un papel estelar en una cita de segunda. Para la estad¨ªstica, el debut de Jonathan, que pudo marcar ante Manu, y el regreso de Pellerano despu¨¦s de su grave lesi¨®n de ligamentos. Casi todo le sali¨® bien al Almer¨ªa.

Almeria 1 - Deportivo 0